Clic, compra, culpa… ¿Cómo cuidarte del consumismo?
Hoy vamos a tocar un tema que quizás no esperabas: el dinero. Quizás pienses que porque no pagas renta ni tienes un trabajo a tiempo completo no es necesario hablar de dinero. Sin embargo, las decisiones que tomas hoy, aunque sean pequeñas, una compra de $5, un ahorro, una salida con amigas, todas estas cosas están formando tu corazón y muestran tus prioridades. Así que, ¡prepara tu corazón! Vamos a ver cómo Jesús transforma incluso la manera en la que manejamos lo que tenemos.
Aquí te compartimos algunas frases y versículos del episodio de hoy:
¿Por qué es importante que empecemos desde ya a pensar bíblicamente sobre cómo usamos lo que tenemos? ¿Por qué deberíamos hablar de dinero si aún no pagamos renta?
- A veces pensamos que el dinero es solo «algo de adultos», pero en realidad nuestra santificación, nuestro carácter, nuestros hábitos y nuestra forma …
Hoy vamos a tocar un tema que quizás no esperabas: el dinero. Quizás pienses que porque no pagas renta ni tienes un trabajo a tiempo completo no es necesario hablar de dinero. Sin embargo, las decisiones que tomas hoy, aunque sean pequeñas, una compra de $5, un ahorro, una salida con amigas, todas estas cosas están formando tu corazón y muestran tus prioridades. Así que, ¡prepara tu corazón! Vamos a ver cómo Jesús transforma incluso la manera en la que manejamos lo que tenemos.
Aquí te compartimos algunas frases y versículos del episodio de hoy:
¿Por qué es importante que empecemos desde ya a pensar bíblicamente sobre cómo usamos lo que tenemos? ¿Por qué deberíamos hablar de dinero si aún no pagamos renta?
- A veces pensamos que el dinero es solo «algo de adultos», pero en realidad nuestra santificación, nuestro carácter, nuestros hábitos y nuestra forma de pensar se forman desde la temprana edad.
- Es importante aprender desde ahora a pensar bíblicamente sobre cómo usamos lo que tenemos. Jesús dijo que quien es fiel en lo poco también lo será en lo mucho. Cada peso que administramos hoy, sea mucho o poco, es una oportunidad para cultivar dominio propio, gratitud, generosidad y obediencia.
- Dios ha llamado a Sus hijos a ser buenos mayordomos de todos los recursos que Él ha puesto en nuestras manos. No solo se trata de dinero, sino del corazón con el que manejamos lo que Dios nos confía. Cuando aprendemos a hacerlo desde jóvenes, estamos honrando al Señor y preparando nuestro carácter para lo que Él quiera darnos mañana.
- Hablar de dinero no es hablar de cuentas, sino de carácter y de mayordomía: de cómo usamos cada cosa para glorificar a Dios desde ahora.
¿Cómo identificamos si estamos cayendo en compras por impulso o tratando de llenar un vacío?
-
A veces pensamos:«Si compro esto, me voy a ver mejor» o «Esto me hará sentir bien conmigo misma». Pero ahí es donde tenemos que ser honestas con nuestros corazones:
- Si creemos que necesitamos algo para sentirnos más bellas, estamos olvidando que la belleza verdadera es la interior, la que nace de un corazón que ama a Dios.
- Si nuestro ánimo sube o baja según lo que compramos, entonces no es una necesidad, sino una señal de que estamos buscando identidad en las cosas.
- Si las redes sociales nos hacen pensar que «me falta algo» para encajar, probablemente estamos comprando desde la comparación y no desde la sabiduría.
- Cuando buscamos nuestra identidad en lo que compramos, en vez de buscarla en Cristo, terminamos atrapadas en la comparación y el impulso. Pero cuando recordamos quiénes somos en Él, ya no necesitamos «algo nuevo» para sentirnos completas.
Reminder🔔
-
Compra desde la necesidad y la sabiduría, no desde la presión o la comparación. Cristo ya te dio una identidad firme y completa.
¿Qué revela la Biblia sobre lo que nuestras decisiones financieras dicen de nuestras prioridades?
- Nuestras decisiones financieras revelan lo que realmente nos importa. La Biblia muestra que el dinero es un espejo del corazón:
- Nuestras acciones expresan nuestras verdaderas convicciones; no lo que decimos, sino lo que hacemos con lo que Dios nos da.
- Nuestras decisiones muestran nuestros intereses. ¿En qué gastamos más? Ahí están nuestras prioridades.
- Nuestro uso del dinero revela a qué le damos verdadero valor:
- Si vivimos para nosotras mismas, gastamos solo en lo que nos da placer inmediato.
- Si vivimos para agradar a los demás, compramos para encajar, impresionar o no sentirnos menos.
- Pero si vivimos para agradar a Dios, nuestras decisiones financieras reflejarán obediencia, gratitud y mayordomía.
Reminder🔔
-
Tu dinero va detrás de lo que amas. Cuando aprendemos a verlo así, entendemos que hablar de dinero no es solo hablar de números, sino de a quién realmente adoramos y tenemos en el primer lugar de nuestros corazones.
¿Cómo podemos encontrar ese punto sano sin caer en culpa o en egoísmo?
Necesitamos cultivar nuestra relación, meditar en Su Palabra y caminar con Él. Porque es en ese espacio íntimo con el Señor donde el Espíritu Santo forma en nosotras tanto el querer como el hacer, y donde nace un amor genuino para amarle y obedecerle.
Verdades que nos ayudan a mantener un equilibrio:
1. Recuerda quién es tu Señor
- No es el dinero, no es la moda, no es tu deseo de placer. ¡Es Cristo! Y cuando esa verdad gobierna tu corazón, las demás decisiones empiezan a ordenarse.
2. Disfruta con gratitud, no con dependencia.
- Dios nos da abundantemente todas las cosas para que las disfrutemos. Eso significa que disfrutar algo bueno como una comida, un viaje, ropa bonita, un día con amigas, no es pecado.
- El problema no es disfrutar; el problema es cuando lo hago sin gratitud, sin dominio propio, o cuando empiezo a creer que eso me define o me da valor.
3. Sé generosa
- La forma más segura de evitar el egoísmo es cultivar la generosidad.
- Si solo gastamos en nosotras mismas, inevitablemente caeremos en el egocentrismo.
- Cuando ponemos a Dios primero, damos con alegría y pensamos en otros, y podemos ser instrumentos de provisión de parte de Dios para los demás.
4. Sé ordenada
- Debemos honrar a Dios en cómo administramos, pero no solo en la cantidad, sino en la manera en que lo hacemos cuando es mucho o es poco. Llevar un orden en esto nos lleva a tener un corazón agradecido, un presupuesto ordenado y dominio propio.
Reminder🔔
-
La pregunta no es «¿Puedo comprar esto?», sino «¿Puedo comprarlo con un corazón que agrada al Señor?». Si la respuesta es sí, si lo haces con gratitud, sin ansiedad, sin comparación, sin endeudarnos, sin descuidar lo esencial, entonces podemos disfrutar en paz.
¿Cuáles principios bíblicos nos pueden ayudar a vivir con sabiduría financiera, aun si tenemos poco? ¿Qué hábitos prácticos podríamos comenzar ya?
Pilares bíblicos del dinero que debemos tener muy claros:
1. El dinero no debe gobernarnos
El dinero no es nuestro señor ni determina cómo vivimos.
- Nuestras decisiones deben nacer de la sabiduría de Dios, no de la presión social, la moda o el miedo a quedarnos atrás.
2. Dios es el dueño de todo
Todo lo que tenemos es de Dios y Él nos lo ha confiado por un tiempo.
3. Somos mayordomos, no dueños
- Ministramos lo que le pertenece a Dios y un día rendiremos cuenta de eso.
- Un mayordomo administra lo que es de otra persona, que en este caso es Dios.
Principios que nos da la Biblia para vivir con sabiduría financiera
1. Vive con contentamiento
-
Nuestra satisfacción está en Dios y no en las cosas.
2. Sé generosa
-
La generosidad no depende de cuánto tienes, sino del corazón con el que das.
3. Evita la deuda innecesaria
-
La deuda trae esclavitud y reduce nuestra libertad.
4. Ahorra con sabiduría
-
Ahorrar es prudencia, no falta de fe.
5. Da prioridad a Dios
-
Corremos a Dios con lo primero, con lo mejor, con nuestros diezmos.
Hábitos que nos permiten poner en práctica los principios bíblicos sobre las finanzas
Haz un presupuesto
- Define un monto específico para el diezmo, el ahorro, las ofrendas y para tus gastos según tus necesidades.
Haz un presupuesto sencillo
- Esto puede ayudarte a organizar tus ingresos, egresos y gastos de una manera honesta y responsable.
Distingue entre necesidades y deseos para evitar compras compulsivas
- Haz una lista de lo que «necesitas» y lo que «quieres», para evitar compras impulsivas. Eso te ayudará a ver que muchas cosas que crees que son necesidades, no lo son.
Establece fechas de compra según tus ingresos
- Esto te ayuda a programarte para evitar las compras impulsivas.
Ora antes de decisiones importantes
-
Pregúntale al Señor: «¿Esto es una necesidad o un impulso?¿Estoy comprando para agradarme, agradar a otros o agradar a Dios? ¿Esto honra a Cristo?».
-
Dios usa nuestras decisiones financieras como parte del proceso de santificación.
Para reflexionar:
- «El que es fiel en lo muy poco, es fiel también en lo mucho». —Lucas 16:10
- «El encanto es engañoso y la belleza no perdura; pero la mujer que teme al Señor es digna de alabanza». —Proverbios 31:30
- «Donde esté tu tesoro, allí estará también tu corazón». —Mateo 6:21
- «A los ricos en este mundo, enséñales que no sean altaneros ni pongan su esperanza en la incertidumbre de las riquezas, sino en Dios, el cual nos da abundantemente todas las cosas para que las disfrutemos. Enséñales que hagan bien, que sean ricos en buenas obras, generosos y prontos a compartir, acumulando para sí el tesoro de un buen fundamento para el futuro, para que puedan echar mano de lo que en verdad es vida». —1 Timoteo 6:17-19
- «Ninguno puede servir a dos señores… No podéis servir a Dios y a las riquezas» Mateo 6:24 (RV 60)
- «Porque en Él fueron creadas todas las cosas… todo fue creado por medio de Él y para Él». —Colosenses 1:16
- «Sean vuestras costumbres sin avaricia; contentos con lo que tenéis ahora; porque él dijo: No te desampararé, ni te dejaré». —Hebreos 13:5 (RV 60)
- «Cada uno dé como propuso en su corazón; no con tristeza, ni por necesidad, porque Dios ama al dador alegre» —2 Corintios 9:7
- «El rico se enseñorea de los pobres, y el que toma prestado es siervo del que presta». —Proverbios 22:7
- «Tesoro precioso y aceite hay en la casa del sabio, pero el necio todo lo disipa». —Proverbios 21:20).
- El problema del consumismo es un problema del corazón. Mateo 6:21 nos recuerda que donde esté nuestro tesoro, allí también está nuestro corazón. Eso significa que cada compra y cada deseo revelan quién ocupa realmente el primer lugar en nuestras vidas.
- Cuando Cristo es nuestro mayor tesoro, el consumismo pierde su poder. Podemos disfrutar de lo que Dios nos da sin depender de ello, podemos decirle no al impulso y podemos vivir con un corazón libre, agradecidas y satisfechas en Él. La verdadera riqueza no está en lo que compramos, sino en Aquel que ya nos compró para con Su sangre.
Recursos recomendados:
Serie, Sabiduría financiera para la gloria de Dios
Serie, El gozo de dar generosamente
Serie, Un tesoro en el cielo
Te invitamos a adquirir el ebook «Una Navidad con Propósito», preparado especialmente para ti, para que puedas ser una chica que desea vivir esta temporada centrando su corazón en Cristo. Adquiérelo y comienza hoy a vivir una Navidad con sentido.
*Ofertas disponibles solo durante la emisión de la series de podcast.
Únete a la conversación