El primer día de clases después de las vacaciones de Navidad era algo memorable durante mis años en primaria; permitían que todos los niños escogieran uno de los regalos que habían recibido y los llevaran al colegio. Recuerdo como todos llegaban felices mostrando y compartiendo sus juguetes, pero hay algo que quedó marcado en mi memoria, una vez, uno de mis compañeritos llegó muy triste, y la maestra le preguntó qué le habían dejado los Reyes Magos (que es lo tradicional en donde vivo) y él (si no recuerdo mal) contestó que le habían dejado carbón. ¡Carbón! ¿No es eso horrible? Es lo que Santa y los Reyes dejan cuando un niño no se ha portado muy bien durante el año.
¿Puede imaginarte lo horrible que se siente recibir carbón? En nuestra autojusticia pensamos que ese niño merecía algo mejor, y si te pregunto qué crees que mereces esta Navidad seguramente no responderías que carbón. Todas creemos merecer algo “bueno” cuando la verdad es todo lo contrario.
~¿Eres buena? No. (No hay ni uno que haga lo bueno, ni uno solo». Romanos 3:12)
~¿Si no eres buena, entonces qué eres? Una pecadora. (Pues todos hemos pecado; nadie puede alcanzar la meta gloriosa establecida por Dios. Romanos 3:23)
~¿Cuál es el regalo que te mereces entonces? La muerte. (Pues la paga que deja el pecado es la muerte 6:23a)
¿Ves? Todas merecíamos algo peor que carbón en nuestro arbolito en esta Navidad, merecíamos la muerte y la condenación eterna, pero en su lugar Dios envió a Su Hijo para darnos el mayor regalo que alguien puede recibir. Y para eso, Jesús tomó el regalo que tú y yo merecíamos y Dios nos otorgó a través de Él lo que solamente Cristo podría ganarse al vivir una vida de rectitud que ahora es nuestra. Así que siguiendo el orden que llevábamos arriba podemos preguntar, ¿Cuál es el regalo que está debajo de tu arbolito?
Pero el regalo que Dios da es la vida eterna por medio de Cristo Jesús nuestro Señor. Romanos 6:23b.
Puedes estar gozosa hoy, puedes gritar de alegría, si has reconocido a Cristo como tu Señor y Salvador, entonces, hay muchas razones para celebrar en este día. ¡Ya no hay ni habrá jamás condenación, ni carbón en tu arbolito!
¿Tomarías un minuto para compartir esta maravillosa noticia, este increíble en inmerecido regalo con tus amigas en las redes? Quizás Dios tenga compasión de ellas y por primera vez en sus vidas pueden celebrar el verdadero regalo de Navidad.
¡Hey chicas! Nos encanta escuchar de ustedes, pero nos sentimos limitadas por las formas en que podemos ayudarlas. Por un lado, no somos consejeras. Si buscas consejo, te animamos a hablar con tu pastor o una mujer piadosa en tu vida ya que ellos sabrán más detalles y te darán seguimiento y ayuda. También, los comentarios siguientes no necesariamente reflejan el punto de vista de Aviva Nuestros Corazones. Nos reservamos el derecho de remover comentarios que puedan no ser de ayuda o inapropiados. Puede ser que editemos o removamos tu comentario si:
*Requiere o contiene información personal como emails, direcciones, teléfonos.
*Ataca a otras lectoras.
*Utiliza lenguaje vulgar o profano.
Únete a la conversación