La importancia de mujeres maduras y ancianos piadosos y varoniles

Débora: Si tu esposo es inmaduro, ¿puedes aún someterte a Él? El Dr. Voddie Baucham nos presenta este escenario.

Dr. Voddie Baucham: Hay algunas mujeres en esta habitación ahora mismo, y eres una mujer joven, y la cultura te ha mentido.Te ha dicho que todo se trata de la juventud; todo se trata de tu generación. No quieres tener nada que ver con las ancianas. Qué vergüenza. ¡Arrepiéntete!

Débora: Estás escuchando Aviva Nuestros Corazones con Nancy DeMoss Wolgemuth en la voz de Patricia de Saladín. Hoy, 31 de julio de 2023.

Tito 2 es un capítulo rico para las mujeres. Ofrece una lista de cualidades que Dios quiere desarrollar en nosotras como mujeres. Nancy ha enseñado sobre ese poderoso pasaje aquí en Aviva Nuestros Corazones. Puedes escuchar la enseñanza o leer la transcripción en avivanuestroscorazones.com. Busca la serie, El hermoso diseño de Dios para la mujer: Viviendo Tito 2:1-5.

Ayer, escuchamos al Dr. Voddie Baucham enseñar sobre Tito 2.

Ahora Nancy nos introducirá a la segunda parte de ese mensaje.

Nancy Demoss Wolgemuth: Dios provee hombres y mujeres maduros y piadosos a la iglesia. Y utiliza a esos hombres y mujeres para enseñar a otros que son menos maduros. El pastor Voddie Baucham dejó claro este punto en el mensaje anterior. 

Escuchamos este mensaje en la conferencia True Woman en marzo de 2010, en Chattanooga. Considero que es importante para nosotras como mujeres escuchar la perspectiva de un pastor en estas conferencias.

El mensaje del pastor Voddie Baucham fue una poderosa introducción para ese fin de semana. Nos explicó el valor de la mentoría, especialmente entre las mujeres que quieren desarrollar las cualidades piadosas que leemos en Tito 2.

Ahora continuemos con su segundo punto.

Dr. Baucham: Observemos la segunda opción: ancianos y pastores piadosos y varoniles en la iglesia. ¿Por qué digo esto? Bueno, esto es lo interesante: con las mujeres ancianas y las mujeres jóvenes, existe una lista, una guía. Las ancianas les entregan estas cosas, las mujeres jóvenes buscan estas cosas de las ancianas.

Luego para los hombres jóvenes, el siguiente versículo dice: «Asimismo, exhorta a los jóvenes a que sean prudentes» (v. 6). Sí, eso es. El hombre joven debería estar diciendo, «espera un momento, ¿dónde está nuestra lista?» Y las mujeres también deberían estar diciendo lo mismo, porque los hombres andan por ahí diciendo: «Sí, estoy buscando una mujer de Proverbios 31 y Tito 2». Y las mujeres jóvenes andan por ahí: «Sí, estoy buscando un hombre…» 

¿Dónde está tu pasaje? Tu pasaje está en Tito 1. Ahora, sé que hay algunas mujeres sofisticadas diciendo: «Esa no es la lista para los hombres. Esa es la lista para los pastores y ancianos».

Lo sé, pero también es la lista para los hombres.

Permítanme darles tres razones por las que esta lista es en realidad para todos los hombres. Estas son las tres razones:

Primera razón, la más débil: No existe una lista en Tito 2. Dije que era la más débil, pero es una razón. No hay ninguna lista en Tito 2, así que debe haber una lista en alguna parte, ¿no?

Esta es la segunda razón: los pastores son llamados en 1 Pedro 5 versículo 3, a ser ejemplos para el rebaño.

Déjame hacerte una pregunta: ¿Por qué el pastor puede ser un ejemplo para el rebaño, si tiene una lista de cualidades que no se relacionan con el resto del rebaño?

«Pastores, quiero que sean ejemplo para el rebaño, pero lo que quiero que sean es algo que el resto del rebaño no está llamado a ser».

Entonces el pastor mira hacia el rebaño y dice, «mírenme a mí que soy un ejemplo de lo que ustedes no están llamados a ser». ¡Eso no funciona!

Y esta es la tercera razón, yo argumento que esta lista es para todos los hombres porque no hay nada en esta lista a lo que cualquiera de nosotros esté dispuesto a renunciar por alguno de nuestros hijos.

Veamos Tito 1 versículo 5:

«Por esta causa te dejé en Creta, para que pusieras en orden lo que queda, y designaras ancianos en cada ciudad como te mandé».

Ahora viene la lista. La primera parte se relaciona con su vida y su hogar. Veamos eso primero, y te pregunto: ¿Estás dispuesta a renunciar a cualquiera de estas cosas por tus hijos? Dice:

«…si el anciano es irreprensible, marido de una sola mujer…» (v. 6).

«No, no mi hijo. Quiero que mi hijo sea un jugador del Himalaya. Quiero que tenga mujeres por toda la tierra».

¡Absolutamente no! Continúa el versículo:

«…que tenga hijos creyentes, no acusados de disolución ni de rebeldía…»

«No. Yo quiero que él críe a mis nietos de la peor forma, para que sean los niños más malvados que hayas visto en tu vida».

¡No!

Bueno, ahora veamos su carácter. Vamos a ver lo que sigue:

«Porque el obispo debe ser irreprensible como administrador de Dios, no obstinado, no iracundo, no dado a la bebida, no pendenciero, no amante de ganancias deshonestas» (v. 7).

Estas son las cualidades negativas. Nuevamente, ninguno de nosotros está dispuesto a renunciar a ninguna de ellas. Veamos el versículo 8:

«Antes bien, debe ser hospitalario, amante de lo bueno, prudente, justo, santo, dueño de sí mismo».

Nuevamente, no estamos dispuestos a renunciar. Veamos el versículo 9. «Bueno el versículo 9 se relaciona específicamente con la enseñanza en el ministerio, ¿cierto? Tal vez eso no aplica para todos los hombres…» ¿En serio?

«Debe retener la palabra fiel que es conforme a la enseñanza…»

¿Alguien quiere criar un hijo hereje? ¡No! Veamos la siguiente parte:

«…para que sea capaz también de exhortar con sana doctrina…»

«No. No quiero que él sea capaz de bañar a su esposa en el agua de la Palabra. Por supuesto que quiero que mi esposo tome el liderazgo y sea piadoso, quiero que lidere por la Palabra. Yo quiero que mi esposo nos alimente con las Escrituras como familia. Quiero que mi esposo sea el jefe discipulador de nuestra casa, pero no es realmente necesario para mi hijo». 

Finalmente, «…y refutar a los que contradicen» (v. 9).

Tiene que ser un apologista. Por cierto, Judas deja claro que todos estamos llamados a contender ardientemente por la fe que ha sido una vez dada a los santos.

Así que, lo repito, esta es la lista para todos los hombres. Y para ustedes, mujeres jóvenes en esta habitación, cuando escuchen a un hombre joven decir, «estoy buscando a una mujer de Tito 2, una mujer Proverbios 31», míralo y dile, «sí, pero yo estoy buscando a un hombre de Tito 1, ¿qué te parece?»

Aquí está la belleza: Dios nos da ancianos y pastores piadosos y varoniles para que nos modelen lo que es la masculinidad. Esto es extremadamente importante.

Déjame decirte algo si eres madre soltera: Si eres una madre soltera, tu hijo necesita desesperadamente estar en un ambiente donde tenga un pastor que viva la Palabra de Dios con sus labios y con su vida. No sientes a tu hijo delante de una boca de seda, débil, casi hombre que se hace llamar pastor. Predicadores piadosos y varoniles de la Palabra que se apoyan en la verdad de Dios y defienden la verdad de Dios, y pintan una imagen continua, aunque frágil e imperfecta, de cómo se supone que se ve la masculinidad.

Mi madre no conocía al Señor cuando me estaba criando y entendió eso. Cuando tuve la edad suficiente para meterme en problemas en South Central, o que los problemas me encontraran, mi madre decidió, «se acabó el tiempo. Es un hombre joven. Necesita cosas que yo no puedo darle». Así que me subí a un autobús por tres días desde Los Ángeles, California, a Beaufort, Carolina del Sur, para pasar un año y medio con el hermano mayor de mi madre, que era un instructor retirado del cuerpo de marinos. Y fue el fin de mis problemas.

¿Por qué? Porque mi madre no creyente tenía una imagen de la masculinidad. Era lo mejor que ella conocía, y quería ver a su hijo crecer hacia esa dirección. Le doy gracias a Dios por Su providencia en mi vida a través de la labor de mi madre.

Si esto hizo ella sin conocer la Palabra de Dios, ¿cuánto más para aquellos que conocen y aman al Señor Jesucristo, que es la máxima imagen de lo que debe ser un hombre? ¿Cuánto más deberíamos anhelar y desear que nuestros hijos tengan delante hombres que reflejen esa imagen para ellos?

Y hay una última pieza, ¿recuerdan la tercera pieza? Hay hombres y mujeres piadosos y maduros en la iglesia; hay ancianos y pastores piadosos y varoniles, y la última pieza son hogares que funcionan bíblicamente. Ahora ya hemos visto evidencia de eso en Tito 2, cuando te fijas en la instrucción de la anciana a la mujer joven, esa instrucción se enfoca alrededor de su rol y función dentro del contexto de su hogar. ¿Lo puedes ver? Amar a tu esposo y a tus hijos, ser sensible y pura, ser administradora de tu hogar, o cuidar de tu hogar, todas estas cosas se enfocan dentro de un contexto de ese ministerio que una mujer tendría.

Hay algo más que quiero que observes, que tal vez no hayas visto antes. Continúa leyendo en Tito 1, a partir del versículo 10: «Porque…» Ahora, ¿por qué?, recuerden el versículo 9:

«Debe retener la palabra fiel que es conforme a la enseñanza, para que sea capaz también de exhortar con sana doctrina y refutar a los que contradicen. Porque…»

¿Por qué él necesita ese tipo de carácter, esa clase de enseñanza para refutar la doctrina errónea?

«Porque hay muchos rebeldes, habladores vanos y engañadores, especialmente los de la circuncisión a quienes es preciso tapar la boca, porque están…» …trastornando las enseñanzas de la escuela dominical… Eso no es lo que dice.

«…porque están trastornando familias enteras, enseñando por ganancias deshonestas, cosas que no deben» (v. 11).

Están trastornando familias enteras. Esto es lo que debes saber: La enseñanza principal y la unidad de discipulado que compone la iglesia, es el hogar. Efesios 6:1-4:

«Hijos, obedezcan a sus padres en el Señor, porque esto es justo. Honra a tu padre y a tu madre (que es el primer mandamiento con promesa), para que te vaya bien, y para que tengas larga vida sobre la tierra. Y ustedes, padres, no provoquen a ira a sus hijos, sino críenlos en la disciplina e instrucción del Señor».

Eso hace eco a la enseñanza de Deuteronomio 6 y Salmos 78. Hace eco a la enseñanza que encontramos a lo largo de Proverbios, y dice: nuestros hogares son lugares para enseñanza e instrucción de nuestros hijos, y es nuestra responsabilidad enseñar la Palabra de Dios en nuestro hogar.

Imaginemos este escenario. Un niño nace. Ahora, esto es ideal, la mayoría de nosotros no tuvimos algo así. 

• Un niño nace en este mundo con un padre y una madre que conocen y aman a Dios.
• El padre y la madre entienden la masculinidad y la feminidad bíblica, y viven dando ejemplo de esos roles
• La madre y el padre entienden que el matrimonio representa una imagen de la relación entre Cristo y Su iglesia
• La madre y el padre le dan instrucción en la sana doctrina a ese niño durante su vida, y lo crían en disciplina e instrucción al Señor
• Ellos llevan a ese niño a una iglesia sana, y en esa iglesia ese niño durante el transcurso de su vida escucha desde el púlpito la Palabra de Dios como lo ha hecho desde su casa
• Este niño observa a un hombre piadoso que vive de acuerdo a la masculinidad bíblica.

Y por cierto, cuando digo «hombre varonil» No estoy hablando con voz ronca que suena, «yo, mío, tú, mujer. Yo hablar, tú hacer». No. Estoy hablando de Cristo y Su ejemplo de la verdadera masculinidad. Así que este niño observa la vida de este hombre y oye las palabras de este hombre, y hace eco de lo que escucha en su casa.

• Entonces hay otras personas que son ancianas y tienen canas. Algunas de ellas ya no caminan tan rápido, pero también hacen eco de las enseñanzas que reciben en su casa.

Hay algunas mujeres en esta habitación ahora mismo, y eres una mujer joven, y la cultura te ha mentido.Te ha dicho que todo se trata de la juventud; todo se trata de tu generación. No quieres tener nada que ver con las ancianas. Qué vergüenza. ¡Arrepiéntete!

Hay ancianas en esta habitación ahora mismo, y eres anciana y madura, pero por alguna razón, estás estancada, y te rehúsas a ponerte de pie y entregar tu vida. En lugar de eso, todo lo que piensas es en lo que te pueden dar después. Si ese es tu caso, ¿confesarías tu pecado como es, y regresarías a entregar tu vida? «Sí, pero no entiendes. Cometí errores en mi vida».

¿En serio? De acuerdo, está bien. Tienes razón. Estás descalificada. Solo aquellas personas que nunca han cometido errores en su vida están calificadas para ser líderes cristianos maduros. Solamente esas personas… Si eres una de esas personas, ¿puedes ponerte de pie por favor? ¿Aquellas que nunca han cometido un error? ¿Escuchas lo ridículo que suena eso?

Cristo vino y murió por los no piadosos.

«Sí, pero no lo hice bien. No crié a mis hijos correctamente».

Qué tal esto… No sé nada acerca de ti, pero esto me bendice. Cuando un anciano pone su mano alrededor de mí y me dice, «escucha, quiero decirte algo: veo esto en ti, y quiero que sepas, que he estado del otro lado de esa situación. No termina muy bien. He arruinado mi vida. He arruinado mi familia. No hagas eso».

¿Sabes qué? Aceptaré eso. Estoy agradecido por eso. Si eso es todo lo que tienes, entrégalo.

¿Qué tal la segunda parte?

«Bueno, no tenemos una iglesia de sana doctrina. No tenemos líderes sanos en nuestra iglesia».

En primer lugar, antes de llegar allí, si tienes una iglesia saludable, y si tienes líderes saludables en tu iglesia, ¿puedes agradecer por eso? ¿Puedes agradecerle a Dios por la oportunidad de escuchar Su Palabra? Si no es así, y si se debe a tu propio pecado de rebelión, ¿lo confesarías?

Hay algunas de ustedes aquí que no van a la iglesia porque aún no han encontrado la iglesia perfecta. Conocen el viejo dicho, ¿cierto?: «Encuentra la iglesia perfecta, pero no vayas, porque cuando llegues ya no será perfecta».

Algunas dicen: «No tengo ese hogar que funciona bíblicamente».

¿Sabes qué? Antes de llegar allí, si tienes un esposo piadoso, y eres consciente de manera permanente, aunque de manera imperfecta, ¿puedes agradecer por eso? Pero si no, y por tu propio pecado has abrazado la mentira en lugar de vivir la sumisión bíblica hacia tu esposo, eres una de esas mujeres que dice, «sí, bueno, haré esa parte de Efesios 5 que dice que estoy supuesta a someterme cuando el me ame como Cristo a la iglesia. Pero hasta que él no lo haga, entonces no lo seré…»

No, lo siento, no funciona de esa manera. Si estás esperando que tu esposo sea digno de tu sumisión, no va a suceder. De hecho, por eso se llama sumisión. ¿Amén? Tu esposo nunca será digno de tu sumisión, pero te sometes ante el Señor porque Él es digno de sumisión, así que te sometes a tu esposo en nombre de Cristo. Eso es lo que haces.

No, tu esposo no es digno de tu sumisión, pero sé esto: 1 Pedro 3:1-6, Dios puede usar tu sumisión en la vida de tu esposo.

También sé esto. Si tu esposo no está abrazando su rol, tienes dos opciones: la primera, Dios se va a encontrar con tu esposo. Eso lo creo con cada fibra de mi ser. Dios va a encontrarse con Él. Dios viene a tu hogar para llevar a tu esposo al alfarero. Número uno, has sido una esposa bíblicamente sumisa, así que tu esposo puede ir solo al alfarero. O número dos, no te sometes hasta que tu esposo haga lo correcto, así que vas al alfarero con él. 

¿Cuántas de ustedes quieren ser el número uno? ¿Amén?

Pero recuerden, también dije que para algunos de nosotros en este lugar, ustedes no tienen ninguna de esas cosas o más, no por su propio pecado o por su propia culpa, sino por cosas que están fuera de su control. Esto es lo que quiero decirles: Dios es más grande que lo que no tienes.

Ahora sabes por qué orar. Sabes qué pedirle a Dios.

«No tengo un modelo de mujer madura en mi vida, así que me daré por vencida».

Será mejor que no lo hagas. clama a Dios, y ve a buscarlas.

«No tengo una iglesia piadosa funcionando bíblicamente, así que me voy a rendir».

Será mejor que no lo hagas. Ponte de rodillas, y clama a Dios por una iglesia».

«Sí, pero mi esposo no quiere ir a la iglesia. Mi esposo no nos llevará a la iglesia. Mi esposo nos lleva a una iglesia donde…»

Inclínate y clama a Dios. Sabes qué buscar, sabes qué peticiones hacer.

¿No tienes un hogar funcionando bíblicamente? Dios es más grande que las cosas que no tienes.

En mis años universitarios un hombre joven fue a mi vestidor y compartió de Cristo conmigo. El duró tres semanas y media conmigo, tres semanas y media contestando mis preguntas. Mi fe fue puesta en Cristo en noviembre 13 del año 1987. Seis meses después mi madre budista se convirtió. Seis meses después mi padre, quien nos abandonó a mi madre y a mí cuando tenía dos años de edad, se convirtió.

Dios es capaz.

También quiero que sepan esto porque algunas de ustedes están ahí afuera y dicen: «Sí, pero mi situación es todo menos ideal». Escúchame: soy un hombre frágil e imperfecto, pero agradezco a Dios por la joven que a los 17 años quedó embarazada de mí, que hizo lo mejor que pudo con lo que tenía, y agradezco a Dios Su providencia, a pesar de las cosas que no tuvimos. Dios me hizo un hombre del cual mi madre puede estar orgullosa.

No tienes el control sobre las cosas que no tienes, pero sé que Dios puede hacer más con lo que no tienes que tú con lo que tienes.

Nancy: Este mensaje del doctor Voddie Baucham está lleno de esperanza. Estoy tan agradecida al recordarlo. Nos enseñó que podemos dejar un legado que perdure sin importar nuestro trasfondo. Nos mostró cómo un estudio serio de la Palabra de Dios se intersecta con las dificultades reales de la vida. ¿Has invertido en tus hijos? ¿Les has enseñado los caminos de Dios? ¿O has permitido que las excusas te presionen, evitando estar involucrada en sus vidas y así dejarles un legado piadoso?

Estamos también muy agradecidas por la generosidad de oyentes como tú, que ayudan a suplir las necesidades de otras al impulsar y promover la misión de Aviva Nuestros Corazones. ¡Eres una bendición! 

Y si nos has estado escuchando y nunca has considerado ser parte y donar, te invito a hacerlo. Pregúntale al Señor, «Padre, ¿quieres que sea parte de lo que estás haciendo a través de Aviva Nuestros Corazones?» Tus oraciones también son bienvenidas. Ora por este ministerio, compártelo con otras mujeres y permite que puedan ser bendecidas y beneficiadas al escuchar estos mensajes saturados de la Palabra de Dios.

Débora: Y como hemos visto en el programa del viernes, queremos compartir contigo un bello testimonio de una hermana que asistió a la conferencia Mujer Verdadera 23 en Guadalajara, México, en meses pasados. Escuchemos cómo Dios puede restaurar relaciones y traer perdón:

«Lo más impactante para mí fue el testimonio de Laura. Me identifiqué con el problema que tuvo con su mamá, que no se sentía amada. Cuando escuché su testimonio, el cambio que tuvo su relación con su mamá y Dios con Su gracia y misericordia transformó su vida, me motivó a perdonar a mi madre y ha sido una cadena porque de ahí vienen amarguras, rencores, muchas cosas…

Me voy muy contenta, muy agradecida con Dios porque voy a cambiar yo y espero en Dios que mi mamá pueda ser salva –que no lo es– y obviamente ya la perdoné en mi corazón.

Entonces me llevo eso porque es lo que me ha tenido atada y esclavizada por veinte años que tengo de conocer al Señor». 

Ahora tú y yo, nosotras, podemos dejar un legado de fe a nuestros hijos y a las siguientes generaciones.

Aviva Nuestros Corazones con Nancy Demoss Wolgemuth te invita a pasar de manera intencional las verdades de la Palabra de Dios a la próxima generación.

Todas las Escrituras son tomadas de la Nueva Biblia de las Américas a menos que se indique lo contrario.

*Ofertas disponibles solo durante la emisión de la temporada de podcast.