Huye del pecado; da un paso hacia la obediencia

Ayer, Miranda compartió su historia sobre cómo encontrar libertad del pecado sexual. Si no leíste esa publicación, seguro querrás regresar y leerla.

Hoy, ella nos explica cómo caminar en obediencia. Mira lo que dice:

Un camino hacia la obediencia

Si estás atorada en el pecado, tal vez estés pensando:

●      ¿Donde siquiera comienzo?

●      Mi pecado parece inmenso

●      No creo que algún día pueda salir de esto.

Si esta eres tú, ten valor. La obediencia sucede un paso a la vez. Aquí hay algunos pasos para para caminar el camino de obediencia:

●      Confiesa todo pecado al Señor ahora. Detén lo que estas hacienda, y ponte de rrodillas. Pídele Su perdón y Su Misericordia (Salmo. 139:23–24).

●      Pídele que te ayude a luchar contra tu pecado. ¡Debes saber que Él lo va a hacer! Él se deleita en ti, y Él quiere traerte a un compañerismo más cercano a Él. El Señor ama cuando estamos quebrantadas por nuestro pecado y no anhelamos otra cosa que obedecerle (Salmo. 51:7; 2 Samuel. 22:7, 20).

●      Confiesa tu pecado a otra persona. Este paso es difícil, pero es necesario. Así es como el pecado ya no permanece escondido. Lo confesamos al Señor, y luego lo confesamos a alguien más a quien le podamos rendir cuentas y quien nos anime al luchar contra la tentación (Santiago 5:16). Yo te animaría a confesarlo a tus padres.

●      Toma pasos activos para caminar lejos del pecado. Abandona cualquier relación no sana. Deja libros, programas de TV o películas que causen que tu mente se desvíe. Toma tiempo con el Señor y pídele que te muestre como Él desea que tú camines en obediencia a Él. Él te va a guiar. Es tu tarea seguirlo.

Seguirlo no va a ser fácil, dulce hermana. Tu corazón va a protestar, y pudiera ser doloroso. Recuerda, el Señor disciplina a aquellas a quienes Él ama (Heb. 12:6). Él quiere lo mejor para ti. El perfeccionamiento de un pecado escondido y repetido es difícil, pero El jamás te va a abandonar en medio de tu lucha por la rectitud. En efecto, Él va a pelear por ti (Exodo 14:14).

●      Toma las siguientes semanas para reabastecer tu corazón con las cosas del Señor. Toma caminatas afuera y platica con Él. Siéntate en tu recamara y escucha canciones de adoración. Lleva un diario de cómo Él te ha sido fiel. Júntate con otras chicas quienes lo amen ¡y quieran verte a ti amándolo más a Él! Y más importante, llena tu mente con la Escritura y pide al Señor que te permita un amor por Su Palabra que te sobrecoja.

Algo importante que debes recordar es que solo la fuerza de voluntad no te va a guardar del pecado. No podemos simplemente decir, “Voy  a ser realmente fuerte y evitar la tentación de ahora en adelante”. No tenemos el poder para resistir el pecado dentro de nosotras mismas. Es por eso que necesitamos tanto a Jesús. Vamos a enfrentar tentaciones el resto de nuestras vidas. Siempre nos vamos a entrenar con la decisión de escoger el pecado por encima de Cristo. Es una oportunidad de decir al Señor, “¡Yo te amo más!”

Una vez que decidas comenzar a caminar por el camino de obediencia, la tentación aun va a permanecer. De hecho, pudiera llegar a ser más fuerte. El enemigo de nuestras almas no quiere que te des cuenta que ya no estas más bajo un “espíritu de esclavitud” (Rom 8:15). Él va a intentar aún más desanimarte y alejarte de una intimidad más dulce y más real con Jesús. Aun después que decidí confesar mi pecado y escoger a Jesús por encima de mi tentación, falle otra vez. Me dejó sintiéndome aún más derrotada. ¿Cómo podía Jesús amar tal caos?  

El suavemente me recordó durante esa temporada que yo lo necesitaba a Él cada segundo. Que Su amor por mí no depende de cuantos éxitos tenga en obedecerlo. Yo puedo llamarlo y Él me va a rescatar. Él va a proveer una forma de escape en medio de cada atracción traicionera que Satanás me lance. De hecho, Jesús va a usará todo para que yo llegue a ser una mujer de fe quien conozca que su Salvador va a venir en su ayuda cuando el enemigo golpea.

Cuando vemos a Jesús infinitamente más digno que la tentación que tan fácilmente nos influenciaba, nada va a ser capaz de compararse con el amor que compartimos con nuestro Salvador. Cada vez que Satanás intente engañarnos con antiguos pecados y errores pasados, sacudiremos nuestra cabeza, y diremos Jesús vale mucho más que eso.

Jesús recompensa la obediencia. Una vida rendida a Cristo no es fácil, pero vale la pena mucho más.

Así que ¿cómo puedes comenzar hoy en el camino de obediencia? ¿Qué pecado escondido necesita sacar a la luz y entregar a Jesús?

Jesús ha sido fiel a ti antes, y ¡Él va a seguir siendo fiel ahora! Escribe un comentario en la parte de abajo sobre cómo puedes tu confiar en que El seguirá siendo fiel al comenzar a caminar en obediencia a Él.

Para más recursos en cómo resistir la tentación, lee esta publicación “Busca la Puerta Pequeña.”

Ayúdanos a llegar a otras

Como ministerio nos esforzamos por hacer publicaciones de calidad que te ayuden a caminar con Cristo. Si hoy la autora te ha ayudado o motivado, ¿considerarías hacer una donación para apoyar nuestro blog de Joven Verdadera?

Donar $3

Sobre el autor

Miranda Boyce

Miranda Boyce

Miranda Boyce estudia la educación primaria en la Universidad Liberty. Sus actividades favoritas incluyen ir a las librerías de segunda mano, escribir en sus diarios, probar nuevas recetas, leer los escritos de Elisabeth Elliot y pasar tiempo con sus amigos … leer más …

¡Hey chicas! Nos encanta escuchar de ustedes, pero nos sentimos limitadas por las formas en que podemos ayudarlas.

Si buscas consejo te animamos a hablar primero con tu pastor o una mujer piadosa en tu vida, ya que ellos sabrán más detalles de ti y te darán seguimiento y ayuda.Lo publicado en la sección de comentarios no necesariamente refleja el punto de vista de Aviva Nuestros Corazones.

Nos reservamos el derecho de remover opiniones que puedan no ser de ayuda o inapropiadas. Puede ser que editemos o removamos tu comentario si: * Requiere o contiene información personal como emails, direcciones, teléfonos. *Ataca a otras lectoras. * Utiliza lenguaje vulgar o profano.


Únete a la conversación

Recursos relacionados