Por paradójico que pueda parecerte me encuentro muy triste al escribir este post. Como ya te habrás dado cuenta, la vida da muchos reveses y en ocasiones cuando todo sale volando por la ventana ante el tornado de los cambios, nuestra alegría también quiere escapar. Ahora si me preguntaras, ¿Clara Nathalie, eres una persona feliz? La respuesta sería exactamente la misma que en el mejor momento de mi vida, rotundamente ¡SÍ! Ya que respondí, permíteme ahora preguntar a mi, ¿y tú, eres una persona feliz? Si es así, ¿qué te hace feliz?
La respuesta a esta pregunta podría marcar los momentos más difíciles de tu vida. Cuando esa persona a quien tanto amas se va o muere o simplemente deja de quererte, cuando tus calificaciones dejan de ser tan buenas como antes, cuando falta el dinero, cuando te rompen el corazón, ¿sientes un poco de tristeza o es como si tu mundo terminara? Es posible que estés dejando que tu felicidad dependa de cosas equivocadas, C.S. Lewis dijo una vez:
No dejes que tu felicidad dependa de cosas que puedes perder.
Ahora, trayendo un poco de luz a esta frase, podemos detenernos a pensar en cuáles son esas cosas que podemos perder, y la verdad es que la lista es tan extensa que podemos resumirla en una sola palabra “TODO”, todo en este mundo puede perderse; las cosas materiales, las personas, ¡hasta la vida! Entonces podemos asumir que lo que CS Lewis nos recomienda es que no permitamos que nuestra felicidad dependa de nada en este mundo. Veamos cómo Pablo, inspirado por el Espíritu Santo lo dice:
Así que no miramos las dificultades que ahora vemos; en cambio, fijamos nuestra vista en cosas que no pueden verse. Pues las cosas que ahora podemos ver pronto se habrán ido, pero las cosas que no podemos ver permanecerán para siempre. 2 Corintios 4:18
La Palabra nos invita a vivir por fe y no por ver (2 Cor 5:7), a poner los ojos en Jesús quien es autor y consumador de esta fe (Hebreo 12:2), a no hacernos tesoros en este mundo (Mateo 6:19)... De distintas formas se nos advierte que no busquemos aquí lo que no podemos encontrar, y en ocasiones somos obstinadas y queremos seguir buscando la felicidad de este lado del sol. Me encanta como CS Lewis dice:
Si nos encontramos con el deseo de que nada en este mundo nos puede satisfacer, la explicación más probable es que fuimos hechos para otro mundo.
Dios ha puesto eternidad en nuestros corazones de manera que solo lo eterno pueda satisfacernos y darnos verdadera felicidad. A través de Cristo y gracias a Su sacrificio en la cruz por nuestros pecados y a Su perfecta vida de obediencia tenemos acceso a una eternidad con el Señor, todas las promesas de Dios son un sí y un amén para nosotras en Cristo. ¡Qué precioso es el Evangelio! De manera que hay una sola respuesta lógica y es hacer que en Él estén todas las fuentes de nuestro gozo.
Cristo es la única cosa que jamás podrás perder, Él es tu salvación y tu esperanza, ¡pon tu felicidad en Cristo!
Toma unos minutos para que podamos saber de ti, ¿qué te hacía feliz antes de conocer a Cristo y qué te hace feliz ahora? Responde abajo en la sección de comentarios.
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