Somos hijas de la Luz no de las sombras

Todo charlista tiene el reto de captar la atención de la audiencia,  Dannah Gresh tenía uno adicional: mantener a la audiencia despierta luego del tiempo de almuerzo; ¡ciertamente lo superó con creces!

El diseño de Dios para las relaciones íntimas:

Nuestro Dios de detalles nos dejó vocablos en Su Palabra cuyo significado nos ayuda a entender Su diseño para la intimidad sexual entre esposos:

a) Yada: Conocerse. Conocimiento más íntimo, más profundo. Implica una conexión emocional. La conexión física es solo la vía para llegar a la emocional.

b) Sakab: Literalmente intercambiar fluidos corporales. Limitado a lo físico.

La falsificación de Satanás es comunicar que el sexo es únicamente físico, alcanzando incluso a los cristianos con sus mentiras. Según estadísticas compartidas por Dannah, desde el inicio del internet en los años ´80 no se había visto una influencia tan fuerte de la pornografía en la iglesia, como ha ocurrido con el libro y la película de corte erótico/pornográfico “50 sombras de Grey”.

¿La diferencia entre estas dos etapas? Que en los ´80 el público estaba compuesto en su mayoría por hombres avergonzados de ese hábito, mientras que ahora son mujeres que  lo exhiben sin ningún pudor.  ¿Sus consecuencias? Aumento de relaciones extramaritales,  mujeres jóvenes en relaciones de abuso sexual, entre otros.

Esas estadísticas también arrojan que las mujeres de edad mediana, casadas y evangélicas son las más satisfechas sexualmente. Ellas están satisfechas en Cristo y de allí su satisfacción en todas las demás áreas.

Si Dios creó la intimidad sexual para que la pareja de esposos tuviera un conocimiento profundo mutuo, es absurdo que Sus hijas caigan en la trampa de convertirlo en algo mucho más bajo, alegando que prácticas de las “sombras” (tinieblas) han mejorado su vida sexual cuando en verdad llenan su mente de fantasías y luego no quieren intimidad con la persona real. ¿Es coherente esa práctica con Flp. 4:8 que nos manda a pensar en todo lo verdadero?

Dannah reflexionaba que cuando los apetitos sexuales se despiertan al pecado,  es un indicador de que en realidad tenemos una “necesidad espiritual” tal como Jesús ayudó a que la mujer samaritana identificara cuál era su verdadera condición: sed del agua viva. ¿La cura? No fue un psicólogo, ni otro marido. Era beber el Agua de Vida.

El muro moral de la iglesia ha sido derribado y como en los tiempos de Nehemías se necesitan valientes que lo restauren. Oremos que Dios ponga ese deseo en nuestro corazón.

Confesión y sanidad

Frente a esa realidad, el pueblo de Dios debe ser más que un club social, un hospital donde cultivemos amistades profundas. Que mis hermanas cristianas más cercanas puedan ver todo mi corazón y aun así amarme. ¡Qué triste venir con máscaras de perfección puestas, y por dentro estar en soledad, llorando! En ocasiones se trata de personas a quienes queremos impresionar y escondemos nuestro pecado; lo opuesto al temor de Dios es el temor del hombre. Nos lleva a estar solas, deprimidas, sin gozo, llorosas, desesperadas, nadie puede ser nuestro amigo porque nadie nos conoce.

Nuestro propio pecado y el de los demás,  nos lleva a lugares oscuros y solitarios. Necesitamos temer a Dios, encontrar Su lugar secreto y de intimidad. Salmo 25:14 los secretos del Señor son para los que le temen, y Él les dará a conocer Su Pacto.

Recordemos que la sangre de Jesús es suficiente para cubrir todos nuestros pecados. Nuestra sanidad empieza el día que confesamos (Santiago 5:16) el orgullo nos lo impide porque no quiere ser expuesto, y así mantenernos atadas.