Creo que nuestro Dios es intencional y con propósitos específicos con cada mínimo detalle de su obrar en nuestras vidas, en su pueblo, en la historia de la humanidad. Cada detalle de esto es con la intención de dar a conocer su carácter, sus atributos: su santidad, su bondad, su fidelidad, su poder, su sabiduría, su justicia, su eternidad. Nuestro Dios, nuestro Creador desea que le conozcamos, que caminemos en profunda intimidad con Él.
Leyendo el capítulo 9 pude apreciar que:
- El lugar santo, el velo y el lugar santísimo nos apunta a su santidad.
- El arca del pacto, el maná y la vara de Aarón nos recuerda de su poder, provisión y fidelidad.
- El tabernáculo terrenal nos apunta a la misma presencia de Dios.
- El candelabro nos apunta a la provisión fiel de la verdadera luz para nuestras vidas: Jesús.
- La mesa con los panes consagrados nos apunta a …
Creo que nuestro Dios es intencional y con propósitos específicos con cada mínimo detalle de su obrar en nuestras vidas, en su pueblo, en la historia de la humanidad. Cada detalle de esto es con la intención de dar a conocer su carácter, sus atributos: su santidad, su bondad, su fidelidad, su poder, su sabiduría, su justicia, su eternidad. Nuestro Dios, nuestro Creador desea que le conozcamos, que caminemos en profunda intimidad con Él.
Leyendo el capítulo 9 pude apreciar que:
- El lugar santo, el velo y el lugar santísimo nos apunta a su santidad.
- El arca del pacto, el maná y la vara de Aarón nos recuerda de su poder, provisión y fidelidad.
- El tabernáculo terrenal nos apunta a la misma presencia de Dios.
- El candelabro nos apunta a la provisión fiel de la verdadera luz para nuestras vidas: Jesús.
- La mesa con los panes consagrados nos apunta a ver la constante y fiel provisión de alimento espiritual de Dios, Jesús: nuestro pan de vida.
- La sangre de los machos cabríos nos apunta a la insuficiencia de la misma para el perdón de nuestros pecados, pero también nos apunta la suficiencia completa y perfecta de la sangre derramada del hijo de Dios.
¿Te has detenido a apreciar, a atesorar los destellos de la revelación de carácter de Dios en cada detalle de tu vida, de tu familia, de tu iglesia?
La obra de nuestro Dios siempre es y siempre será suficiente, completa en gracia, poder y justicia
«Porque Cristo no entró en un lugar santo hecho por manos sino en el cielo mismo, para presentarse ahora en la presencia de Dios por nosotros, y no para ofrecerse a sí mismo muchas veces; pero ahora, una sola vez en la consumación de los siglos, se ha manifestado para destruir el pecado por el sacrificio de sí mismo». –Hebreos 9: 24-26
«Por esta voluntad hemos sido santificados mediante la ofrenda del cuerpo de Jesucristo ofrecida de una vez para siempre». –Hebreos 10:10
«Pero Él, habiendo ofrecido un solo sacrificio por los pecados para siempre, se sentó a la diestra de Dios». –Hebreos 10:12
¿Estamos verdaderamente rindiendo y confiando nuestras vidas a Dios, descansamos en su completa y suficiente obra por nuestros pecados? O, ¿estamos tratando de arreglar, manipular o añadir?
No tengamos en poco Su gran sacrificio, la sangre del unigénito del Padre derramada por nosotras. Hermanas, que la grande, poderosa y segura obra de nuestro Dios en Jesucristo sea el fundamento de nuestra fe, nuestra fuerza para luchar contra el pecado, sea nuestra ancla para permanecer firmes, sin vacilar ante toda tentación, prueba, viento contrario, sea nuestra razón y pasión para vivir por Él y para Él.
¡Él es digno! ¡Él es digno!
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