Hacer discípulos no es opcional, es nuestro llamado. (Parte I)

Se nos ha encomendado una sola tarea

Antes de dejar a Sus discípulos y ascender al cielo, Cristo encargó a los once una tarea principal (Mt. 28:19-20). Aunque en tu Biblia puedas ver otros verbos en la llamada Gran Comisión como imperativos (mandatos), en el griego solo hay uno. Los demás verbos son acciones que forman parte de esa única encomienda. 

¿Y cuál es esa encomienda? Hacer discípulos.

Suena simple, ¿verdad? Tal vez, pero tú sabes tan bien como yo que, aunque sea fácil de entender, está lejos de que sea fácil de hacer. De hecho, Pablo nos da una pista en 1 Tesalonicenses 1 al usar la palabra griega kopos junto con amor, que significa trabajo arduo, agotador y que produce sudor (ver v. 3). Luego en el capítulo 2, Pablo describe cómo fue su propio kopos al trabajar entre la joven iglesia de Tesalónica durante unos pocos meses. Un análisis cuidadoso de su descripción revela cómo debería ser realmente esa tarea de hacer discípulos, pero te advierto: es un trabajo duro. 

Recuerda tu rol

Cuando Pablo y sus compañeros llegaron a Tesalónica, una ciudad griega importante dentro del imperio Romano, tenían un solo objetivo: predicar el evangelio de Cristo a todo el que quisiera escuchar. De hecho, Pablo había sido comisionado para esta tarea por nada menos que Cristo resucitado (ver Hch. 9:1-20). Sin embargo, a pesar del prestigio de ser un apóstol elegido por el Salvador y de la autoridad especial que Él le había dado, Pablo nunca abusó de su posición ni perdió de vista que era simplemente un administrador del evangelio:

«Sino que así como hemos sido aprobados por Dios para que se nos confiara el evangelio, así hablamos, no como agradando a los hombres, sino a Dios que examina nuestros corazones». -1 Tesalonicenses 2:4 (énfasis añadido)

Esto significaba que Pablo no centraba el ministerio en sí mismo. Siempre recordaba que era un emisario del Señor (2 Cor. 5:18-20).

Parte del trabajo arduo motivado por el amor consiste en recordar tu rol como administradora. Al final, hacer discípulos no se trata de ti; siempre se trata de Él. Eso implica que Él está a cargo de los resultados y del mensaje. Puede ser tentador querer moldear a una joven discípula a nuestra propia imagen, pero ese no es el modelo bíblico del discipulado. Debemos recordar nuestro papel como mensajeras de las buenas noticias. 

Nutrir con ternura

Luego, Pablo compara su ministerio entre los tesalonicenses con el de una madre que amamanta a su bebé (1 Tes. 2:7). Por lo que sabemos de él en los relatos del libro de los Hechos y en sus propias cartas, puede que no pensemos en Pablo como alguien particularmente «tierno». Tendemos a visualizarlo firme ante la oposición que defiende el evangelio sin importar el costo, y que no teme confrontar para proteger la pureza del mensaje de Cristo; sin embargo, en 1 Tesalonicenses obtenemos una imagen distinta de este apóstol tenaz: él afirma que trató a estos nuevos creyentes con la ternura de una madre alimentando a su recién nacido. 

No sé exactamente cómo se veía esa ternura en Tesalónica, pero aquí hay algunas posibilidades: 

  • Contestar la misma pregunta una y otra vez.
  • Elegir cuidadosamente qué asuntos de pecado abordar y cuándo hacerlo.
  • Contestar preguntas que podrían parecer triviales o muy básicas.
  • Avanzar lentamente por las enseñanzas que él ya había dominado hacía mucho tiempo.

Entregarse a la ardua tarea de amar bien a otros requerirá de nosotras gentileza y ternura mientras los guiamos al Salvador.

Este apenas es el comienzo de lo que significa ser discípulos haciendo discípulos con amor y entrega. Todavía hay más verdades profundas y prácticas que necesitamos explorar juntas. No hemos terminado con este tema, así que te invitamos a regresar la próxima semana para la segunda parte de este blog. ¡No te la pierdas!

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Sobre el autor

Cindy Matson

Cindy Matson vive en un pequeño pueblo de Minnesota con su esposo, su hijo y su ridículo perro negro. Le gusta leer libros, tomar café y entrenar baloncesto. Puedes leer más de sus reflexiones sobre la Palabra de Dios en … leer más …

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