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Reflexión por Ana Nin de Olivo

Gracia y paz para ti.

Dios me ha concedido la hermosa y valiosa oportunidad de servir en Aviva Nuestros Corazones en el área administrativa-financiera y de recursos humanos donde tengo la oportunidad de reflejar parte de Su carácter y de Su corazón en cada detalle.

¡Dios todo lo hace hermoso en Su tiempo! Antes del Señor traerme a formar parte de Aviva Nuestros Corazones, estuve unos largos años trabajando en el sector bancario específicamente en el área de negocios. Fueron tiempos intensos, donde mi carácter, paciencia y perseverancia fueron probados, y mi fe puesta a prueba. Varias veces intenté salir pero Dios me dejaba ver claramente que no era el tiempo, pues Él estaba cumpliendo Sus propósitos en mí y a través de mí. Él estaba cincelando mi carácter en el fuego, proceso necesario para la responsabilidad que más adelante iba a poner en mis manos.

En este tiempo Dios me enseñó a valorar cada etapa y a apreciar Sus hermosos propósitos orquestados por Él para mi vida. Me enseñó a apreciar Su soberanía, bondad y sabiduría. 

Caminando de la mano con mi Señor estoy aprendiendo a:

  • Ser diligente. «Todo lo que tu mano halle para hacer, hazlo según tus fuerzas». –Eclesiastés 9:10
  • Perseverante y no cansarme de hacer el bien (Gálatas 6:9).
  • Hacer buen uso del tiempo de trabajo. «Andad sabiamente para con los de afuera, aprovechando bien el tiempo». –Colosenses 4:5-6
  • Cultivar el dominio propio. «Mejor es el lento para la ira que el poderoso, y el que domina su espíritu que el que toma una ciudad». –Proverbios 16:32
  • Dar gracias a Dios por todo porque su voluntad siempre es buena, perfecta y agradable, aunque en el momento no lo podamos percibir así (1 Tesalonicenses 5:18).

No dudemos de Su soberanía, sabiduría, bondad y gracia en cualquier etapa de la vida en la que nos encontremos. Recordemos que nuestro Dios no escatimó a Su propio Hijo, sino que lo dio por cada una de nosotras (Romanos 8:32).

Sobre el autor

Ana Nin de Olivo

Ana Nin de Olivo

Ana, rescatada del hoyo de la destrucción y asentada sobre la Roca Eterna, su gracia y el poder de su palabra la sostienen cada día. Reside en Santo Domingo junto a su esposo José Olivo y su hijo José Alejandro. … leer más …