¿Te controla la comida?

¿Cuál es tu comida favorita? ¿Te ha pesado que aún sin terminar el almuerzo ya estás pensando en qué comerás de cena? ¿Comes o dejas de comer de acuerdo a tus estado de ánimo? Es muy extraño que relacionemos la palabra comida con el pecado. En especial como cristianas… Porque muchos son los que consideran que ese es uno de los pocos placeres que no se nos ha “prohibido”. No quiero ser aguafiestas pero… pecamos con la forma en que comemos con más frecuencia de lo que creemos.

El día de ayer inició en el programa de radio de Aviva Nuestros Corazones una serie que puede cambiar de forma radical la forma en que ves tus hábitos alimenticios titulada, Amo comer, odio comer.  Como parte de esta serie la invitada Elyse Fitzpatrick, una conocida escritora y consejera bíblica nos plantea una serie de interrogantes que nos ayudarán a evaluar nuestra condición.  

Número uno: Tengo un familiar un  amigo/a cercano/a que lucha o ha luchado con comer compulsivamente, anorexia, o bulimia. Tal vez una hija, una amiga cercana, una hermana, quien sea, ¿es eso cierto para ti? Solo pon un cotejo.

Número dos: Tengo un enfoque excesivo o amor por la comida. ¿Es eso cierto de ti o ha sido un aspecto importante en tu vida?

Número tres: Usualmente como por comodidad o por emociones de ira, miedo, frustración, o depresión en vez de por tener hambre.

Número cuatro: Habitualmente, como compulsivamente aun cuando no tengo hambre. Pon un cotejo ahí si dirías que es verdad o que ha sido verdad para ti.

Número cinco: A menudo me siento fuera de control en mi forma de comer. Experimento antojos de comida que parecen irresistibles.  Dirías, “esto ha sido un patrón en mi vida” sentirme fuera de control en la forma de comer.

Número seis: Mis emociones y mi sentido de bienestar se afectan significativamente por cuánto peso o por cómo me queda la ropa.

Número siete, es esto cierto o ha sido cierto para ti: Muy dentro de mí, siento que sería más feliz, tendría más valor, y sería más amada o querida por otros si fuera delgada. Y, a propósito, nuestra cultura envía ese mensaje, muchas veces.

Número ocho: A menudo experimento sentimientos de vergüenza o de culpa, de desesperación o impotencia en relación a mi forma de comer.

Número nueve: Tengo patrones secretos en la forma de comer que no me gustaría que otros supieran, y a menudo soy deshonesta con los demás sobre mis hábitos de comer.

Número diez: He practicado comportamiento anoréxico o bulímico. Okay, ¿cuántas de ustedes dirían que de esas diez declaraciones, una o más son verdad para ti? Sé que la mayoría de nosotras por no decir la totalidad de la audiencia  levantaría la mano.

Te invito a que no te quedes en este breve test sino que escuches toda la serie y seas ministrada. Puedes escucharla aquí. Y recuerda que:

Tomados del programa: ¿Estás preocupada por la comida? Serie: Amo comer, odio comer

Ayúdanos a llegar a otras

Como ministerio nos esforzamos por hacer publicaciones de calidad que te ayuden a caminar con Cristo. Si hoy la autora te ha ayudado o motivado, ¿considerarías hacer una donación para apoyar nuestro blog de Joven Verdadera?

Donar $3

Sobre el autor

Clara Nathalie Sánchez Díaz

Clara Nathalie Sánchez Díaz

Clara Nathalie vive en Santo Domingo, República Dominicana, por la gracia del Señor le sirve a tiempo completo. Trabaja en Aviva Nuestros Corazones como editora, analista de contenido y administradora de la página web. Sirve al Señor enseñado a mujeres … leer más …

¡Hey chicas! Nos encanta escuchar de ustedes, pero nos sentimos limitadas por las formas en que podemos ayudarlas.

Si buscas consejo te animamos a hablar primero con tu pastor o una mujer piadosa en tu vida, ya que ellos sabrán más detalles de ti y te darán seguimiento y ayuda.Lo publicado en la sección de comentarios no necesariamente refleja el punto de vista de Aviva Nuestros Corazones.

Nos reservamos el derecho de remover opiniones que puedan no ser de ayuda o inapropiadas. Puede ser que editemos o removamos tu comentario si: * Requiere o contiene información personal como emails, direcciones, teléfonos. *Ataca a otras lectoras. * Utiliza lenguaje vulgar o profano.


Únete a la conversación