¿Has escuchado sobre Pokémon Go últimamente? ¡Imposible no hacerlo! Suena por todas partes, desde las noticias hasta las personas jugando a tu alrededor. Quizás tú ya eres una jugadora o como muchos no tienes idea de lo que es este nuevo juego. O puede que cuando escuchas la palabra “pokémon” se dibuje un gran signo de interrogación en tu mente, si este es tu caso, no te preocupes, tomaré unos minutos para explicarte de manera que todas juntas podamos ver todo lo que este juego tiene para enseñarnos si buscamos más allá de lo evidente.
En primer lugar, Pokémon Go no tiene nada de nuevo, de hecho, el lanzamiento del juego semanas atrás coincidió con el cumpleaños #20 de la serie, sé que muchas de ustedes son más jóvenes que eso. Bueno, básicamente trata de darle vida a una antigua serie de origen japonés en la que un grupo de chicos dedicaba su vida para atrapar y entrenar una especie de animalitos con poderes. La nueva aplicación convierte a cualquiera que lo descargue en un entrenador y con mecanismos de geolocalización va mostrando dónde hay algún pokémon que atrapar, gimnasio para entrenar o lugar donde conseguir pokebolas (que es lo que se utiliza para atraparlos).
Antes de continuar con esta larga y quizás no muy precisa explicación no podemos pasar por alto toda la polémica en relación a este juego. Como muchas cosas en nuestro caminar encontraremos que el corazón del problema es el problema del corazón como bien lo explica esta breve publicación. Saltemos a cómo se relaciona esto con nuestro llamado de alcanzar a otros.
¿Estás usando tus pokebolas?
Bueno, debo decirles que cuando era más joven conocía muy bien la serie, y la veía con frecuencia. Aunque no he descargado el app ni está en mis planes, conozco varias personas cercanas que sí lo han hecho y he visto su tristeza cuando no logran atrapar un pokémon. Lo que no he visto es la misma urgencia de jóvenes creyentes a predicar el evangelio y mucho menos la tristeza al no “atraparlos”. Dios nos dio una pokebola especial Su Palabra, las Buenas Nuevas de salvación para atraer y atrapar a aquellos que Él eligió, esa pokebola es poderosa pero únicamente será efectiva en los elegidos, de manera que debemos ocuparnos en salir a atraparlos, ¡usa tus pokebolas!
A todos los confines de la Tierra
¿Sabías que hay un pokémon que se encuentra en la cima del Monte Everest? He visto en las noticias los lugares recónditos y extraños a los que llegan las personas en las búsqueda de pokémones, el otro día, mi hermano me contó cómo se encontró con algunas personas jugando en un cementerio de mascotas… ¡Imposible! Pensé para mis adentros. Nuevamente vino la imagen a mi mente, ¿qué pasaría si fuéramos tan temerarios a la hora de llevar el Evangelio? Los jugadores buscan pokémones en todas partes, pero, ¿predicamos los creyentes en todas partes? ¡No!
No se trata solo de tirar la pokebola
Mientras esperaba en un estacionamiento que mi hermano mayor atrapara un pokémon recuerdo oirlos decir: ¡tienes que usar tus otros pokémon para atrapar a los nuevos! Por lo menos en el programa, mientras más tienes, puedes usarlos a la hora de atrapar nuevos. Bueno, luego de que Dios nos atrapará con Su salvación, nuestra misión es unirnos a su equipo en la búsqueda de más personas para Su Reino. Pero la historia no termina ahí, luego de atrapados los pokémon deben ser restaurados y entrenados hasta alcanzar su mayor potencial. ¿No te recuerda esto al discipulado? Vamos siendo entrenados en la Palabra, poniendo nuestros dones y talentos al servicio del Señor y luego, siendo transformados a la imagen de Cristo .
El equipo al que perteneces
Otra cosa que quizás no sabías es que que en este juego puedes pertenecer a un equipo, si eres por ejemplo del equipo amarillo y te encuentras con alguien del equipo rojo puedes enfrentarte a esa persona, y ¡te pueden quitar hasta tu gimnasio! (si eres más experimentada que yo en el juego por favor perdona mi ignorancia). ¿Sabías que nosotras también pertenecemos a un equipo? (Lee este post para descubrir ¿A cuál equipo perteneces?) Y la realidad es que el equipo contrario, el de las tinieblas siempre anda por ahí intentando vencer a los nuestros, hacerlos caer y a atraerlos a su lado. Así como las personas se unen a ayudar a otras cuando son de un mismo equipo en Pokémon Go, nuestro llamado es aún más serio. En la Palabra somos llamados a:
- Amarnos los unos a los otros Juan 13:34
- Animarnos los unos a los otros (1 Tesalonicenses 5:11)
- Aceptarnos los unos a los otros (Romanos 15:7)
- Orar los unos por los otros (Santiago 5:16)
- Consolarnos los unos a los otros (2 Corintios 1:4)
- Perdonarnos los unos a los otros (Efesios 4:32, Colosenses 3:13)
- Soportarnos con paciencia (Efesios 4:2)
- Sobrellevar las cargas los unos de los otros (Gálatas 6:2)
¡Y la lista es aún más extensa! Y esa es en parte, nuestra forma de luchar y mantenernos firmes contra el equipo de las tinieblas, y anunciar unidos las virtudes de Aquel que nos llamó de las tinieblas a Su luz admirable.
Una recompensa eterna
No fue hasta que me enteré que la Nintendo estaba regalando una importante suma de dinero a las tres primeras personas que atraparan todos los pokémones que comprendí mejor el esfuerzo de mucho para capturarlos. Las noticias para nosotras son MUCHO mejores que una remuneración económica, porque nuestra recompensa no es algo que puedes perder ni gastar, son recompensas eternas que no pueden siquiera ser medidas por las monedas de este mundo y no solo para los tres primeros ganadores sino para todos nosotros. Ya el regalo de la salvación es de por sí algo maravilloso, la justificación INCREIBLE, pero además de todo eso tendremos un premio de aquel lado, y en realidad yo pienso que no hay recompensa mayor que ver cara cara a mi Señor y Salvador.
Así que amada Joven Verdadera Go! Y atrapa al mundo para Cristo.
Únete a la conversación