¡Canta! Emmanuel vendrá
Débora: ¿Quieres una razón para celebrar la Navidad? Bueno, la Navidad nos recuerda cómo debemos actuar y comportarnos durante todo el año. Aquí está Nancy DeMoss Wolgemuth.
Nancy DeMoss Wolgemuth: Debemos ser personas alegres, no se supone que seamos personas tristes. Somos un pueblo de luz y esperanza.
Débora: Estás escuchando Aviva Nuestros Corazones con Nancy DeMoss Wolgemuth, en la voz de Patricia de Saladín. Hoy, 17 de diciembre de 2025.
Me encantan las luces navideñas y ver todas las casas hermosamente decoradas con ellas. Las luces navideñas iluminan los largos y oscuros días de invierno. La mejor parte es que son más que una simple decoración. Las luces en Navidad son un recordatorio de que Cristo vino a traer luz a la oscuridad. Hoy, Nancy nos explicará más sobre cómo la luz de Cristo es nuestra esperanza mientras continúa con la serie titulada «Ven y adoremos».
…Débora: ¿Quieres una razón para celebrar la Navidad? Bueno, la Navidad nos recuerda cómo debemos actuar y comportarnos durante todo el año. Aquí está Nancy DeMoss Wolgemuth.
Nancy DeMoss Wolgemuth: Debemos ser personas alegres, no se supone que seamos personas tristes. Somos un pueblo de luz y esperanza.
Débora: Estás escuchando Aviva Nuestros Corazones con Nancy DeMoss Wolgemuth, en la voz de Patricia de Saladín. Hoy, 17 de diciembre de 2025.
Me encantan las luces navideñas y ver todas las casas hermosamente decoradas con ellas. Las luces navideñas iluminan los largos y oscuros días de invierno. La mejor parte es que son más que una simple decoración. Las luces en Navidad son un recordatorio de que Cristo vino a traer luz a la oscuridad. Hoy, Nancy nos explicará más sobre cómo la luz de Cristo es nuestra esperanza mientras continúa con la serie titulada «Ven y adoremos».
Nancy: Bueno, ahora que nos encontramos en las semanas previas al día de Navidad, espero que estén entrando en el espíritu, no solo de la alegría navideña, sino de la razón de esa gran alegría, la verdadera razón de esta época: el hecho de que Cristo, Emmanuel, haya venido a esta tierra.
Estamos celebrando esto y preparando nuestros corazones para la celebración de la Navidad durante estos próximos días mientras hablamos de algunos villancicos. Hemos titulado esta serie «Ven y adoremos: El evangelio en villancicos». Estaremos viendo varios villancicos que grabé a piano en un álbum, con algunos instrumentos adicionales tocados por otros músicos. El álbum se llama Come Adore (en español sería Ven y adoremos). Ese es el objetivo de estos villancicos. Muchos de ellos hablan del evangelio de Cristo, quién es Él y por qué vino.
Si estás interesada en adquirir el álbum Come Adore, puedes visitar la tienda digital de Revive Our Hearts. Pienso que sería una parte significativa de su celebración navideña. Me encanta tocar música navideña durante toda esta temporada, y este álbum es uno que pueden añadir a tu colección.
Débora: Hay un enlace en la transcripción de este episodio con más información sobre cómo puedes obtener una copia del disco de Nancy «Come Adore». Así que no te olvides de echarle un vistazo en algún momento.
Aquí está Nancy para comenzar la enseñanza de hoy.
Nancy: Hemos hablado de que la palabra «adviento» significa «venida, llegada». El Adviento es un tiempo de anhelo, de anticipación, de expectativa, de aguardar la llegada de Cristo. Y así cantamos: «Oh ven, oh ven, bendito Emmanuel», que es el villancico que hemos estado viendo durante los últimos días.
Hemos dicho que es uno de los villancicos navideños más antiguos que conocemos hoy en día, que se remonta al siglo VIII o IX. Para aquellas de ustedes que se perdieron los episodios anteriores, mencionamos que originalmente este villancico es un poema de siete estrofas que se cantaban de manera antifonal cada día de la semana antes de Navidad.
Cada estrofa destaca uno de los títulos del Mesías, el Mesías que vendría. Estos títulos están tomados del Antiguo Testamento, principalmente del libro de Isaías, y expresan el anhelo de que el Mesías, Cristo, venga y satisfaga las necesidades de Su pueblo. Pero no solo expresan anhelo, sino que son una oración. Es una invitación a Cristo para que venga y sea conocido y experimentado entre Su pueblo.
Así que durante esta serie, estaremos viendo cuatro de esos títulos. En los últimos días, hemos visto a Emmanuel. Vimos el vástago, o el tronco, de Isaí, y ayer vimos la Llave de la casa David. Hoy veremos otro: Amanecer (o como lo conocemos más comúnmente, Aurora Celestial).
Oh ven, oh ven, Aurora celestial,
Alúmbranos con tu verdad.
Disipa toda oscuridad,
Y danos días de solaz.
Y luego, el estribillo que se repite después de cada estrofa expresa la fe en que este anhelo se cumplirá; que Dios enviará, o, en nuestro caso, ya envió, al Mesías prometido:
¡Cantad! ¡Cantad!
Pues vuestro Emmanuel
vendrá a ti muy pronto, Israel.
Ahora, vamos a enfocarnos en esta estrofa durante los próximos minutos: «Oh ven, oh ven, Aurora Celestial, alúmbranos con Tu verdad. Disipa toda oscuridad y danos días de solaz».
¿Puedes ver en esta estrofa el contraste entre la luz y la oscuridad? Luz y oscuridad: antes de la venida de Cristo, antes de su advenimiento, el mundo entero estaba sumido en la oscuridad. Los espíritus, las almas, de las personas, estaban tristes. Este canto habla de las nubes sombrías de la noche y de las oscuras sombras de la muerte. La muerte había proyectado una sombra oscura, porque todas las almas estaban condenadas a morir. Esta era una existencia oscura y sombría antes de que Cristo viniera a esta tierra.
Desde el capítulo 3 del Génesis, cuando la humanidad declaró por primera vez su independencia contra Dios, hasta la venida de Cristo a la tierra, el mundo entero estaba sumido en la oscuridad. Pero con la venida de Cristo a la tierra, las nubes sombrías se disiparon. Las sombras oscuras de la muerte huyeron, y la tristeza y la oscuridad fueron sustituidas por la luz y la alegría.
Esta es una de las cosas que destacamos durante esta época navideña: las luces navideñas. Y no son simplemente algo bonito. Significan que Cristo, la Luz del Mundo, vino a este mundo para disipar la oscuridad, para acabar con la tristeza y la muerte. Y quien hace todo esto posible con Su advenimiento es Cristo, a quien en esta estrofa se le llama el Amanecer. Oh ven, Aurora Celestial.
Ahora, ¿de qué se trata todo esto? Bueno, tal vez reconozcas este término del Evangelio de Lucas, en el primer capítulo, donde encontramos el canto profético de Zacarías. Sé que estoy mencionando algunos nombres que tal vez no te sean familiares. Así que te animo a buscarlos y a estudiarlos por tu cuenta. Hoy solo voy a mencionar estos temas para despertar tu interés.
Zacarías y su esposa, Elizabeth, habían esperado durante mucho tiempo el nacimiento de un hijo. Ellos deseaban desesperadamente tener un hijo, pero no habían podido tenerlo. Sin embargo, un día, ya en su vejez, un ángel del Señor se le apareció a Zacarías y le dijo que él y Elizabeth tendrían el hijo tan esperado, y que sería un varón que prepararía el camino para la llegada a la tierra del Mesías anhelado desde hacía mucho tiempo.
Y entonces leemos en Lucas, capítulo 1, versículos 67 y 68, que cuando nació este hijo, Juan el Bautista, Zacarías fue lleno del Espíritu Santo y profetizó diciendo:
«Bendito sea el Señor, Dios de Israel, porque nos ha visitado y ha traído redención a Su pueblo…».
Y luego tenemos esta larga y maravillosa canción que Zacarías ora sobre Aquel que vendría y redimiría a Su pueblo. Entonces llegamos al versículo 78, que dice:
«Por la entrañable misericordia de nuestro Dios, con que la Aurora nos visitará desde lo alto…».
La Nueva Versión Internacional dice: «Así nos visitará desde el cielo el sol naciente». El Amanecer, la Aurora Celestial, el sol naciente. El versículo 79 dice:
«PARA DAR LUZ A LOS QUE HABITAN EN TINIEBLAS Y EN SOMBRA DE MUERTE, para guiar nuestros pies en el camino de la paz».
Esta palabra «amanecer» o «aurora», o «sol naciente», en el griego original del Nuevo Testamento, es la palabra «anatole». Creo que hay un hotel en Dallas que tiene ese nombre. Básicamente, es una palabra que se utiliza para referirse a la salida del sol, el amanecer. Normalmente, se traduce como «el este».
Esta misma palabra, «anatole», la leemos en Mateo capítulo 2, cuando dice que: «… Unos sabios del oriente [del anatole, del lugar donde sale el sol] llegaron a Jerusalén, preguntando: “¿Dónde está el Rey de los judíos que ha nacido? Porque vimos Su estrella en el oriente [anatole] y lo hemos venido a adorar”». (vv. 1-2)
Así que esta palabra «amanecer», o «anatole», significa la salida del sol al despuntar el día. Es literalmente el amanecer, el alba del día. El comienzo del día, la aurora. Es la primera aparición de la luz que dispersa la oscuridad de la noche. La luz que disipa la oscuridad. El amanecer. La salida del sol. El alba.
Ahora, este pasaje de Lucas capítulo 1, donde Zacarías habla del amanecer, o la aurora, que viene de lo alto para visitarnos, nos lleva a la profecía de Isaías 700 años antes, en Isaías capítulo 9. Dice así:
«Pero no habrá más melancolía para la que estaba en angustia…El pueblo que andaba en tinieblas ha visto gran luz; a los que habitaban en tierra de sombra de muerte, la luz ha resplandecido sobre ellos…[versículo 6:] Porque un Niño nos ha nacido, un Hijo nos ha sido dado…» (vv. 1-2, 6).
Este niño que iba a nacer, este hijo que nos iba a ser dado, este Mesías, sería el amanecer, la aurora, el alba, el comienzo del día, que vendría de Dios para disipar la oscuridad y las tinieblas de la noche.
Hay otra referencia a la venida de este «hijo» en Malaquías, capítulo 4. Es un pasaje difícil y complejo, pero quiero leer un párrafo solo para darte una idea de lo asombroso que es el amanecer del sol, el Mesías, la aurora que vino a la tierra. En Malaquías, capítulo 4, versículo 1, dice:
«“Porque viene el día, ardiente como un horno, y todos los soberbios y todos los que hacen el mal serán como paja; [aquí está hablando del juicio venidero de Dios contra todos los pecadores que se niegan a inclinarse ante Yahvé] y el día que va a venir les prenderá fuego”, dice el Señor de los ejércitos, “que no les dejará ni raíz ni rama. [Esto será destrucción devastadora, condenación, oscuridad, tinieblas, juicio. Versículo 2:] Pero para ustedes que temen Mi nombre, se levantará el sol de justicia [la aurora, el amanecer, la salida del sol] con la salud en sus alas; y saldrán y saltarán como terneros del establo. Y ustedes pisotearán a los impíos, pues ellos serán ceniza bajo las plantas de sus pies, el día en que Yo actúe”, dice el Señor de los ejércitos» (vv. 1-2).
Esta es otra profecía de la venida de Cristo a esta tierra. Se levantará el sol de justicia, la aurora, el amanecer. Él traerá sanidad en sus alas, y los que temen Su nombre hallarán luz en Él. La oscuridad de ellos se disipará y se unirán a Él como parte del gran ejército que juzgará a los enemigos de Dios.
Así que la venida de Cristo es como el amanecer. La aurora dispersa la oscuridad y las tinieblas, hace huir el miedo a la muerte y trae alegría a este mundo sombrío y oscuro.
Y encontramos otras referencias a Cristo, en este sentido, en el Nuevo Testamento. En el último capítulo de la Biblia, Apocalipsis 22, Cristo dice:
«Yo, Jesús, he enviado a Mi ángel a fin darles a ustedes testimonio de estas cosas para las iglesias. Yo soy la raíz y la descendencia de David, el lucero resplandeciente de la mañana». (v. 16)
La Aurora, el Amanecer, Anatole. En 2 Pedro, capítulo 1, en el versículo 19, dice:
«Y así tenemos la palabra profética más segura, a la cual ustedes hacen bien en prestar atención [es decir, a la Palabra de Dios revelada tal y como la tenemos aquí] como a una lámpara que brilla en lugar oscuro, hasta que el día despunte y el lucero de la mañana aparezca en sus corazones».
La venida de Cristo disipa y dispersa la oscuridad, la tristeza, la muerte y el juicio, y trae luz, alegría y regocijo. Destruye la oscuridad y trae esperanza a nuestra desesperación.
Así que, gracias a que Cristo, el sol naciente, la Aurora Celestial, ha venido, ya no tenemos que caminar en la oscuridad, ni con temor o miedo: Él es la fuente de toda la verdadera alegría navideña.
Y esto me dice, y pienso que esta es una de las lecciones más importantes que el Señor me ha estado enseñando durante los últimos días, mientras me he sumergido en estos villancicos navideños, es que debemos ser personas alegres.
A mi esposo Robert le gusta que yo, como su esposa, esté alegre. A él le encanta tener una esposa alegre. ¡Te lo aseguro! Él no está loco, ni ningún otro esposo está loco, por no querer tener una esposa quejumbrosa, llorona, resentida e infeliz.
A Robert, mi esposo, le encanta cuando mi corazón está alegre y animado. Ahora, él no me pide que finja estar feliz cuando hay cosas dolorosas o difíciles. Él quiere saber lo que me pasa. Pero él se siente bendecido y animado cuando mi corazón está alegre.
Mientras estudiaba estos villancicos, me di cuenta de que se supone que debemos ser personas alegres y no se supone que seamos personas tristes. Somos un pueblo de luz. Somos un pueblo de esperanza. Y, por supuesto, seguimos viviendo en un mundo en el que hay oscuridad, y hay mucha oscuridad a nuestro alrededor, y todavía hay pecado en nuestro interior que a veces nos hace sentir muy frustradas y muy tristes. Pero, por encima de todo eso, está el evangelio de este villancico: que ha llegado el amanecer, la luz, la aurora, y Él disipa las tinieblas y nos da esperanza.
Cristo dijo en Juan, capítulo 8: «Yo soy la Luz del mundo» (v. 12). Y este mismo Jesús, la Aurora, el sol naciente, también dijo en Mateo capítulo 5: «Ustedes son la luz del mundo» (v. 14). Este mundo no tiene forma de ver la luz de Cristo si no ve Su gozo, Su luz y Su resplandor en ti, en nosotras.
Proverbios 4:18 dice: «Pero la senda de los justos es como la luz de la aurora, [como el amanecer, como Cristo] que va aumentando en resplandor hasta que es pleno día».
Escucha, vivimos en tiempos desesperados, oscuros y difíciles. Son tiempos terribles. Este es un tiempo para llorar, para lamentarse y para clamar. Pero también es un tiempo en el que el pueblo de Dios debe ser la luz de Cristo que brilla cada vez más, y la luz de Cristo brilla a través de ti y de mí para llevar la luz a los demás.
Y este es un tema recurrente en el Nuevo Testamento. En 1.ª Tesalonicenses, capítulo 5, comenzando en el versículo 5, dice:
«…porque todos ustedes son hijos de la luz e hijos del día. No somos de la noche ni de las tinieblas. Por tanto, no durmamos como los demás, sino estemos alerta y seamos sobrios. Porque los que duermen, de noche duermen, y los que se emborrachan, de noche se emborrachan. Pero puesto que nosotros somos del día [porque pertenecemos a Cristo, que es la luz del mundo], seamos sobrios, habiéndonos puesto la coraza de la fe y del amor, y por casco la esperanza de la salvación». (vv. 5-7)
¿Ves qué gran diferencia debería haber entre nosotras y aquellas que no conocen a Cristo? Efesios 5, versículo 8:
«…porque antes ustedes eran tinieblas, pero ahora son luz en el Señor [en Cristo eres luz y tienes luz, así que]; anden como hijos de luz. Porque el fruto de la luz consiste en toda bondad, justicia y verdad.
Examinen qué es lo que agrada al Señor y no participen en las obras estériles de las tinieblas, sino más bien, desenmascárenlas (vv. 8-11).
Ahora, ¿significa eso que debes ir por ahí buscando todo lo oscuro, lo perverso, lo malvado que hay en este mundo y simplemente eliminarlo, enfrentarte a ello, enojarte y gritar y vociferar? No necesariamente.
La luz disipa la oscuridad. Eso significa que dondequiera que caminemos como hijos de la luz, nuestro entorno debe ser iluminado. La tristeza debe dispersarse. La oscuridad debe huir. Las personas deben ser confrontadas por la luz de Cristo y la santidad de Dios cuando se acercan a nosotras, pero no porque seamos santurronas. Nosotras mismas fuimos hijas de las tinieblas en algún momento. Pero, porque ahora tenemos a Cristo, la luz del mundo, que ha entrado en nuestras vidas, la sola presencia de tu vida y la mía en nuestros hogares, en nuestros vecindarios, en nuestras comunidades, y en nuestro mundo, debe traer luz.
Un compositor de principios del siglo XX escribió:
Una historia diremos al mundo
Que convertirá el corazón,
Historia de paz y ternura
Historia de redención, historia de redención.
A la noche la aurora sigue,
A la aurora el pleno sol,
Y el reino de nuestro Dios vendrá,
El reino de luz y amor.
(«Una historia diremos al mundo» de Ernest Nichol)
Ese es el reino del que formamos parte si conocemos a Cristo. Ha amanecido. Cristo ha venido. Ha llegado la aurora. Él ha dispersado las nubes sombrías de la noche y las oscuras sombras de la muerte. Las ha hecho huir con Su muerte y Su resurrección. ¡Ha amanecido! Pero aún no vemos la plenitud del día. Sin embargo, tenemos la promesa de que algún día lo veremos.
En Apocalipsis, capítulo 21, leemos sobre un cielo nuevo y una tierra nueva. El versículo 3 dice:«…El tabernáculo de Dios está entre los hombres, y Él habitará entre ellos, y ellos serán Su pueblo…».¿Y cómo será ese lugar? Versículo 23: «La ciudad no tiene necesidad de sol ni de luna que la iluminen, porque la gloria de Dios la ilumina, y el Cordero es su lumbrera… [versículo 25:] Pues allí no habrá noche».
No habrá más noche, no habrá más oscuridad ni más muerte. ¿Por qué? Porque Cristo, la luz del mundo, la aurora, el amanecer, está allí.
Y por eso oramos:
Oh ven, oh ven, Aurora Celestial
Alúmbranos con tu verdad
Disipa toda oscuridad [¡Y Él lo está haciendo!],
Y danos días de solaz [¡Él también lo está haciendo!].
Y luego tenemos ese coro, ese estribillo, que expresa la fe en que nuestro anhelo se cumplirá, y Dios enviará a ese Salvador prometido de regreso a la tierra:
¡Cantad! ¡Cantad! Pues vuestro Emmanuel
Vendrá a ti, muy pronto Israel.
Débora: La próxima vez que escuches esa canción, ¿vas a pensar en ella de manera un poco diferente? Antes de ese momento de alegría musical, Nancy DeMoss Wolgemuth reveló parte del significado del himno «Oh, ven, oh ven, bendito Emmanuel». Ella nos ha estado mostrando la esperanza de Cristo en este villancico que tanto nos gusta. En Aviva Nuestros Corazones, nuestro objetivo es apuntarte siempre a las verdades eternas del evangelio, ya sea a través de mensajes como el que escuchaste hoy, o de un libro, o de un reto de 30 días.
Hannah es una oyente de Wisconsin. Recientemente, llamó para contarle a Nancy cómo este ministerio la ha mantenido firme en la verdad eterna de Dios.
Hannah: Nancy, estoy muy agradecida por el ministerio que Dios te ha dado a lo largo de todos estos años, especialmente por tu humildad, tu valentía, tu fidelidad al Señor y a Su Palabra. Cuando yo y mi hermana estábamos en la secundaria, hicimos un estudio bíblico juntas con mi mamá utilizando el libro «Mentiras que las mujeres creen». En ese entonces, este libro tuvo un gran impacto en nosotras, y lo sigue teniendo hasta hoy. Ahora mi hermana y yo tenemos treinta y tantos años.
Las dos estamos solteras, por lo que tu testimonio durante tus años de soltería y todo el ánimo y los retos que compartes con las mujeres solteras han sido una bendición especial para nosotras últimamente. Apreciamos profundamente el pódcast y tu ministerio, y los libros que tú y otras mujeres han escrito. Ha sido una bendición enorme para nosotras, así que estamos muy agradecidas por tu corazón y tu aliento en nuestras vidas y por todo el ministerio de Dios a través de ti. ¡Muchas gracias, Nancy!
Nancy: Nos encanta escuchar de oyentes como Hannah y cómo Dios ha usado Aviva Nuestros Corazones en sus vidas. Ha sido una bendición escuchar de mujeres de todo el mundo cómo el Señor ha usado este ministerio para ayudarlas a experimentar mayor libertad, plenitud y abundancia en Cristo.
Hace un tiempo, Robert y yo estuvimos en México un par de semanas y tuvimos la gran alegría de conocer a muchas mujeres latinas. Los esposos de estas mujeres compartieron cuánto les ha animado este ministerio y ahora lo están difundiendo entre sus amigos hispanoparlantes de toda América Latina.
Y podemos tener este alcance y mucho más gracias a oyentes como tú, que apoyan con sus donaciones a Aviva Nuestros Corazones.
Cada año, Robert y yo le pedimos al Señor cuánto desea que donemos para ayudar a satisfacer la necesidad económica de Aviva Nuestros Corazones. Es de gran gozo para nosotros ser parte de este ministerio para alcanzar a las mujeres de todo el mundo.
Entonces, ¿te unirías a nosotros para apoyar esta misión, este mensaje y este ministerio? Da lo que Dios ponga en tu corazón para ayudarnos a llevar el mensaje de libertad, plenitud y abundancia en Cristo a muchas más mujeres en el mundo.
Y tu apoyo nos ayudará a dar a más mujeres el regalo de la verdad eterna en todas las temporadas de su vida. Puedes hacer tu donación visitando AvivaNuestrosCorazones.com. ¡Muchas gracias por tus oraciones y por tu apoyo!
Débora: ¿Sabías que la idea de esperar es fundamental en la Navidad? Nancy regresará mañana para contarte por qué. Ella está aquí para cerrar en oración.
Nancy: Oh Señor, venimos a adorarte mientras contemplamos el evangelio en este maravilloso villancico.
Gracias por haber venido, oh Emmanuel. Has venido, oh Vara de Isaí, Llave de David, el Amanecer, la Aurora Celestial. Gracias, porque con Tu venida alegras nuestros espíritus, disipas la oscuridad y la noche, y haces huir las sombras oscuras de la muerte.
Ayúdanos a vivir este día y esta temporada, y todo el tiempo, como hijas de la luz, y que tu luz disipe la oscuridad en nosotras y a través de nosotras. Y Señor, por la fe, anticipamos ese gran día en que no habrá más noche, y la luz de Cristo llenará cada rincón y cada grieta, cada esquina y cada rincón, hasta los confines de toda la tierra. El cielo y la tierra se llenarán de Tu gloria, de la gloria de Cristo, el Cordero, la Luz del mundo, la Estrella resplandeciente de la mañana. Te lo pedimos en Su nombre, amén.
Débora: Amén.
Y amada, ¡tenemos una gran noticia! En el 2026 lanzaremos un nuevo plan de lectura bíblica: Mujer Verdadera 365 – Nuevo Testamento y Salmos.
Este plan te guiará a leer un capítulo del Nuevo Testamento de lunes a viernes, y los Salmos durante el fin de semana. Además, cada semana haremos un énfasis especial en los nombres de Jesús que aparecen a lo largo del Nuevo Testamento para ayudarte a conocer más profundamente quién es Él y cómo actúa en nuestras vidas. Nuestro deseo es que este ritmo te permita leer con calma, detenerte y profundizar en la Palabra de Dios. Inscríbete hoy en AvivaNuestrosCorazones.com y prepárate para comenzar el 2026 junto a cientos de mujeres que desean crecer en el conocimiento del Señor.
Llamándote a reflejar la luz del evangelio al mundo que te rodea, Aviva Nuestros Corazones es un ministerio de alcance de Revive Our Hearts.
Todas las Escrituras son tomadas de la Nueva Biblia de Las Américas, a menos que se indique lo contrario.
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