Nancy DeMoss Wolgemuth: En una ocasión vi un catálogo que ofrecía lo que ellos llamaban un “Camisón Mágico”. Tenía un mensaje impreso al revés para que pudieras leerlo en el espejo.
El mensaje decía “Soy preciosa, maravillosa, especial, única, poco común, valiosa, íntegra, tengo derechos, valgo la pena, merecedora”. Según el catálogo, el camisón te “recordaría lo valiosa y única que eres”.
Ese camisón refleja el deseo que todas tenemos de sentirnos especiales y valoradas. Somos valiosas y únicas para Dios porque fuimos hechas a Su imagen, pero nuestro valor no descansa en decirnos a nosotras mismas lo encantadoras que somos.
En lugar de eso venimos a Dios admitiendo que hemos fallado, caído, que somos débiles y pecadoras. Aceptamos Su misericordia e increíble amor por pecadoras no merecedoras, Cristo lo demostró cuando murió en la cruz por nosotras.
Eso es lo que da verdadera valía y significado a nuestra vida.
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