Transcripción

Para solucionar este problema fue que Cristo se despojó de su trono y se hizo hombre. Él pagó en la cruz el precio completo que costaba restablecer nuestra conexión con Dios. Ahora ya no estamos lejos, en Cristo podemos relacionarnos otra vez con Dios y al reconectarnos con Él podemos recuperar la belleza de las relaciones con otros. ¡Ese fue su plan! Redimir nuestra conectividad. Es mi oración que con eso en mente durante esta semana puedas hacer estas 4 cosas:

Analiza tus motivaciones a la hora de conectarte en línea. Estas 6 preguntas de Erin Davis te ayudarán a discernir tus intenciones.

Mide el tiempo que pasas en las redes sociales, en el teléfono y en la TV. Compáralo con tiempo que dedicas en tu búsqueda de Dios en oración, en la Palabra, o conectando con gente de carne y hueso. ¿A quién o qué estás dedicándole más energía? La intención de este ejercicio no es poner una mochila de culpa en tu espalda, es simplemente para que puedas hacer un alto y mirarte desde otra perspectiva.

Si te diste cuenta que tu corazón está en el lugar incorrecto, corre a Dios. Él siempre, siempre, siempre está disponible para abrazarte y perdonarte. Míralo en Hebreos 4:16 “Acerquémonos, pues, confiadamente al trono de la gracia, para alcanzar misericordia y hallar gracia para el oportuno socorro.” Pídele que renueve tu amor por él y por las personas que te rodean.

Te reto que confieses esta lucha a una amiga piadosa, mentora …

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