Mentoría sin complicaciones: pequeños comienzos, gran impacto

«Asimismo, las ancianas deben ser reverentes en su conducta, no calumniadoras ni esclavas de mucho vino. Que enseñen lo bueno, para que puedan instruir a las jóvenes a que amen a sus maridos, a que amen a sus hijos,a que sean prudentes, puras, hacendosas en el hogar, amables, sujetas a sus maridos, para que la palabra de Dios no sea blasfemada».-Tito 2:3–5

Nota del editor: Este mes, en Aviva Nuestros Corazones, nuestro enfoque está en las relaciones, y como creemos que las enseñanzas de Tito 2:3-5 son para todas las mujeres. ¡Esta semana en el blog hemos dedicado tiempo a revisar una serie de blogs de Mindy Kroesche que te ayudarán a responder esta pregunta: «Sé que debería estar mentoreando a alguien, ¿y ahora qué?». Y ya que cada mujer es una «mujer mayor» para alguien, si eres una mujer que lee estas palabras ¡esta serie es para ti! Tal vez la idea de la mentoría es nueva para ti, si es así, quizás quieras ver el mensaje de Nancy «Los secretos de belleza de Tito 2», en el que ella explica la idea de la mentoría tal como se presenta en Tito 2.

Cuando se trata de mentoría, muchas personas se sienten abrumadas. ¿Debería formar parte de un programa formal o simplemente reunirte por tu cuenta? ¿Deberías reunirte semanalmente o sumergirte directamente en un estudio bíblico exegético?

¡No tiene por qué ser tan difícil! La mentoría es simplemente compartir tus experiencias de vida y tu perspectiva con personas más jóvenes, aprender de mujeres mayores y vivir la vida juntas.

Establece las bases

Comienza orando para que el Señor te muestre con quién deberías reunirte, luego debes estar abierta a esperar Sus tiempos. Piensa en las mujeres que están a tu alrededor ¿Quiénes son las mujeres mayores cuyas vidas son dignas de imitar? ¿Quiénes son las mujeres más jóvenes que son receptivas a una mujer sabia y experimentada?

Una vez que sientas la dirección de Dios hacia la mujer correcta, tómate el tiempo para conocerse mejor saliendo a tomar un café o almorzar, caminando juntas o incluso invitándola a tu casa. No tiene que ser una relación de discipulado desde el inicio, en cambio, piensa en formar una nueva amistad.

Si juntarte con ella te resulta intimidante, puedes conocer a alguien en un estudio bíblico u otro grupo en la iglesia. Inicia una conversación, y mientras hablas, trata de mostrar compasión y amor por lo que está pasando esa mujer en ese momento, acompaña a alguien que necesita ayuda y aliento, ofrece orar por ella. Lo más importante es comenzar la relación mostrando cuidado y preocupación genuinos. Algunas formas sencillas de cultivar una amistad pueden incluir:

  • Invítala a un estudio bíblico al que estés asistiendo o en el que estés enseñando.
  • Envíale un mensaje de texto para hacerle saber que estás pensando en ella, pregunta si tiene peticiones de oración específicas.
  • Conecta con otras mujeres a través de tus hijos (salidas a jugar, deportes, etc.). Esto puede ayudarte a formar relaciones genuinas a través de la vida cotidiana.

Establece parámetros

Antes de comenzar una «conexión» de mentoría, considera si deberías establecer algunos parámetros. No todos los tipos de relación necesitan esta estructura, pero si la tuya es una más formal, puede ayudar a que las cosas vayan bien más adelante.

Mientras oras para que el Señor te muestre a quién acercarte, también ora sobre cómo debería ser su relación. Considera hacer lo siguiente mientras se desarrolla la amistad:

  • Establece un periodo de tiempo para reunirse. Por ejemplo, podrías reunirte semanalmente durante tres meses o mensualmente durante seis meses, y luego reevaluar. Algunas relaciones funcionan mejor cuando no se establece un tiempo determinado y las reuniones ocurren a medida que surgen las necesidades. La flexibilidad en una amistad de mentoría informal es muy valorada por las mujeres con estilos de vida ocupados.
  • Establece límites. No estés disponible 24/7. Establece horarios en los que no estés disponible, a menos que sea una emergencia, especialmente durante tu tiempo en familia. Anima a tu amiga a ir a Dios en oración primero antes de llamarte o enviarte un mensaje.
  • Asegúrate de pasar tiempo en la Palabra de Dios y en oración cada vez que se reúnan, también tengan un tiempo para platicar y ponerse al día.

Expectativas y errores a evitar

También es importante que, una vez que comiencen a reunirse, hablen sobre sus expectativas en la relación. ¿En qué áreas de la vida quiere ayudarte tu amiga? ¿Cuál es un lugar seguro y cómodo para reunirse? ¿Qué espera ella de esa relación? Asegúrate de que ambas estén de acuerdo con las expectativas para que estar en la misma sintonía pueda llevar a un mayor crecimiento mientras recorren juntas el camino de la vida.

Si estás tomando el rol de mentora, es importante que tu amiga sepa que no estás ahí para ser su madre ni para desempeñar el papel de consejera profesional. Estás ahí para acompañarla y animarla en su caminar con el Señor y orientarla hacia la verdad bíblica.

Sin importar los otros parámetros que establezcas, asegúrate de que ella sepa que lo que comparta será manejado con confidencialidad y que tiene la libertad de ser auténtica y transparente contigo.

Respeta la privacidad de cada una respecto a las cosas que prefieren compartir o dar detalles específicos. Valora las diferencias generacionales (si las hay), así como las cosas que tienen en común.

Adicionalmente, aquí te dejo unos errores a evitar:

  • Establecer roles estrictos de «maestra» y «estudiante».
  • Ser inflexible o insistir en tener demasiada estructura.
  • No estar dispuesta a compartir tus fallas y tus victorias.
  • Hablar sin escuchar de forma genuina o hacer preguntas duras/provocativas.
  • Dar demasiados consejos antes de tener suficiente confianza en la relación.
  • Intentar resolver los problemas de otros.
  • Esforzarte por hacer que la persona a quien mentoreas se vuelva una versión de ti misma.

Vivir la vida juntas es una aventura que trae grandes recompensas. Esta semana, comienza a orar y pide a Dios que te dirija hacia otra mujer cuyo corazón y vida puedan unirse al tuyo para Su gloria. Hay muchas mujeres que tienen sed de una relación auténtica de mayor a menor para ayudarlas a navegar por la vida. ¿Serás tú la respuesta a la oración de alguien por una relación de mentoría?

¿Buscas más recursos sobre mentoría? Para un análisis profundo de Tito 2 y los fundamentos bíblicos de la mentoría, te invitamos a revisar estos recursos: «Adornadas, viviendo juntas la belleza del evangelio de Nancy DeMoss Wolgemuth» y «Maternidad Espiritual de Susan Hunt».

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Sobre el autor

Mindy Kroesche

Mindy y su esposo Jon, tienen su casa en el corazón de Lincoln, Nebraska. Ellos han sido bendecidos con un hijo y una hija los cuales les recuerdan diariamente la bondad y gracia de Dios. Mindy es una ama de … leer más …


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