¿Es pecado la queja?

Por: Massiel Vásquez

Desde muy joven he luchado con la queja, ha sido una manera de desahogarme para no sentirme triste por algunas cosas o cambios en mi vida.  Nunca la vi como pecado y después de mi conversión continúe con las quejas constantes acerca de  mi cuerpo, la ropa, mi trabajo, mi pareja, mi familia y mis situaciones.  En mi trabajo me quejaba por todo pues mi deseo siempre ha sido desarrollarme en mi área, Marketing. Pero Dios por razones que desconozco no lo ha permitido. Mi descontento con Su voluntad me hizo dar mal ejemplo como cristiana a mis compañeras de trabajo, al punto que muchas me cuestionaban y me tildaban de ser una persona negativa.

Una de mis motivaciones al escribir sobre este tema es que muchas de nosotras aún no sabemos cuánto la queja desagrada a Dios y servimos de piedra de tropiezo a otros.

Aunque nuestro amado Dios me ha cambiado aún sigo orando y luchando con vivir sin murmuraciones ni quejas. (Filipenses 2:14 Haced todas las cosas sin murmuraciones ni discusiones.)

Según el diccionario, la queja es una expresión de dolor, pena, disgusto, disconformidad o enfado.  Por eso debemos preguntarnos ¿cuándo me quejo? En mi caso, en estas ocasiones: a) Cuando tengo expectativas muy altas que no se cumplen; o b) Cuando no estoy de acuerdo con alguna situación; o c) cuando no logro alcanzar mis metas. Te invito a  cuestionarte ¿Cuál es tu motivación realmente cuando te quejas?

¿Por qué es la queja un pecado contra Dios? Porque es decirle a Dios que está equivocado y que realmente estamos inconformes con Su voluntad en nuestras vidas o que entendemos que merecemos algo mejor de lo que Él ha permitido. Es olvidarse de que Él es un Dios bueno y que permite las cosas en nuestras vidas por una razón.

Escuché en una prédica 6 motivos por los cuales debemos ser cuidadosas con la queja, a continuación se los comparto:

1. La queja es una manifestación de inconformidad y rebeldía hacia la dirección de Dios.
2. Cuando nos quejamos pecamos contra el carácter de Dios, ponemos en duda que Él es un Dios bueno, poderoso y fiel.
3. Es una manifestación de injusticia, considerando bueno lo que realmente es malo y lo que nosotros consideramos malo cuando realmente es bueno.
4. La queja se convierte en amargura que contagia a los demás.
5. Muchas veces es una manifestación de codicia, porque siempre queremos más y más.
6. Nos quita el gozo y el disfrute de las maravillas de Dios a nuestro alrededor.

Cuando nos sintamos tentadas a quejarnos, les comparto algunos de mis versículos favoritos:

Job 7:17 ¿Qué es el hombre para que lo engrandezcas, para que te preocupes por él?

Romanos 12:2 “Y no os adaptéis a este mundo, sino transformaos mediante la renovación de vuestra mente, para que verifiquéis cuál es la voluntad de Dios: lo que es bueno, aceptable y perfecto”.

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