Influencia negativa y presiones sociales

Temporada: Sabiduría en un mundo ruidoso | Temas: Jóvenes , Redes sociales y Tecnología

La sociedad nos intenta distraer del llamado de Dios a dejar nuestra antigua forma de vivir atrás en el momento que le entregamos nuestra vida a Él. También intenta convencernos de que lo más importante es buscar felicidad y seguir nuestros corazones cuando, en realidad, el Señor nos invita a seguirlo a Él y encontrar gozo en Él. Para contrarrestar este ruido, tenemos que buscar la sabiduría de Dios en Su Palabra. ¡Acompáñanos en el episodio de hoy!

Aquí te compartimos algunas frases y versículos del episodio de hoy:

Jesús dice que una persona sabia es la que oye la Palabra, la entiende y la guarda en su corazón. La sabiduría surge de la obediencia a la Palabra.
Rodéate de personas que influencien tu vida de manera positiva (Proverbios 13:20).
Las personas con las cuales te relacionas y con las cuales caminas aportan a tu carácter (Prov. 27:17).
Una persona …

Aquí te compartimos algunas frases y versículos del episodio de hoy:

Jesús dice que una persona sabia es la que oye la Palabra, la entiende y la guarda en su corazón. La sabiduría surge de la obediencia a la Palabra.
Rodéate de personas que influencien tu vida de manera positiva (Proverbios 13:20).
Las personas con las cuales te relacionas y con las cuales caminas aportan a tu carácter (Prov. 27:17).
Una persona sabia que tiene temor de Dios:
Evita ofender la santidad de Dios con sus actos (Prov., 1:7).
Tiene conversaciones acerca de Dios y Su Palabra (Lucas 6:45).
Te apunta a Cristo cuando te encuentras en situaciones difíciles o de pecado (Prov. 27:17).
Guardar nuestra lengua y elegir nuestras palabras sabiamente puede protegernos de muchos problemas y reflejar la sabiduría de Dios en nuestras vidas (Prov. 15:1).
Lo que decimos puede traer paz a nuestras vidas y a las de los demás, o puede crear contienda y herir (Prov. 15:4).
Es fácil ceder a la presión de hacer lo que todos los demás están haciendo, pero debes mantenerte firme en tus valores y principios, pidiéndole a Dios Su ayuda todos los días (Prov. 1:10).