Querida Odio-a-mis-Padres,
Este mes has estado en mi mente y corazón. He querido animarte con una verdad que conozco sin sombra alguna de duda.
¡Dios aún obra milagros! Él puede – y quiere – cambiar tu corazón y reconciliar tu relación de manera que puedas realmente amar a tus padres, a quienes ahora quisieras desaparecer de la faz de la tierra.
Yo sé. Yo estaba allí. Por años. Golpeando mi almohada, llorando, soñando con el día en el que finalmente iba salir de la casa y nunca más mirar atrás.
Pero a través de los días y años de dolor, Dios comenzó a obrar una transformación primero en mi corazón y después en nuestra relación. Lo mismo puede ser verdad para ti, sin importar cuán profundo sea el dolor que hayan causado. Sigue llevando a Dios este dolor. Sigue escogiendo perdonar y encomendarte a Aquel quien no se le escapa ni un detalle – el Juez perfecto que no va a permitir que ningún pecado quede sin castigo.
Si no tienes la más mínima idea de cómo perdonar, tengo un libro que debes leer. Es Escoja Perdonar por Nancy DeMoss Wolgemuth, y es increíblemente práctico.
Permanece, amiga. Pide y confía en Dios para que Él haga lo imposible. ¡No puedo esperar para hablar contigo dentro de unos pocos meses o años y escuchar sobre el milagro que Él hizo cuando escogiste el camino de la libertad a través del perdón!
Con amor, compasión y esperanza para ti,
Paula
Únete a la conversación