José vuelve a ver a sus hermanos en medio de circunstancias que nadie hubiera imaginado. Los sueños de José se ven cumplidos cuando sus hermanos se inclinan ante él.
¿Cómo crees que se sentía José? ¿Cómo hubieras reaccionado tú si alguien que te hizo mucho daño se presenta delante de ti y tienes poder sobre ellos?
Definitivamente, José no se lo hizo fácil. Él los trató con aspereza (42:7) y le puso varias trampas para probar sus corazones. ¿Serían los mismos o habrían sentido culpa por lo que habían hecho? ¿Qué harían si José retenía a uno de los hermanos? ¿Lo venderían o lo darían por perdido? ¿Lo dejarían atrás sin importar el dolor del padre?
Obviamente José pudo comprobar que sus hermanos sentían remordimiento por las cosas que habían acontecido en el pasado, y el corazón de José fue ablandado e inclinado a perdonar. La gracia de Dios obró en todos.
- ¿Se te hace fácil perdonar a otros? ¿Por qué sí o por qué no?
- ¿Guardas resentimientos contra alguien que te hizo daño? ¿Cómo puede la gracia de Dios redimir esa relación?
- ¿Qué luz aportan los versículos debajo de este tema?
«Entonces acercándose Pedro, preguntó a Jesús: «Señor, ¿cuántas veces pecará mi hermano contra mí que yo haya de perdonarlo? ¿Hasta siete veces?». Jesús le contestó: «No te digo hasta siete veces, sino hasta setenta veces siete.» -Mateo 18:21-22 (NBLA)
«Amados, nunca tomen venganza ustedes mismos, sino den lugar a la ira de Dios, porque escrito está: «Mía es la venganza, Yo pagaré», dice el Señor.» –Romanos 12:19 (NBLA)
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