Hace unas semanas compré mi agenda para este nuevo año, coloqué en mi calendario de pared todos los días que serían festivos y comencé a marcar los cumpleaños y actividades que me esperan. Me encanta planear y decorar cada detalle pero por mucho que planifique o decore solo podré vivir esos días uno a la vez. No podré saltar ninguno ni retroceder a uno que haya pasado.
Parece algo sencillo pero la verdad es que en la práctica muchas veces no lo es, en especial cuando se trata de establecer metas para el año que comienza. Piensalo un poco, cuando escuchas “leer la Biblia en un año”, ¿se siente como inalcanzable verdad? Bajar “xx libras/kilos” (quizás soy solo yo quien necesita eso) luce como una misión imposible en especial de todo lo que comí en diciembre. Quizás tus metas tengan que ver con tu desempeño en el colegio o la universidad, o la maestría, definitivamente quieres pasar este semestre con buenas calificaciones pero eso no sucederá por arte de magia.
Creo que la creación esconde el secreto de cómo debemos de vivir sin afán ni ansiedad por los 365 días que tenemos por delante y cómo lograremos todo lo que queremos; cada mañana incia un nuevo día y cada noche termina, no se puede vivir dos días a la vez. Hay un hermoso pasaje en Mateo 6 del 25 al 34 que en algunas versiones de la Biblia se encuentra bajo el título : El afán y la ansiedad, es aquí donde se encuentra el versículo tan conocido de buscar el Reino de Dios y su justicia, pero al dejarlo ahí muchas veces obviamos lo que sigue:
Versículo 34:
Por tanto, no os preocupéis por el día de mañana; porque el día de mañana se cuidará de sí mismo. Bástele a cada día sus propios problemas.
Si tuviéramos que resumir todo esto en una frase posiblemente sería: Ocúpate del día de hoy.
Al poner tu mente en el día de ayer muchas veces tu corazón se llena de tristeza, y al ponerla en el futuro se llena de temor, ¡necesitas disfrutar la gracia que tienes para hoy!
Pensando así aquí te presento un grupo de cosas que podrías hacer un día a la vez y verás como siendo fiel en hacerlas cada día al final del año estarás más lejos de lo que te imaginas.
1)Lee una porción de las Escrituras cada día. Si tu meta es leer la Biblia en un año (usa uno de estos planes)
2) Aparta un tiempo cada día para orar. Puedes usar un diario de oración y te quedará como un recordatorio del obrar de Dios en tu vida al finalizar el año.
3) Cumple con tus deberes cada día, evita postergar y agrupar cosas por hacer de manera innecesaria.
4) Sé obediente a la Palabra hoy. Quizás hay mandatos que parecen imposibles pero si te concentras en cumplirlos solo por un día se verá mucho menos difícil, después de todo tienes toda la gracia que necesitas para ese día.
5) Predícate el Evangelio cada día, recuerda que eres un pecadora en necesidad de un gran Salvador y que tienes perdón en Cristo.
Puedes hacer este ejercicio con todas tus resoluciones, si trabajas en ellas poco a poco. Tendrás misericordias nuevas cada día. 365 regalos del Señor inician mañana. Cuéntanos un poco de cuáles son tus resoluciones para este nuevo año.
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