Una joven bella… según Dios: una conversación post-ISHAH

Series: Someterse no es perder, liderar no es dominar | Temas: Jóvenes

✨ La belleza no está en lo que ves en el espejo, sino en un corazón que refleja a Jesús. 💖 En el nuevo episodio de ISHA, Mica y Alisson comparten cómo Dios transformó su forma de ver la belleza y la gloria de ser mujer. ¡Spoiler! No se trata de maquillaje ni de logros, sino de un corazón lleno de Su amor y verdad. 🌸

Aquí te compartimos algunas frases y versículos del episodio de hoy:

Significado de las palabras «belleza» y «gloria» en el contexto de ser mujer.

La belleza significa tener un corazón apacible delante la voluntad de Dios, ser más cómo Jesús, y dar evidencia del fruto del Espíritu.
La gloria significa el esplendor que, siendo mujeres, debemos desplegar en nuestro rol, para que podamos siempre reflejar a Dios y Su gloria.
El Señor nos embellece …

Aquí te compartimos algunas frases y versículos del episodio de hoy:

Significado de las palabras «belleza» y «gloria» en el contexto de ser mujer.

La belleza significa tener un corazón apacible delante la voluntad de Dios, ser más cómo Jesús, y dar evidencia del fruto del Espíritu.
La gloria significa el esplendor que, siendo mujeres, debemos desplegar en nuestro rol, para que podamos siempre reflejar a Dios y Su gloria.
El Señor nos embellece por medio de Su Palabra, y no de forma externa, sino interna. Lo que Dios más aprecia de nosotras, es nuestro corazón. Esto es lo más precioso y bello para Él: tener un corazón puro que haga Su voluntad.
La belleza se encuentra en:
Un corazón que está lleno de Dios.
Una mujer que sigue los pasos de Cristo.
Una mujer que se identifica con Jesús y con lo que Él hizo por ella.
Al estar llenas de Él:
La gloria de Jesús se convierte en nuestra gloria.
La victoria de Jesús se convierte en nuestra victoria.
Toda la aprobación y amor que Jesús recibe del Padre se convierte en la nuestra, por Su hermoso sacrificio en la cruz.

Cómo las historias personales pueden impactar las vidas de otras personas.

Pueden ser historias que nos inspiren a no perder la esperanza y a nunca dudar del poder y el amor de Dios que se extiende a todas y cada una de las personas.
Es una manera en la que, con la experiencia de otra persona, podemos encontrar las respuestas a nuestras dudas o la «solución» a nuestros problemas. De esta manera podemos aconsejarnos las unas a las otras y entender que los problemas o las dudas que podamos tener no solo son nuestras, sino que hay más gente que ha pasado por cosas similares.

Verdades que ayudan a las mujeres jóvenes a enfrentar con claridad y verdad las presiones a las que están expuestas.

La feminidad y la masculinidad no son construcciones sociales, sino el buen diseño de Dios. Él nos creó como mujeres y se tomó nueve meses en diseñarnos tal y como Él quiso, y no se le escapó ninguna parte de nuestro diseño.

Todo sobre nosotras es único y Dios nos ama tanto que lo dio todo por nosotras. Saber esto debe llenarnos de amor para que la belleza externa no nos produzca inseguridad, y el rechazo de la gente no nos afecte.
Dios nos ama mucho. Solo abrazando Su diseño divino es que podremos vivir bien, y solo abrazando nuestra feminidad es que podremos reflejar Su gloria.

¿Cómo podemos aplicar estas verdades a nuestra vida diaria?

Una mujer bella:

Teme a Dios: ella sabe que Él lo creó todo y se somete al control soberano de Dios.
Tiene fe en Dios: ella conoce quién es Dios y por eso confía en Él.
Depende de Dios: ella no se recarga con las cosas del mundo, sino que se fortalece en la Palabra y la oración.
Busca la sabiduría que viene de Dios: ella ve que Dios en Su palabra le ha dado todo lo necesario para vivir una vida piadosa, y la anhela y trabaja para conseguirla.

Dios le da un valor a la mujer. Para Él somos columnas labradas, que tenemos un doble propósito de fuerza y belleza. Nuestro propósito va más allá de nosotras mismas.
Busca Su palabra cada día, porque es por medio de ella que Dios trabaja en nosotras y hace florecer el fruto del Espíritu, y moldea nuestro carácter.
Ora pidiéndole a Dios que te dé ese anhelo por Él, que ponga tanto el querer como el hacer en tu corazón.

Para reflexionar:

«Vuestro adorno no sea externo de peinados ostentosos, joyas de oro o vestidos lujosos, sino que sea el yo interno, con el adorno incorruptible de un espíritu tierno y sereno, lo cual es precioso delante de Dios». —1 Pedro 3:3-4 (LBLA)

«Pero nosotros todos, con el rostro descubierto, contemplando como en un espejo la gloria del Señor, estamos siendo transformados en la misma imagen de gloria en gloria, como por el Señor, el Espíritu». — 2 Corintios 3:18 (RV60)

«La gente se fija en las apariencias, pero yo me fijo en el corazón». —1 Samuel 16:7 (NVI)

«La hermosura es engañosa, la belleza es una ilusión. ¡Solo merece alabanza la mujer que obedece a Dios!». —Proverbios 31:30 (TLA)