Retos en los grupos pequeños y cómo superarlos

¿A qué retos te enfrentas en tu grupo pequeño? Si somos honestas, muchas de nosotras antes de facilitar algún grupo, hemos sido un reto también. Así que, antes de repasar juntas algunos de los desafíos que se suscitan en los grupos pequeños, ten en mente que cada una de las hermanas que están en tu grupo son corazones que luchan y están en proceso de conocer más al Señor para ser transformadas por el Espíritu Santo a través de la Palabra. Y muchas veces nos usa para mostrarles el amor, el camino hacia la verdad que es Cristo.

Así que, te daré unos ejemplos. ¿Te suenan familiares estos desafíos en grupos pequeños?

• Sara llega rutinariamente quince minutos tarde.
• Jennifer desvía la conversación hacia temas superficiales.
• Laura asiste a la mitad de las reuniones y rara vez avisa cuando no vendrá.
• Karla nunca dice una palabra.
• María siempre se queja de algo.
• Patricia olvida enviar los mensajes para los alimentos a compartir.
• Gaby siempre quiere orar por lo mismo, pero nunca comparte sobre ella.
• Y Mónica… 

Amada hermana, ¿ya te duele la cabeza?

¿Por qué surgen estos obstáculos?

Estas situaciones en los grupos pequeños a menudo surgen cuando no se establecen expectativas claras desde el principio, o cuando un grupo que ha estado funcionando bien entra en piloto automático y, poco a poco, se infiltran malos hábitos. 

Sin embargo, también es momento de ser honestas y preguntar: ¿cómo se sienten? De expresar si han visto los cambios o los hábitos que se han vuelto costumbre, y lo preocupada que estás. La asistencia o no al grupo y la poca colaboración y compromiso, no es la meta a arreglar, sino el crecimiento en la Palabra y el fruto de ese crecimiento. Es decir, lo que más nos debe importar y debemos claramente trasladar a las hermanas es que este medio de gracia es lo que Dios nos ha dado para ayudarnos a ser como Cristo.

Cómo eliminarlos

Muchos de estos obstáculos pueden evitarse estableciendo algo como un «Pacto de comunidad». Un pacto es un acuerdo que expresa las prácticas del grupo, el compromiso esperado y los valores que se comparten. Cuando las integrantes firman, se valida el pacto y la responsabilidad compartida para construir un grupo saludable que les permita vivir como una comunidad de fe.

Un pacto como este también ayuda a prevenir expectativas no cumplidas y malentendidos.

Los mejores pactos especifican una duración clara. ¿Durará un año o solo durante el estudio actual? En momentos clave, revisa los puntos principales del pacto durante una reunión grupal. Como facilitadora del grupo, se espera que apliques las pautas con gracia y firmeza cuando sea necesario.

A continuación, encontrarás ocho valores sugeridos para incluir en un acuerdo de grupo. Luego puedes personalizarlo según las necesidades específicas de tu grupo, de acuerdo con la misión de tu iglesia y la guía de tus pastores.

8 valores importantes para grupos pequeños

1. Confidencialidad

Guardaré lo que tus hermanas comparten acerca de sus luchas. (Prov. 20:19)

2. Autenticidad

Me comprometo a ser genuina en compartir quién soy, sin hipocresías. (1 Pe. 2:1)

3. Amor

Mostraré amor por mis hermanas al hablar la verdad en amor. Orar, apoyar, escuchar y guardar a mi hermana para que Dios continúe transformándola a la imagen de Su Hijo. (Col. 3:12-17)

4. Rendición de cuentas

Me comprometo a rendir cuentas en áreas específicas de mi vida. Con mi permiso, pueden preguntarme sobre las metas que me haya propuesto en relación con Dios, mi familia, mi vida personal y mi servicio en el mundo. Espero que, en amor, no me dejen escapar fácilmente.

De acuerdo a Proverbios 27:17, les pido que me exhorten en las áreas de mi vida que no reflejan a Jesús, porque deseo crecer en santidad.

5. Oración

Prometo orar regularmente por las hermanas de mi grupo, presentándolas al Señor, y como resultado, estaré pendiente de sus necesidades y peticiones de oración. (1 Tes. 5:18)

6. Ánimo

Entiendo que cada mujer en este grupo está en una etapa diferente de su caminar con el Señor. La aceptaré tal como es, pero la animaré a seguir creciendo para parecerse más a Jesús. (1 Tes. 5:11)

7. Compromiso

Tendré mi estudio preparado cuando llegue al grupo. Decidiré asistir a cada reunión semanal, incluso si no he alcanzado todos los objetivos. Haré todo lo posible por estar presente y llegar a tiempo. Tendrá una alta prioridad en mi agenda, y si no, avisaré con tiempo. (Mt. 5:37)

8. Participación centrada en la Palabra 

Haré mi parte para mantener la conversación centrada en la verdad bíblica y en el pasaje que estemos estudiando. Contribuiré al diálogo sin dominarlo. Seré sensible para que todas tengan oportunidad de compartir mientras crecemos juntas en Cristo. La Escritura es nuestra autoridad y suficiencia. (Sal. 119:50)

¿Cómo incorporarás un pacto de grupo pequeño para eliminar los retos que enfrentes? 

No olvides que tu grupo pequeño no es tuyo, es un medio de gracia en el que Dios te usa y usa a tus hermanas para hacerte crecer a la semejanza del carácter de Cristo, y que tu grupo rinde cuentas a los pastores de tu congregación porque todas necesitan sabiduría y cuidado pastoral.

Oramos para que, al establecer un fundamento basado en principios bíblicos y expectativas claras, puedas dirigir tu grupo pequeño con gracia, unidad y propósito eterno. Porque donde hay orden, hay libertad para florecer en el Señor.

«Pero así formó Dios el cuerpo, dando mayor honra a la parte que carecía de ella, a fin de que en el cuerpo no haya división, sino que los miembros tengan el mismo cuidado unos por otros. Si un miembro sufre, todos los miembros sufren con él; y si un miembro es honrado, todos los miembros se regocijan con él». -1 Corintios 12:24-26