Fomenta un espíritu de oración

Por: Evie Gardner

La oración es una parte crucial en el tiempo de estudio de los pequeños grupos, pero a menudo es la parte más descuidada en la reunión.

¡Nada estrechará más los corazones como el orar las unas por las otras, y qué decir del gozo que producirá el ser testigos de la oración contestada!

Una frustración común que se da en los grupos pequeños es determinar el cómo emplear menos tiempo hablando acerca de los motivos de oración y más tiempo orando. Aquí les presentamos algunas ideas que nos pueden ayudar a lograrlo:

• Invita a las hermanas a ser breves en sus peticiones y mantenerlas espirituales y personales. Dios sabe cada detalle; las hermanas presentes no necesitan saberlo.

• Pídeles que piensen en una petición personal y otra petición de crecimiento espiritual para mantenerlas enfocadas en su crecimiento espiritual.

• Toma un tiempo para la oración conjunta.

• Algunos grupos pequeños puede que escojan llevar a cabo su momento de oración al principio de la reunión. Esto les permitirá asegurar que Dios les dará un adecuado tiempo de oración.

• Si los grupos oran al final de la reunión, deben planear el momento adecuadamente o el tiempo se les escapará por falta de programación.

• Aquellas que no se sientan cómodas orando en voz alta no deben ser forzadas a hacerlo. De todas formas, las líderes pueden motivar su crecimiento en esta área pidiéndoles que traigan sus motivos de oración en una nota por escrito para que sea leída en el momento de oración. Eventualmente, ellas irán de leer sus peticiones de oración a poder orar desde sus corazones.

A continuación diferentes formas para llevar a cabo el tiempo de oración grupal:

• Si todas están dispuestas a orar en voz alta, pídeles que oren por la persona de su derecha o de su izquierda.

• Pide a una o dos mujeres que cierren el estudio con un momento de oración en lugar de que todas oren.

• Pide que oren con relación a la lección expuesta ese día (peticiones cortas a medida que se sientan dirigidas, posiblemente más de una y que la líder del grupo cierre en oración)

• Dividir la reunión en grupos de dos o tres para hacer el momento de oración más íntimo.

Consejos para tener un buen un tiempo de oración:

• Suministra tarjetas a las mujeres durante el semestre. Motívalas a que semanalmente tomen una tarjeta y la lleven a su casa y la traigan a la próxima reunión con su motivo de oración escrito. Haz que las tarjetas sean tomadas por una voluntaria quien se las llevará a la casa y enviara a todas las integrantes del grupo por correo electrónico, dentro de un día o dos. Esto permite que cada integrante pueda orar por todo el grupo durante el resto de la semana (por supuesto, cada mujer tendría que estar de acuerdo en que este método funcionará para su casa. ¿Comparte alguna mujer del grupo su cuenta de correo electrónico con su familia? (De ser así, entonces este método no sería apropiado ya que las peticiones deben mantenerse confidenciales.)

• Las peticiones de oración enviadas por e-mail nos permiten tomar un día de la semana y orar por el grupo. Pequeños grupos de siete permitirán que durante los siete días de la semana puedas orar por cada mujer del grupo. El correo electrónico con la petición debe enviarse el mismo día para asegurar la efectividad de orar de esta forma.

• Reiterando, hacer uso de este esquema de oración, donde enviemos la petición por e-mail el mismo día que se vaya a orar, compromete al grupo completo a orar por un motivo específico, en un día especifico durante la semana.

• Otro método es agrupar todas las tarjetas con motivos de oración, mezclarlas y entregar una tarjeta a cada persona. Por la persona indicada en la tarjeta te corresponderá orar durante esa semana, diariamente.

Debemos mantener contacto telefónico con la hermana para quien nos haya tocado orar. Igualmente, oremos con ella. Si esto lo hacemos correctamente, cada hermana recibirá una llamada semanalmente, manteniendo al grupo conectado durante todo el semestre.

Sobre el autor

Aviva Nuestros Corazones

Creemos que Dios desea producir un avivamiento y una reforma generalizada entre las mujeres del mundo mientras las llamamos a la libertad, plenitud y abundancia en Cristo. También confiamos que Dios continuará avivando corazones y llevando a las mujeres a abrazar la feminidad bíblica mientras las animamos a:

  • Descubrir y abrazar el diseño y la misión de Dios para sus vidas.
  • Reflejar la hermosura y el corazón de Cristo al mundo.
  • Pasar el legado de la Verdad a la próxima generación.
  • Orar por un derramamiento del Espíritu de Dios en sus familias, iglesias, naciones y el mundo.