Honestas con Él

Por: Christina Book

“Señor, yo no quiero leer tu Palabra ahora mismo… no me encanta… las Escrituras parecen ser tan aburridas…”

¿Alguna vez has orado algo así a Dios? Puede ser difícil ser honesta con Él, ya que queremos decir cosas como: “Señor, Tu Palabra es dulce… me trae paz… me gusta más que cualquier otro libro”. Queremos orar con el Salmista: “Me deleitaré en tus estatutos” (Salm. 119:16a).

Es maravilloso cuando podemos venir a un lugar en nuestro caminar espiritual en el cual podemos decir tales cosas a Él. Pero hasta que podamos orar esas palabras honestamente, no deberíamos mentir y pretender que amamos la Palabra de Dios cuando en realidad no es así.

Lo creas o no, aprender a ser honesta con el Señor acerca de nuestra falta de deseo por Él y por Su Palabra puede ser un paso importante hacia el deleite por las Escrituras y Su presencia. Recientemente en mi propia vida, sentí una falta de sed por Dios. No quería estar con Él. No quería leer la Biblia. No quería orar. Mientras estaba desanimada por mi falta de deseo por el Señor y Su Palabra, no estaba segura de cómo cambiar para poder cultivar una sed por Él.

Dios me ha llevado a ser honesta con Él en vez de hacer un espectáculo con mis devociones. Leyendo fragmentos de mis recientes entradas a mi diario, veo un corazón anhelando un deseo por Su Palabra y Su presencia. Oré, rogándole al Señor para que me de hambre por Su Palabra y por Él.

¿Sabes qué es tan asombroso? ¡Él lo hizo! Aún estoy aprendiendo y creciendo, pero últimamente, he disfrutado leer las Escrituras y sentarme a los pies de Jesús, disfrutando de Su presencia y Su Verdad. En vez de pensar en esto como una tarea aburrida, estoy aprendiendo a disfrutarla de nuevo y a deleitarme en Dios y en el regalo de Su Palabra.

¿Batallas y luchas por amar las Escrituras? ¿Tienes problemas con eso? ¿Es tu tiempo de quietud una molestia? ¡Díselo a Jesús! Él ya lo sabe y quiere que tú, así como lo quiso de mí, se lo digas a Él. A medida que nos acercamos a Su trono, pidiendo por gracia, Él nos la dará.

“Por tanto, acerquémonos con confianza al trono de la gracia para que recibamos misericordia, y hallemos gracia para la ayuda oportuna”. (Heb. 4:16)

Dios no quiere que tratemos de actuar como si lo tuviéramos todo resuelto. Nuestras oraciones son una farsa para Él si estamos solo diciendo cosas solamente por decirlas. Cuando pretendemos que amamos la Palabra de Dios cuando en realidad no es así, estamos mintiéndole a Él. En lugar de eso, Dios nos llama a honestidad, “si confesamos nuestros pecados, Él es fiel y justo para perdonarnos los pecados y para limpiarnos de toda maldad” (1 Juan 1:9). A medida que le decimos a Él acerca de nuestra lucha por amar Su Palabra, Él nos sanará y nos renovará, dándonos un profundo amor y pasión por Él y por las Escrituras. Él puede hacer todo eso y lo hará. Vamos a pedírselo y a ser honestas con Dios.

Ayúdanos a llegar a otras

Como ministerio nos esforzamos por hacer publicaciones de calidad que te ayuden a caminar con Cristo. Si hoy la autora te ha ayudado o motivado, ¿considerarías hacer una donación para apoyar nuestro blog de Joven Verdadera?

Donar $3

Sobre el autor

¡Hey chicas! Nos encanta escuchar de ustedes, pero nos sentimos limitadas por las formas en que podemos ayudarlas.

Si buscas consejo te animamos a hablar primero con tu pastor o una mujer piadosa en tu vida, ya que ellos sabrán más detalles de ti y te darán seguimiento y ayuda.Lo publicado en la sección de comentarios no necesariamente refleja el punto de vista de Aviva Nuestros Corazones.

Nos reservamos el derecho de remover opiniones que puedan no ser de ayuda o inapropiadas. Puede ser que editemos o removamos tu comentario si: * Requiere o contiene información personal como emails, direcciones, teléfonos. *Ataca a otras lectoras. * Utiliza lenguaje vulgar o profano.


Únete a la conversación