Más allá de las luces y tu lista de canciones de Navidad
¿Qué celebramos realmente en Navidad? Entre luces, regalos y playlists navideñas, es fácil que el corazón se nos llene de ruido y se nos olvide el mensaje central de esta fecha: Dios se hizo hombre. Hoy queremos invitarte a hacer una pausa. Apaga el mundo por un momento, respira, y deja que esta historia, la verdadera historia de la Navidad, te vuelva a llenar de asombro.
Aquí te compartimos algunas frases y versículos del episodio de hoy:
Anuncio del nacimiento de Juan el Bautista (Lucas 1)
- «Hubo en los días de Herodes, rey de Judea, cierto sacerdote llamado Zacarías, del grupo de Abías, que tenía por mujer una de las hijas de Aarón que se llamaba Elisabet.Ambos eran justos delante de Dios, y se conducían intachablemente en todos los mandamientos y preceptos del Señor. No tenían hijos, porque Elisabet era estéril, y ambos eran de edad …
¿Qué celebramos realmente en Navidad? Entre luces, regalos y playlists navideñas, es fácil que el corazón se nos llene de ruido y se nos olvide el mensaje central de esta fecha: Dios se hizo hombre. Hoy queremos invitarte a hacer una pausa. Apaga el mundo por un momento, respira, y deja que esta historia, la verdadera historia de la Navidad, te vuelva a llenar de asombro.
Aquí te compartimos algunas frases y versículos del episodio de hoy:
Anuncio del nacimiento de Juan el Bautista (Lucas 1)
- «Hubo en los días de Herodes, rey de Judea, cierto sacerdote llamado Zacarías, del grupo de Abías, que tenía por mujer una de las hijas de Aarón que se llamaba Elisabet.Ambos eran justos delante de Dios, y se conducían intachablemente en todos los mandamientos y preceptos del Señor. No tenían hijos, porque Elisabet era estéril, y ambos eran de edad avanzada» (vv. 5-7).
- «Pero aconteció que mientras Zacarías ejercía su ministerio sacerdotal delante de Dios… se le apareció un ángel del Señor, de pie, a la derecha del altar del incienso. Al verlo, Zacarías se turbó, y el temor se apoderó de él» (vv. 8, 11-12).
- «Pero el ángel le dijo: “No temas, Zacarías, porque tu petición ha sido oída, y tu mujer Elisabet te dará a luz un hijo, y lo llamarás Juan. Y tendrás gozo y alegría, y muchos se regocijarán por su nacimiento. Porque él será grande delante del Señor; no beberá ni vino ni licor, y será lleno del Espíritu Santo aun desde el vientre de su madre.… E irá delante de Él en el espíritu y poder de Elías para hacer volver los corazones de los padres a los hijos, y a los desobedientes a la actitud de los justos, a fin de preparar para el Señor un pueblo bien dispuesto”» (vv. 13-15, 17).
- «Entonces Zacarías dijo al ángel: “¿Cómo podré saber esto? Porque yo soy anciano y mi mujer es de edad avanzada. Respondiendo el ángel, le dijo: Yo soy Gabriel, que estoy en la presencia de Dios, y he sido enviado para hablarte y anunciarte estas buenas nuevas.Y he aquí, te quedarás mudo, y no podrás hablar hasta el día en que todo esto acontezca, por cuanto no creíste mis palabras, las cuales se cumplirán a su debido tiempo”» (vv. 18-20).
- «Y después de estos días, Elisabet su mujer concibió, y se recluyó por cinco meses, diciendo: Así ha obrado el Señor conmigo en los días en que se dignó mirarme para quitar mi afrenta entre los hombres» (vv. 24-25).
Anuncio del nacimiento de Jesús (Lucas 1)
- «Y al sexto mes, el ángel Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de Galilea llamada Nazaret, a una virgen desposada con un hombre que se llamaba José, de los descendientes de David; y el nombre de la virgen era María. Y entrando el ángel, le dijo: “¡Salve, muy favorecida! El Señor está contigo; bendita eres tú entre las mujeres”» (vv. 26-28).
- «Mas ella, cuando le vio, se turbó por sus palabras, y pensaba qué salutación sería esta. Pero ella se turbó mucho por estas palabras, y se preguntaba qué clase de saludo sería este. Y el ángel le dijo: “No temas, María, porque has hallado gracia delante de Dios. Y he aquí, concebirás en tu seno y darás a luz un hijo, y le pondrás por nombre Jesús. Este será grande y será llamado Hijo del Altísimo; y el Señor Dios le dará el trono de su padre David; y reinará sobre la casa de Jacob para siempre, y su reino no tendrá fin”» (vv. 29-33).
- «Entonces María dijo al ángel: “¿Cómo será esto, puesto que soy virgen?”.Respondiendo el ángel, le dijo: “El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra; por eso el santo Niño que nacerá será llamado Hijo de Dios. Y he aquí, tu parienta Elisabet en su vejez también ha concebido un hijo; y este es el sexto mes para ella, la que llamaban estéril. Porque ninguna cosa será imposible para Dios”» (vv. 34-37).
- «En esos días María se levantó y fue apresuradamente a la región montañosa, a una ciudad de Judá; y entró en casa de Zacarías y saludó a Elisabet. Y aconteció que cuando Elisabet oyó el saludo de María, la criatura saltó en su vientre; y Elisabet fue llena del Espíritu Santo, y exclamó a gran voz y dijo: “¡Bendita tú entre las mujeres, y bendito el fruto de tu vientre!”» (vv. 39-42).
- «Entonces María dijo: “Mi alma engrandece al Señor, y mi espíritu se regocija en Dios mi Salvador. Porque ha mirado la humilde condición de esta su sierva; pues he aquí, desde ahora en adelante todas las generaciones me tendrán por bienaventurada. Porque grandes cosas me ha hecho el Poderoso; y santo es su nombre. Y de generación en generaciónes su misericordia para los que le temen. Ha hecho proezas con su brazo; ha esparcido a los soberbios en el pensamiento de sus corazones. Ha quitado a los poderosos de sus tronos; y ha exaltado a los humildes; a los hambrientos ha colmado de bienes y ha despedido a los ricos con las manos vacías. Ha ayudado a Israel, su siervo, para recuerdo de su misericordia tal como dijo a nuestros padres, a Abraham y a su descendencia para siempre» (vv. 46-55).
Nacimiento de Juan el Bautista (Lucas 1)
- «Cuando a Elisabet se le cumplió el tiempo de su alumbramiento, dio a luz un hijo. Y sus vecinos y parientes oyeron que el Señor había demostrado su gran misericordia hacia ella; y se regocijaban con ella» (vv. 57-58).
- «Entonces preguntaban por señas al padre, cómo lo quería llamar. Y él pidió una tablilla y escribió lo siguiente: “Su nombre es Juan”. Y todos se maravillaron. Al instante le fue abierta su boca y suelta su lengua, y comenzó a hablar dando alabanza a Dios. Y vino temor sobre todos los que vivían a su alrededor… Porque la mano del Señor ciertamente estaba con él» (vv. 62-66).
- «Y su padre Zacarías fue lleno del Espíritu Santo, y profetizó diciendo: “Bendito sea el Señor, Dios de Israel, porque nos ha visitado y ha efectuado redención para su pueblo, y nos ha levantado un cuerno de salvación… para mostrar misericordia a nuestros padres, y para recordar su santo pacto… Y tú, niño, serás llamado profeta del Altísimo; porque irás delante del Señorpara preparar sus caminos; para dar a su pueblo el conocimiento de la salvación por el perdón de sus pecados, por la entrañable misericordia de nuestro Dios, con que la Aurora nos visitará desde lo alto, para dar luz a los que habitan en tinieblas y en sombra de muerte, para guiar nuestros pies en el camino de paz (vv. 67-69, 72, 76-79).
Nacimiento de Jesús (Lucas 2)
- «Y aconteció en aquellos días que salió un edicto de César Augusto, para que se hiciera un censo de todo el mundo habitado…también José subió de Galilea, de la ciudad de Nazaret, a Judea, a la ciudad de David que se llama Belén, por ser él de la casa y de la familia de David, para inscribirse junto con María, desposada con él, la cual estaba encinta. Y sucedió que mientras estaban ellos allí, se cumplieron los días de su alumbramiento. Y dio a luz a su hijo primogénito; le envolvió en pañales y le acostó en un pesebre, porque no había lugar para ellos en el mesón» (vv. 1, 4-7).
- «En la misma región había pastores que estaban en el campo, cuidando sus rebaños durante las vigilias de la noche. Y un ángel del Señor se les presentó, y la gloria del Señor los rodeó de resplandor, y tuvieron gran temor. Mas el ángel les dijo: “No temáis, porque he aquí, os traigo buenas nuevas de gran gozo que serán para todo el pueblo; porque os ha nacido hoy, en la ciudad de David, un Salvador, que es Cristo el Señor”» (vv. 8-11).
- «…de repente apareció con el ángel una multitud de los ejércitos celestiales, alabando a Dios y diciendo: “Gloria a Dios en las alturas, y en la tierra paz entre los hombres en quienes Él se complace”» (vv. 13-14).
- «…los pastores se decían unos a otros: Vayamos, pues, hasta Belén y veamos esto que ha sucedido, que el Señor nos ha dado a saber… Y cuando lo vieron, dieron a saber lo que se les había dicho acerca de este Niño…los pastores se volvieron, glorificando y alabando a Dios por todo lo que habían oído y visto, tal como se les había dicho» (vv. 15, 17, 20).
- «Cuando se cumplieron los ocho días para circuncidarle, le pusieron por nombre Jesús, el nombre dado por el ángel antes de que Él fuera concebido en el seno materno» (v. 21).
Jesús presentado en el templo (Lucas 2)
- «Cuando se cumplieron los días para la purificación de ellos, según la ley de Moisés, le trajeron a Jerusalén para presentarle al Señor (como está escrito en la Ley del Señor: Todo varón que abra la matrizserá llamado santo para el Señor)...Y había en Jerusalén un hombre que se llamaba Simeón; y este hombre, justo y piadoso, esperaba la consolación de Israel; y el Espíritu Santo estaba sobre él… Movido por el Espíritu fue al templo. Y cuando los padres del niño Jesús le trajeron para cumplir por Él el rito de la ley, él tomó al Niño en sus brazos, y bendijo a Dios…» (vv. 22-23, 25, 27).
- «Y los padres del niño estaban asombrados de las cosas que de Él se decían. Simeón los bendijo, y dijo a su madre María: He aquí, este Niño ha sido puesto para la caída y el levantamiento de muchos en Israel, y para ser señal de contradicción 35 (y una espada traspasará aun tu propia alma) a fin de que sean revelados los pensamientos de muchos corazones» (vv. 33-35).
Crecimiento de Jesús (Lucas 2)
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«Habiendo ellos cumplido con todo conforme a la Ley del Señor, se volvieron a Galilea, a su ciudad de Nazaret. Y el Niño crecía y se fortalecía, llenándose de sabiduría; y la gracia de Dios estaba sobre Él» (vv. 39-40).
Para reflexionar:
- ¿Qué parte de la historia del nacimiento de Jesús has escuchado tantas veces que ya no te asombra y por qué?
- ¿Qué cambiaría en tu corazón esta Navidad si recordaras que el Dios eterno decidió hacerse niño por amor a ti?
- En un mundo que cambia tan rápido, donde hasta lo sagrado se vuelve cliché, la Navidad sigue recordándonos una verdad que no cambia: que fuimos tan amadas por Dios, que Él mismo descendió para rescatarnos; que Jesús no fue solo un bebé en un pesebre, sino el Salvador que vino a redimir lo que estaba perdido. Así que este año, más que decoraciones o rutinas, que nuestro corazón esté lleno de asombro. Porque Emanuel sigue con nosotras. Y eso lo cambia todo.
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