¿Por qué Dios creó ciertas relaciones… y qué espera de ti en ellas?

Dios, en Su sabiduría y amor, no nos creó para vivir aisladas, sino para caminar acompañadas; ya sea en la amistad, el matrimonio, la comunidad de la iglesia o en relaciones de mentoría. En este episodio veremos algunos ejemplos bíblicos de relaciones que reflejan Su carácter. Hablaremos del propósito que tienen estas conexiones, y cómo podemos cultivarlas con intención y obediencia.

Aquí te compartimos algunas frases y versículos del episodio de hoy:

Llamado de obediencia:

Modelaremos el mandato de Tito 2, como mujeres mayores, modelando piedad y entrenando a las más jóvenes para que agraden a Dios en todos los aspectos; como mujeres jóvenes recibiendo la instrucción con mansedumbre y humildad, aspirando llegar a ser mujeres de Dios maduras quienes a su vez entrenarán a la siguiente generación.

¿Qué ejemplos podemos ver en la Biblia que nos confirman que Dios instituyó relaciones importantes, como la amistad, el matrimonio y la comunidad?

• La Biblia está llena de ejemplos de relaciones de tapa a tapa. Desde el inicio de los tiempos en Génesis 2, cuando Dios creó a Eva para que Adán tuviese compañía y una ayuda idónea, hasta las cartas en el Nuevo Testamento, donde vemos las amistades y relaciones de discipulado entre los apóstoles y los líderes de la iglesia primitiva. 
• A lo largo de toda la historia bíblica vemos cuánto el Señor valora las relaciones y el rol vital que juegan en la expansión de Su reino y la santificación de Su pueblo. 

A través de estas diversas relaciones, vemos la importancia de vivir en comunión con nuestros hermanos:

Relaciones de mentoría y discipulado: 

• Pablo y Timoteo: Pablo siendo el mentor espiritual de Timoteo, como un padre en la fe (1 Timoteo 1:2). 
• El profeta Elías y Eliseo: Eliseo sigue a Elías fielmente hasta el final y luego recibe su manto (2 Reyes 2).
• Jesús: Tuvo una relación de discipulado y amistad con Sus discípulos, caminando íntimamente con ellos, enseñándoles, corrigiéndolos y modelando una vida de santidad.

Relaciones de amistades en la Palabra:

• El rey David y Jonatán (1 Samuel 18–20).
• Rut y Noemí: una relación que comenzó como suegra y nuera, pero que luego se convirtió en una que refleja compromiso, lealtad y amor sacrificial. 
• Daniel, Sadrac, Mesac y Abed-Nego: Esta fue una amistad entre jóvenes fieles a Dios en un contexto hostil hacia su fe. Ellos se mantuvieron firmes juntos, se apoyaron en la prueba y fueron testigos de la fidelidad de Dios cuando sobrevivieron al ser echados en un horno de fuego (Daniel 1–3).

Relaciones románticas y matrimonios:

• Dios instituyó el matrimonio para reflejar la relación de Cristo con Su Iglesia (Efesios 5): En toda la Palabra vemos ejemplos de matrimonios que viven con ese propósito como centro.
• Rut y Booz y otros ejemplos que muestran el amor de Dios por Su pueblo a pesar de nuestra infidelidad y falta de fe como la de Oseas y Gomer.

¿Qué historias de la Biblia nos inspiran a construir relaciones con propósito? 

Jesús:

• A través de toda Su vida, Él mostró amor hacia Sus discípulos en Su forma de instruirlos y confrontarlos. 
• Mostró compasión y dedicación a los pecadores y marginados, comiendo con ellos, buscándolos y ofreciéndoles transformación. 
• Vivió en sumisión al Dios Padre, comunicándose con Él en todo momento, buscando Su rostro y guía en cada paso que tomaba.
• Jesús no solo predicaba desde lejos; Él vivía con ellos, compartía comidas, viajes, conversaciones y silencios. 
• Él conocía las personalidades, fortalezas y luchas de Sus discípulos. Jesús sabía que Pedro era impulsivo, que Tomás dudaba, que Juan era sensible. 
• Jesús amó a estos hombres como eran, pero no los dejó igual; Él transformó sus vidas y los instruyó con palabra y acción, llevándolos a ser más santos mientras más tiempo pasaban juntos.

¿Por qué Dios le dio tanto valor a las relaciones humanas en Su diseño, y qué propósito mayor pueden tener esas conexiones en nuestras vidas?

• Este caminar de vida no fue diseñado para transitarlo solas. Nuestras relaciones no sirven solamente para pasar un buen rato o para compartir momentos bonitos. Una relación a la manera de Dios refleja Su carácter. 
• El amor, la gracia y el perdón que vivimos en comunidad apuntan a la obra redentora y sacrificial de Cristo.
• Son un medio de santificación en que Dios usa a otros para pulirnos, exhortarnos y animarnos. 
• Nuestras relaciones sirven para la multiplicación generacional de la fe. Como dice en Tito 2, las relaciones intergeneracionales aseguran la transmisión de fe. 
• Son un medio de gracia para encontrar instrucción, ejemplo y sabiduría de mujeres que han transitado el camino de la fe por más tiempo que nosotras. 
• Es un ciclo hermoso que debe replicarse en todo cristiano: primero rindes tu vida a Cristo, caminas con alguien que te discipule, y luego tú aplicas lo mismo en una cristiana más joven. 
• La idea no es imprimir tus ideas y tu personalidad en otra persona, sino imprimir al Señor y Su carácter a través de tu vivir diario. Es ser fiel en tu llamado de lanzar flechas sin saber dónde van a caer. 
• Lo que importa no es formar al próximo gran predicador, es ser un amigo presente y fiel, caminando con los demás en el día a día, en lo grande y en lo pequeño para la gloria de Dios.

¿Cómo se ve reflejado el carácter de Dios en una relación saludable? ¿Y cómo podemos reflejar a Cristo en la forma en que amamos, escuchamos, perdonamos y servimos?

• El carácter de Dios se ve reflejado de diferentes formas:
• En nuestro amor sacrificial (1 Corintios 13): Amar como Cristo es buscar el bien del otro por encima del nuestro.
• Al ser pacientes y al perdonarnos «los unos a otros» (Efesios 4:32): Una relación saludable no es perfecta, pero sí marcada por la gracia.
• En practicar un servicio humilde: Jesús fue el mejor ejemplo. Siendo Dios, Él lavó los pies de Sus discípulos. Fue humilde y mostró amor por los pecadores. Así mismo, nosotros podemos reflejar a Dios en actos pequeños de servicio, aun cuando no nos ponen en un podio.
• Reflejar a Cristo no es solo en lo grande, sino en cómo respondemos cuando nos corrigen, cuando escuchamos con atención o cuando perdonamos rápidamente.

¿Cómo nos ayuda la oración y el estudio de la Biblia a tomar decisiones sabias sobre con quién caminar y cómo hacerlo? 

Sobre la oración:

• El propósito de orar no es alinear a Dios con nuestros planes, sino alinear nuestros deseos con Su plan soberano. Es llegar a un punto de intimidad y cercanía con el Señor, y que Sus propósitos sean mi mayor deseo y que Su gloria sea más grande. Cuando esto ocurre, sentimos más claridad en cuanto a nuestras relaciones.

Sobre el estudio de la Palabra:

• Cuando somos intencionales en la lectura de la Palabra y dedicamos tiempo real para conocer a Dios a través de las disciplinas espirituales, Él nos provee con discernimiento.
• Estos medios nos dan luz para reconocer relaciones que edifican o destruyen. 
• Conocer más a Cristo también nos lleva a reconocer qué tan grande es Su gracia y qué tan poco merecedores somos de ella. Entonces, cuando entendemos eso, nos quitamos del centro y nos damos cuenta de que mi vida no se trata de mí, se trata de amar a Cristo y al prójimo.
• Como hijas del Señor, estamos llamadas a vivir con humildad y en servicio a Cristo y a los demás. Entender eso cambia radicalmente mis decisiones, mis acciones y mi trato hacia los demás.

Para reflexionar:

• «Ya no os llamo siervos, porque el siervo no sabe lo que hace su señor; pero os he llamado amigos, porque os he dado a conocer todo lo que he oído de mi Padre». —Juan 15:15 (RV 60)
• «El hierro con hierro se afila, y un hombre aguza a otro». —Proverbios 27:17 
• «Nada hagáis por egoísmo o por vanagloria, sino que con actitud humilde cada uno de vosotros considere al otro como más importante que a sí mismo. No buscando cada uno sus propios intereses, sino más bien los intereses de los demás» . —Filipenses 2:3-4 (RV 60)
• Nunca serás perfecta y nunca llegarás a ser tan santa como Cristo, pero ora que el Señor te use en tu imperfección y que te ayude a reflejar Su carácter. Al hacer esto, no solamente serás una maestra que instruye, sino una amiga, una hermana, una mujer que vive lo que dice creer y que invita a otras a hacer lo mismo.
• Dios nos creó para vivir en comunidad. Las relaciones no son un accesorio opcional en la vida cristiana, sino una parte esencial del plan de Dios para nuestra santificación y para reflejar Su carácter. Él usa la amistad, el discipulado, el matrimonio y la comunidad en la iglesia para moldearnos, edificarnos y recordarnos que no estamos solas en este caminar.
• Si hoy estás cultivando relaciones con propósito, ¡sigue! Y si te has sentido sola, ora para que el Señor te provea compañeras de camino que te acerquen más a Él.

Recursos recomendados:

Serie, El poder de las relaciones

Blog, Más que amigas: aprendiendo de la sabiduría de las ancianas

Episodio, La influencia de tus amistades

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Modelaremos el mandato de Tito 2, como mujeres mayores, modelando piedad y entrenando a las más jóvenes para que agraden a Dios en todos los aspectos; como mujeres jóvenes recibiendo la instrucción con mansedumbre y humildad, aspirando llegar a ser mujeres de Dios maduras quienes a su vez entrenarán a la siguiente generación.

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