La verdadera sabiduría
Débora: La autora y maestra de la Biblia Nancy DeMoss Wolgemuth dice que cuando se trata de sabiduría, tienes que tomar una decisión.
Nancy DeMoss Wolgemuth: Puedes caminar en la sabiduría del mundo y ser una necia ante Dios, o puedes caminar en la sabiduría de Dios y ser considerada una necia por el mundo. Pero no puedes tener ambas cosas.
Débora: Estás escuchando Aviva Nuestros Corazones con Nancy DeMoss Wolgemuth, coautora de «En busca de Dios», en la voz de Patricia de Saladín. Hoy, 16 de julio de 2025.
¿Quién decide qué significa la sabiduría? ¿Los empresarios exitosos? ¿Los académicos? ¿Los intelectuales? Bueno, hoy Nancy buscará en la Biblia la verdadera definición de sabiduría. Aquí está ella para continuar con esta serie titulada El camino de la sabiduría.
Nancy: He pasado mucho tiempo durante las últimas semanas leyendo el libro de Proverbios, …
Débora: La autora y maestra de la Biblia Nancy DeMoss Wolgemuth dice que cuando se trata de sabiduría, tienes que tomar una decisión.
Nancy DeMoss Wolgemuth: Puedes caminar en la sabiduría del mundo y ser una necia ante Dios, o puedes caminar en la sabiduría de Dios y ser considerada una necia por el mundo. Pero no puedes tener ambas cosas.
Débora: Estás escuchando Aviva Nuestros Corazones con Nancy DeMoss Wolgemuth, coautora de «En busca de Dios», en la voz de Patricia de Saladín. Hoy, 16 de julio de 2025.
¿Quién decide qué significa la sabiduría? ¿Los empresarios exitosos? ¿Los académicos? ¿Los intelectuales? Bueno, hoy Nancy buscará en la Biblia la verdadera definición de sabiduría. Aquí está ella para continuar con esta serie titulada El camino de la sabiduría.
Nancy: He pasado mucho tiempo durante las últimas semanas leyendo el libro de Proverbios, que, por cierto, es algo que te recomiendo, si no lo lees muy a menudo. Es bueno profundizar y aprender sabiduría del libro de la sabiduría, el libro de Proverbios.
Y mientras leía, me preguntaba: «¿Qué es la sabiduría? ¿Cómo se ve? ¿Qué la distingue de la necedad?». El libro de Proverbios es muy útil para ayudarnos con eso. Y lo que veo es que la sabiduría realmente es aprender a ver toda la vida desde el punto de vista de Dios: ver cada etapa, circunstancia y situación de la vida como Dios la ve. Eso es sabiduría.
Por eso tenemos que pedirle sabiduría a Dios, porque no podemos ver lo que Él ve. No sabemos lo que Él sabe, por eso tenemos que pedirle que nos ayude a ver la vida como Él la ve.
Sabiduría es orientar y ordenar cada área de mi vida en torno a Dios, en torno a Sus caminos y en torno a Su Palabra. Es alinear todo en mi vida, mis pensamientos, mi hablar, mis relaciones, mi trabajo, mi adoración, mi entretenimiento, mi salud, mi ejercicio, mi dieta. Todo lo que hago lo ordeno alrededor de Dios. Es vivir una vida piadosa para que cada parte de mi vida esté alineada en torno al Señor y a Su Palabra.
Sabiduría es vivir la vida reconociendo que mi vida gira en torno de Dios, así como la Tierra gira alrededor del Sol. Dios es el centro de nuestro universo. Vivir con sabiduría es vivir la vida en sincronía con el Creador del universo, mientras que la necedad es vivir la vida fuera de la armonía con Dios, es no estar de acuerdo con Dios.
La necedad es rechazar, resistir o ignorar a Dios y Sus caminos. La persona necia no es una persona mentalmente deficiente, es una persona moralmente deficiente. Es la persona que dice: «Quiero vivir la vida a mi manera. No quiero que mi vida gire en torno a Dios. Estoy dispuesta a tener tal vez una categoría “espiritual” en mi vida, pero no quiero que toda mi vida tenga que centrarse en Dios». Eso es necedad, insensatez.
La sabiduría es hacerse siempre la pregunta: «¿Qué le agrada a Dios? ¿Le agrada a Dios cuando hablo de esta manera, cuando trato así mi empleado o a mi empleador? ¿Le agrada a Dios cuando gasto mi dinero en este artículo?».
Se trata de siempre consultar a Dios, vivir la vida conscientes del Señor y estar siempre alerta sobre lo que Él piensa. ¿Qué es lo que le agrada a Dios?
He llegado a pensar que la sabiduría es conectar los puntos entre causa y efecto en nuestras vidas, es decir, tomamos decisiones y esas decisiones tienen consecuencias. La sabiduría nos ayuda a conectar esos puntos para ver la relación que existe entre ciertas conductas y ciertos resultados. Es darse cuenta de que cada decisión, tiene consecuencias.
Cosechas lo que siembras. Y se trata de tomar decisiones antes de hablar, antes de actuar, antes de elegir. No está basada solo en lo que tengo ganas de hacer en este momento, lo que parece ser el paso más lógico a dar en este momento, lo que me hace feliz en este momento, sino que se basa en tomar decisiones apoyadas en el resultado a largo plazo: «¿Qué puedo esperar a largo plazo de este comportamiento?».
Y la realidad es que pocas personas conectan los puntos. Las personas viven como quieren vivir; toman decisiones de la manera que quieren tomar decisiones; actúan como quieren actuar y hacen lo que les hace sentir bien en el momento.
Si quieren levantarse de la cama, se levantan. Si no, se quedan en la cama. Si quieren comer esto, lo comen sin importar las consecuencias, incluso a la mañana siguiente, cuando se suben a la balanza y se enojan consigo mismas.
Las decisiones que tomamos en la vida tienen consecuencias. La persona sabia siempre piensa en el resultado de su forma de vida. Todos tenemos una tendencia a culpar a nuestras circunstancias por el resultado de nuestras vidas.
Decimos: «Son mis padres. Es mi esposo. Son mis hijos. Son mis suegros. Es mi jefe. Es mi trabajo. Es mi iglesia. Eso es lo que está causando esta presión o problema y este estrés en mi vida. Por eso mis circunstancias son como son».
Bueno, déjame decirte que la vida es dura. Vivimos en un mundo roto, caído y desordenado. Nos lastiman; no existe lo ideal en el aquí y ahora. Esto aquí no es el cielo. No todavía.
Y a veces nos encontramos en circunstancias sobre las que no tenemos ningún control, y es entonces cuando acudimos a Dios en busca de gracia. Decimos: «Señor, no puedo soportar esto».
Por ejemplo, cuando un bebé nace con una limitación física o mental, decimos: «No puedo soportar esto, pero sé, Señor, que Tú puedes. Señor, yo sé que algunas situaciones o circunstancias en mi vida no se deben a decisiones equivocadas que haya tomado, sino que son el resultado de Tu plan soberano y providencial en mi vida. Lo acepto y acepto tu gracia para enfrentarlo y seguir adelante».
Y en Aviva Nuestros Corazones hablamos mucho sobre ese tipo de circunstancias: cómo sufrir como un buen soldado de Jesucristo, cómo soportar y dejar que Dios te dé Su gracia en medio de circunstancias difíciles. Hablamos muy a menudo de esas cosas.
Sin embargo, a medida que estudio la sabiduría, me doy cuenta de que muchas veces las circunstancias en las que nos encontramos (al menos en parte) son nuestra culpa. Son las consecuencias de decisiones que hemos tomado, que no han sido sabias.
Y preferimos culpar a las circunstancias que mirarnos al espejo y decir: «Yo tengo responsabilidad en esto. ¿Estoy en esta situación debido a algunas decisiones que tomé?».
Escucha, si conduces a 130 kilómetros por hora, si te pasas los semáforos en rojo y no usas el cinturón de seguridad, ¡no te sorprendas si terminas en el hospital con los huesos rotos! Porque hay causa y efecto: ¡conecta los puntos!
Y eso no significa que todos los accidentes sean culpa tuya, pero sí significa que si infringes los principios y la sabiduría del sentido común, tarde o temprano pagarás un precio. ¡Conecta los puntos!
Si no estamos contentas con lo que tenemos, si no estamos dispuestas a prescindir de algunas cosas que todo el mundo cree necesarias, o no estamos dispuestas a vivir en una casa más pequeña, etc., y, en cambio, insistimos en gastar más allá de nuestras posibilidades, entonces, ¿qué va a pasar? Lo más probable es que acabemos endeudadas. Habrá presión financiera. ¿Sabes cuántos matrimonios se destruyen por las deudas?
Si no escoges a tus amistades con cuidado, como le dices a tus hijos, si andas con las personas equivocadas, puedes terminar tomando decisiones necias y erradas.
Pero no son solo los niños los que necesitan tener cuidado al escoger quiénes son sus amigos, sino que nosotras mismas necesitamos vigilar cómo elegimos nuestras amistades y darnos cuenta de que pueden llevarnos a formas de pensar equivocadas y a decisiones equivocadas.
Si eres perezosa en lugar de ser diligente con tu trabajo escolar, tus quehaceres en el hogar, un proyecto en el trabajo, o como en mi caso, estudiar para grabar en Aviva Nuestros Corazones, si pospongo estudiar para las sesiones de grabación de Aviva Nuestros Corazones, entonces los últimos dos días estaré bajo presión. Vas a estar bajo presión.
Y a menudo decimos: «¡Este trabajo es muy difícil!». Bueno, la razón por la que este trabajo es difícil es porque postergamos las cosas: fui perezosa; no fui diligente; no usé mi tiempo sabiamente. ¡Conecta los puntos! Mira las consecuencias.
Una cosa que el Señor ha estado tratando conmigo es honrar el día del Señor. Durante muchos años no he honrado el día del Señor de una manera que, cuando miro hacia atrás, fue de agrado para Él. Dios ha estado hablándome durante el último año, por eso he hecho grandes cambios en mi agenda.
Me doy cuenta de que Dios hizo que nuestros cuerpos para que necesiten un día de descanso. Eso es un regalo del Señor. Es una bendición. Y durante años he pensado: «Realmente no puedo tomarme un descanso».
Bueno, entonces no te sorprendas cuando termines con tu cuerpo, tu mente y tus emociones agotados y estresados porque hemos estado abusando del cuerpo que Dios nos dio. No hemos estado usando el regalo del Sabbath. ¡Conecta los puntos! Observa la causa y el efecto.
Si te divorcias, o te vuelves a casar, y no lo haces bajo las bases bíblicas correctas para hacerlo, no te sorprendas si terminas con dolor y angustia con tus hijos, tu excónyuge, tu salud, tus finanzas o si te sientes sola durante las vacaciones.
Algunas de estas cosas son consecuencias de personas que no tienen la libertad bíblica para volverse a casar nuevamente como resultado de un divorcio. Es necesario ir y volver a la Palabra y decir: «¿Qué dice la Palabra de Dios? ¿Me da la Biblia la libertad de volver a casarme, de casarme con esta persona?».
Si no guardas tu lengua y dices cosas hirientes, desagradables, críticas y duras a tu esposo o a tus hijos, entonces no te sorprendas si se aíslan y no quieren estar cerca de ti, ni quieren comunicarse contigo.
¡Conecta los puntos! Tenemos que ver que hay efectos, resultados, consecuencias de nuestras elecciones.
Cuando comemos y tomamos en exceso, abusamos de nuestros cuerpos y luego nos preguntamos por qué tenemos todos estos problemas de salud, desde diabetes hasta insuficiencia renal o insuficiencia hepática, problemas digestivos. Ahora, puedes tener algunos problemas físicos después de haber cuidado al máximo tu cuerpo. Pero, enfrentémoslo: ¿cuántas de las enfermedades que tenemos hoy en nuestra cultura son el resultado de un estilo de vida que abusa de nuestro cuerpo?
O ves todo tipo de basura en la televisión y en las películas y escuchas música que promueve anti valores o estilos de vida impíos, y luego te preguntas por qué no tienes apetito por Dios y Su Palabra, y por qué no te sientes cerca de Él. ¡Conecta los puntos!
Es como llenarse de helado, pizza, pasteles, y luego preguntarte por qué no tienes apetito por los vegetales. Es porque has matado tu apetito por las cosas buenas al permitirte cosas que no son tan saludables.
Escuchen: algunas de ustedes se están pasando los semáforos en rojo. Están conduciendo de manera imprudente. Viven sin tener en cuenta las leyes de Dios y luego se preguntan por qué sus vidas se están desmoronando.
Es necesario hacerse la pregunta: «¿Podrían las circunstancias que estoy enfrentando ahora ser consecuencia de las decisiones necias que he tomado?». Y permíteme aclarar rápidamente que ese no siempre es el caso. Todos los problemas de tu vida no se deben necesariamente a que hayas sido una necia, pero muchos de ellos sí lo son.
Proverbios 14, dice: «El de corazón descarriado se saciará de sus caminos, pero el hombre bueno estará satisfecho con el suyo» (v. 14).
«La insensatez del hombre pervierte su camino, Y su corazón se irrita contra el Señor» (Prov. 19:3)
Se enoja con Dios. Su propia locura lleva su camino a la ruina y luego agita su puño en el rostro de Dios y le dice: «¿Por qué me dejaste meterme en esta situación?».
Y Dios le dice: «Te pasaste el semáforo en rojo; no llevabas puesto el cinturón de seguridad; conducías imprudentemente y no estoy enojado contigo. Te amo lo suficiente como para frenarte y traer circunstancias a tu vida para que puedas verla desde el punto de vista de la sabiduría».
No te limites a tratar, lidiar o intentar buscar consejo para los síntomas o las circunstancias en las que te encuentras. Pídele a Dios que te muestre la raíz del problema. Pídele a Dios que te ayude a conectar los puntos y pregúntale: «¿Hay decisiones necias en mi pasado, o que estoy tomando ahora mismo, que están creando complicaciones y dificultades en mi vida?».
- Si las hay, y todas tenemos esas áreas, entonces ponte de acuerdo con Dios, y dile: «Señor, tienes razón. He estado pasando los semáforos en rojo. He estado conduciendo imprudentemente. He estado tomando decisiones necias. Perdóname».
- Si puedes regresar y arreglar las cosas, entonces hazlo.
- Pero si ahora has terminado en una situación que no puedes cambiar, entonces reconoce que fuiste tu la responsable y luego dile a Dios: «Señor, ¿tendrías misericordia a pesar de mi fracaso? ¿Me darías sabiduría y gracia ahora para vivir en esta circunstancia de una manera que te glorifique?».
Y déjame darte algo en qué pensar. Lo que el mundo considera sabio invariablemente es una insensatez para Dios. Por el contrario, lo que Dios considera sabio generalmente es necedad para el mundo.
Puedes caminar en la sabiduría del mundo y ser necia ante Dios, o puedes caminar en la sabiduría de Dios y ser considerada como una necia por el mundo, pero no puedes tener ambas cosas.
Pasamos mucho tiempo tratando de encajar en este mundo, tratando de ser estimadas, aceptadas y aplaudidas por el mundo, por pensar como el mundo piensa. Invariablemente, si hacemos eso, nos estamos presentando como necias a los ojos de Dios.
Cuando se trata del matrimonio, por ejemplo, ¿cuál es la sabiduría del mundo? Bueno cincuenta/cincuenta: tú haces tu parte y yo haré la mía. ¿Cuál es el camino de Dios? Es lo contrario de eso. No hay cincuenta/cincuenta. ¡Es 100% por 100%!
En el ámbito de los negocios, el mundo está lleno de sabiduría convencional que a menudo implica tomar atajos, hacer trampa y prácticas poco éticas. A veces significa hacer lo mejor para los accionistas a expensas de los empleados y sin considerar sus necesidades.
Y las ganancias, el dólar todopoderoso, a menudo, pueden convertirse en la meta que gobierna los negocios. Ahora, no hay nada de malo en obtener ganancias o tener accionistas, pero si eso te hace infringir los principios bíblicos, entonces eres una necia.
Dios tiene tantos principios para la sabiduría. Mi papá era un hombre de negocios muy exitoso. Él obtuvo sus prácticas comerciales del libro de Proverbios. Él vivía en el libro de Proverbios porque sentía que esa era la sabiduría de Dios y que esa era la manera en que Dios le mostraba las formas adecuadas de administrar su negocio.
¿Y qué hay de todo el tema que tiene ver con el divorcio? La sabiduría del mundo dice que si ya no puedes soportar la presión, tienes una salida: divórciate. Esa es la sabiduría del mundo.
Pero la sabiduría de Dios te dice: «Sí, hay presión porque dos pecadores egoístas están casados. Así que déjame santificarte a través de esa presión. Déjame darte la gracia para amar a esa persona que te cuesta amar». ¿Te das cuenta? Eso es muy contrario a la manera del mundo.
Y sobre la crianza de los hijos, el mundo tiene sus métodos y medios para criar a los niños. Pero déjame decirte que la mayoría de esos caminos, desde la perspectiva de Dios, son necedad.
Por ejemplo, cuando la Palabra de Dios dice que corrijamos a nuestros hijos, esto decir que a veces tendremos que usar la vara para corregir la necedad y la desobediencia, el mundo te grita: «¡No! ¡Eso es necedad!». Pero para Dios eso es sabiduría.
En el aspecto de dar, de ofrendar, el mundo dice: «¡Aférrate a lo que tienes! Puede que en el futuro lo necesites. Atesóralo. De ninguna manera regales lo que tienes para vivir en el futuro». Pero Dios dice: «Sí, hay algo de sabiduría en ahorrar, ser prudente y planificar para el futuro; pero, por encima de eso, tienes que ser una persona generosa».
El mundo te dice: «Si das generosamente, no va a quedar lo suficiente para ti». Y Dios te pregunta: «¿Quieres la sabiduría del mundo o quieres Mi sabiduría?». Hazlo a la manera de Dios. El camino de Dios le parece una locura al mundo.
Bien, hemos estado hablando de conectar los puntos: ver la causa y el efecto de nuestras decisiones, de nuestro comportamiento. Me gustaría, por lo general, si vives sabiamente, cosecharás bendiciones. Si vives neciamente, tarde o temprano cosecharás las consecuencias.
El libro de Proverbios es una fuente de riqueza en instrucción sobre la sabiduría práctica y la necedad práctica. Ahora permíteme darte una muestra de algunos de los temas de los que habla el libro de Proverbios, el lugar donde obtenemos la sabiduría de Dios.
Por ejemplo, sobre el tema del dinero, y de paso, te voy a dar muchos pasajes de las Escrituras, así que no intentes anotar todas las referencias. Luego puedes ir a la transcripción de este episodio y revisarlas allí en AvivaNuestrosCorazones.com.
El dinero es importante. El dinero sí importa. ¿Qué tiene que decir la Palabra de Dios sobre los asuntos del dinero? Escucha estos versículos:
«La fortuna obtenida con fraude disminuye, pero el que la recoge con trabajo la aumenta» (Proverbios 13:11)
«La herencia adquirida de prisa al principio, no será bendecida al final» (Proverbios 20:21)
La cuestión del dinero ganado rápidamente podría tener que ver con dinero ganado por medios injustos o poco éticos. Dinero mal habido. Entonces, obviamente, eso no será una bendición a largo plazo. Pero creo que también tiene que ver con el deseo de enriquecerse rápidamente. Te involucras en planes para hacerte rica más rápido, en la lotería, o cualquier cosa que intente conseguir una dosis rápida de dinero sin esfuerzo y sin trabajo. La Palabra de Dios dice que no seremos bendecidas a largo plazo.
Y sé que, al igual que yo, habrás leído las historias de aquellos que ganan loterías multimillonarias y, en cuestión de años, sus vidas son un desastre total: relaciones rotas, relaciones quebrantas. Y por cierto, permíteme decir que creo que lo mismo se aplica a las herencias. Una herencia ganada rápidamente al principio no será bendecida al final.
«Perturba su casa el que tiene ganancias ilícitas, pero el que aborrece el soborno, vivirá» (Prov. 15:27)
«El pan obtenido con falsedad es dulce al hombre [inicialmente], pero después su boca se llenará de grava» (Prov. 20:17)
¿De qué habla este versículo? El «pan ganado con falsedad» es el dinero ganado mediante métodos engañosos, como hacer trampa en los impuestos o en los informes de gastos. Sí, es dulce. Obtienes ese reembolso adicional del impuesto sobre la renta, pero después es como tener un bocado de grava, de arena en la boca. No sabe tan bien y, a la larga, te provoca malestar estomacal. El dinero es importante y las Escrituras tienen mucho que decir al respecto.
Proverbios también habla de la generosidad del ofrendar. Vemos que los caminos y la sabiduría de Dios son muy contrarios a los caminos y la sabiduría del mundo. Escucha estos versículos, y debo decir que esto haría que cualquier persona con experiencia en contabilidad se rasque la cabeza y diga: «Bueno, ¡esto no tiene sentido humano!».
Proverbios capítulo 3: «Honra al Señor con tus bienes y con las primicias de todos tus frutos» (v. 9)
Para la mayoría de las personas, las «primicias» de todos sus productos van al gobierno: a los impuestos. Sin embargo, Dios te dice aquí: «Antes de pagar tus impuestos, honra al Señor con tus ingresos».
Y alguien podría decir: «Si doy para la obra del Señor de mis ganancias antes que pagar los impuestos, no vamos a tener suficiente». Dios anticipó que alguien podría pensar eso, por lo que el siguiente versículo dice que si haces esto: «Entonces tus graneros se llenarán con abundancia, y tus lagares rebosarán de vino nuevo» (Prov. 3:10).
Y quizás digas: «¿Cómo funciona eso?». ¿Das más y luego tienes más? No sé cómo funciona.
Pero quiero decirte que he estado viviendo de esta manera durante décadas, tratando de vivir bíblicamente en lo que se refiere a dar, y he visto a Dios bendecir de muchas maneras increíbles, dando más para dar, y bendiciéndome de maneras que son mucho más grandes que lo financiero y material, ya que he estado dispuesta a honrar al Señor con las «primicias» de mis ingresos.
La Biblia también tiene mucho que decir sobre la diligencia y la pereza, la sabiduría práctica.
Proverbios 10 dice: «Pobre es el que trabaja con mano negligente, pero la mano de los diligentes enriquece» (v. 4)
«El que labra su tierra se saciará de pan, pero el que persigue lo vano carece de entendimiento» (Prov. 12:11)
Si quieres perder el tiempo, gástalo en cosas que no importan, ¡entonces no te sorprendas cuando tu casa o tu trabajo se salgan de control! Todo se acumula y te sientes abrumada. ¿Qué estás haciendo? No estás usando tu tiempo sabiamente; no estabas siendo diligente y eso tiene consecuencias.
Proverbios 13 dice: «El alma del perezoso desea mucho, pero nada consigue, sin embargo, el alma de los diligentes queda satisfecha» (v. 4)
«La pereza hace caer en profundo sueño, y el alma ociosa sufrirá hambre» (Prov. 19:15).
Sigue leyendo el libro de Proverbios para que encuentres más referencias sobre la diligencia y la pereza.
Ahora observa lo que Proverbios tiene que decir acerca de elegir tus amistades.
Proverbios 13: «El que anda con sabios será sabio, pero el compañero de los necios sufrirá daño» (v. 20)
Observa tus amistades y pregúntate: «¿Son mis amistades personas sabias? ¿Son las personas que dejo influenciar en mi vida personas sabias? ¿Son gente sabia o gente necia?».
Si te haces amiga cercana de personas necias, ya sea en una relación de pareja, o en un negocio, o si tus hijos eligen amistades que son necias, sufrirán daño. Sucederá tarde o temprano. Y aquí hay un versículo sobre esto:
«No te asocies con el hombre iracundo, ni andes con el hombre violento, no sea que aprendas sus maneras y tiendas lazo para ti mismo» (Prov. 22:24-25).
La Palabra de Dios dice que no debes desarrollar una amistad íntima con un hombre iracundo, no lo hagas. Pero hay muchísimas mujeres que se han casado con hombres iracundos y ahora están cosechando consecuencias horribles, duras y difíciles por esa decisión.
Y de nuevo, yo no justifico, ni por un momento, que un hombre sea abusivo o violento, o que haga daño a una mujer físicamente o cualquier manera. Pero la Palabra de Dios dice que te asegures de no establecer una relación cercana con un hombre que no puede controlarse.
En la próxima sesión, continuaremos analizando otra sabiduría práctica del libro de Proverbios. Y antes de terminar déjame preguntarte: ¿Puedes ver cómo en cada área de la vida Dios tiene un camino sabio?
Los caminos del mundo nos parecen correctos, derechos. «Hay camino que al hombre le parece derecho, pero al final es camino de muerte» (Proverbios 14:12).
Escoge la justicia, escoge la sabiduría y vivirás.
Débora: Nancy DeMoss Wolgemuth ha estado señalando las diferencias entre la definición de la sabiduría que viene de Dios y la definición que viene del mundo. Ella volverá enseguida a orar.
Y para repasar brevemente lo que hemos escuchado hoy, podemos decir que la sabiduría es aprender a ver toda la vida desde la perspectiva de Dios. Y por supuesto, no eres Dios, y no puedes ver todo tal como Él lo ve, pero puedes buscar ese tipo de sabiduría a través de Su Palabra con todo tu corazón.
Nancy fue coautora de un libro de estudio impactante titulado En Busca de Dios. Este libro puedeayudarte a dar grandes pasos en el proceso de obtener la sabiduría divina.
Mientras lees este libro de estudio en tu tiempo devocional, estudiarás la Biblia sobre temas como la honestidad, la pureza sexual, la limpieza de tu conciencia y el perdón, y comenzarás a aplicar la sabiduría práctica y piadosa en estas y otras áreas. Crecerás en sabiduría y fe.
Puedes obtener una copia de este recurso visitando AvivaNuestrosCorazones.com.
Y bueno, como escuchamos hoy, la idea que el mundo tiene de la sabiduría es muy diferente de la definición de Dios. En el próximo episodio veremos más de cerca tres ejemplos en el área de la pureza, el autocontrol y la crianza de los hijos. ¡Te esperamos!
Aquí está Nancy para cerrar en oración.
Nancy: Oh Señor, queremos hacer una pausa y reconocer que Tus caminos son correctos, verdaderos, hermosos, agradables y deseables, y que cuando seguimos Tus sendas, somos bendecidas. Gracias por darnos a conocer Tu sabiduría. Ayúdanos a escogerla en cada área de nuestras vidas. Oro en el nombre de Jesús, amén.
Débora: Ayudándote a descubrir y abrazar las verdades de la Palabra de Dios, Aviva Nuestros Corazones es un ministerio de alcance de Revive Our Hearts.
Todas las Escrituras son tomadas de La Nueva Biblia de las Américas, a menos que se indique lo contrario.
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