Día 159 | Salmos 1 – 8
El libro de los Salmos es uno de mis favoritos de la Biblia. Es poético, lo que me encanta, y está lleno de oraciones con las que me identifico para recordar quién es Dios cuando lo olvido. Los Salmos se usan para orar la Palabra, ya que sus autores expresan humildad y honestidad al reconocer su pecado o insuficiencia, o al lamentarse por lo que está mal en el mundo. También nos enseñan a alabar a Dios, destacando Sus atributos y lo que ha hecho por Su pueblo, siempre apuntando al Mesías y al juicio final.
Me encantó este video que hace una vista panorámica de todo el libro y puede ayudarte a entender mejor los temas que se tratan y cómo se conectan todos los Salmos:
Selah
Otra cosa a destacar sobre el libro de los …
El libro de los Salmos es uno de mis favoritos de la Biblia. Es poético, lo que me encanta, y está lleno de oraciones con las que me identifico para recordar quién es Dios cuando lo olvido. Los Salmos se usan para orar la Palabra, ya que sus autores expresan humildad y honestidad al reconocer su pecado o insuficiencia, o al lamentarse por lo que está mal en el mundo. También nos enseñan a alabar a Dios, destacando Sus atributos y lo que ha hecho por Su pueblo, siempre apuntando al Mesías y al juicio final.
Me encantó este video que hace una vista panorámica de todo el libro y puede ayudarte a entender mejor los temas que se tratan y cómo se conectan todos los Salmos:
Selah
Otra cosa a destacar sobre el libro de los Salmos es, que como ya de seguro muchas saben, los Salmos están diseñados para ser leídos como poesía y muchos de ellos cantados. Verás mucho la palabra «Selah» en algunos de ellos. Aunque ahora mismo no se sabe el significado claro de la Palabra, muchos estudiosos dicen que probablemente se refiere a hacer una pausa de la música para meditar en lo cantado o leído. Así que con esto en mente, ¡úsala cuando la veas en los Salmos y medita bien en esas palabras!
Arraigadas en Su Palabra
El Salmo 1 destaca la importancia de permanecer en la Palabra de Dios, comparando nuestras vidas con un árbol fructífero cuando nos basamos en Su Palabra. No es casualidad que sea el primer salmo, ya que, a lo largo del libro, se profundiza en temas que los autores meditaban y atesoraban. Oremos que al igual que ellos, meditemos en la Palabra día y noche, y encontremos nuestro deleite en ella.
Nuestro refugio está en Dios
El Salmo 2 suena como una descripción aterradoramente cierta de nuestro mundo hoy en día. Las naciones están en guerra y sumidas en banalidades, como los necios del Salmo 1. Tratando de olvidarse de Dios y sacarlo de sus vidas y sus leyes... «¡Rompamos Sus cadenas y echemos de nosotros Sus cuerdas!», dice el versículo 3. Pero Dios desata una carcajada cósmica y nos da una esperanza para los justos (que hemos sido justificados por Cristo): Él está en Su trono y volverá un día a reinar poniendo todo en orden: «¡Cuán bienaventurados son todos los que en Él se refugian!».
Dios nos sostiene de día y de noche
Los Salmos 3 y 4 parecerían que vienen unidos. Son oraciones de confianza en Dios, una para la mañana y otra para la noche. Recordándonos que Dios está con nosotros todo el tiempo y así mismo debemos de meditar en Él en todo tiempo.
El Salmo 3 fue escrito por David cuando huía de su hijo Absalón como ya vimos en 2o de Samuel. No me imagino la amargura de un padre que tiene como enemigo a su propio hijo, un hijo que se había convertido en uno de los necios del Salmo 1. Y aún así, David decide poner su confianza en Dios, en el Dios que nos hace sentirnos firmes como un árbol a pesar de las turbulentas circunstancias. «En paz me acostaré y así también dormiré, porque solo Tú, Señor, me haces vivir seguro». –Salmos 4:8
Dios escucha nuestro clamor por Su justicia puesta en nosotros
En el Salmo 5 se presenta un contraste entre justos e impíos. Dios escucha al justo, mientras que los impíos son descritos como falsos y malvados. Sin Cristo, todos seríamos impíos, pero encontramos esperanza en Su misericordia. A través de Su justicia, somos escuchados.
En el Salmo 6, David, angustiado, clama a Dios. Aunque sus emociones lo desbordan, recuerda que Dios escucha.
En el Salmo 7, David se refugia en Dios, confiando en Su justicia que salva a los justos. Sabe que Dios castiga a los impíos y le agradeció por Su justicia.
Cuán glorioso es el nombre de Dios en toda la tierra
El Salmo 8 destaca el poder de Dios y la pequeñez del hombre. Aunque menciona a los justos e impíos, se enfoca en cómo Dios ha puesto al hombre, hecho a Su imagen, para gobernar sobre Su creación. Mientras el impío busca gloria para sí mismo, el justo la busca para Dios. Gracias a Su gracia, podemos unirnos al salmista en alabanza: «¡Oh Señor, Señor nuestro, cuán glorioso es Tu nombre en toda la tierra!».
¿Qué figuras o ilustraciones se encuentran en los salmos que llamaron tu atención?
¿Qué sentimientos y pensamientos generan en ti los pasajes leídos?
Resume con tus palabras el mensaje de estos capítulos.
¿Qué áreas en tu corazón necesitas rendir al Señor? ¿Alguna acción a tomar?
«¡Cuán bienaventurados son todos los que en Él se refugian!». -Salmos 2:12
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