Día 49 | Números 33 – 36

¡Llegamos a nuestro último día en el libro de Números! Increíble este viaje, ¿no? Mucho mejor de lo que pensabas, ¿verdad?

Si conté bien, los israelitas se mudaron 42 veces, casi una vez al año. 

• ¿Te has mudado tanto en tu vida? ¿Te imaginas tener que mudarte de un lado al otro tantas veces, por tanto tiempo? 

Es interesante cómo la NTV se refiere a estas como «etapas». Me hace pensar en las etapas de la vida por las que todos pasamos. Yo solo tengo 35 años y siento como si hubiera pasado por más de 42 etapas en mi vida! Moisés registró su viaje por las ciudades, y la ruta indirecta para llegar desde Egipto a la Tierra Prometida.

• ¿Cómo sería nuestra ruta si registramos las jornadas de nuestro trayecto de la esclavitud al reino venidero?

El Señor luego habla de los límites de la tierra prometida a Israel. Tenía aproximadamente 160 millas de largo y 50 millas de ancho. Esta era una pequeña área de tierra para una población tan grande de personas, sin embargo, durante mucho tiempo, esta pequeña parcela de tierra fue el único lugar en el mundo donde Dios era conocido.

• ¿Cómo estás haciendo del lugar en el que vives, sea este pequeño o grande, un “terreno rico” donde se conoce al Señor?

En esta nueva tierra prometida hay necesidad de ciudades de refugio.

Es un lugar que brinda protección a alguien que mató a alguien sin querer. El asesino puede huir a una de estas seis ciudades hasta ser juzgado. Incluso si son absueltos, deben permanecer y vivir en la ciudad de refugio hasta que el sumo sacerdote muera.

Así también, sólo por la muerte de Jesús, nuestro Sumo Sacerdote, los pecadores son liberados.

Al igual nosotros cuando pecamos accidental o conscientemente, con corazones arrepentidos debemos CORRER a Jesús, quien es nuestra ciudad de refugio. Aún hoy, si un asesinato involuntario ocurre, la persona debe permanecer retenida y esperar ser absuelta o penalizada en un juicio. 

Y finalmente, volvemos a ver a las hijas de Zelofehad, ¿si las recuerdas del capítulo 27 con respecto a la herencia de su padre ya que no había varones en la familia? Ahora la petición es de los líderes de su tribu con relación a la herencia de la tierra en caso de un matrimonio. Querían asegurarse de que la tierra permaneciera bajo su posesión. De no ser así, ellos perderían tierra si sus mujeres se casaban con miembros de otras tribus de Israel. Moisés ordena que se casen dentro de la tribu de su padre para que no pierdan la herencia de la tierra que se asignó a cada tribu.

Tenemos que notar también que Moisés dijo: «Cásense con el que bien les parezca» (36:6 NBLA). Tenían la libertad de casarse, solo debían hacerlo dentro de la familia del padre.

¡Debemos recordar cuán grandes eran las familias y si se caban con uno de sus primos, probablemente tendrían 100 opciones! Ahora, esta orden no era la regla para todas las mujeres sino solo para las herederas.

• Esta no es una ley para nosotros hoy, pero ¿cuán importante es para ti que los creyentes se casen con otros creyentes (no por herencia terrenal, sino herencia eterna)?

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