Texto para meditar: Salmos 72
“Bendito sea el SEÑOR Dios, el Dios de Israel único que hace maravillas. Bendito sea su glorioso nombre para siempre, sea llena de su gloria toda la tierra. Amén y amén.” —Salmos 72:18–19
En este día final de preparación de nuestros corazones, pensemos por qué todo esto tiene importancia. ¿Cuál es el punto? ¿Cómo afecta a los demás la perspectiva que yo tenga sobre la feminidad? ¿Importa que afecte a otros? ¿Hay algo más en mi vida de lo que puedo ahora ver?
Hoy cerramos este tiempo de preparación estudiando un precioso salmo de esperanza. El Salmo 72 puede interpretarse en dos niveles. En el primer nivel, vemos a Salomón empezando su reino como monarca de Israel. Pero el significado de este salmo va mucho mas allá de Salomón hasta Uno que establecerá Su gobierno eternamente —Uno más grande que Salomón (Mateo 12:42). Cuando el Señor Jesucristo instaure Su reino terrenal, la tierra y sus ocupantes experimentarán la riqueza de la plenitud aquí descrita.
Mientras anticipamos el retorno de Cristo, nuestras vidas no deben ser malgastadas ni vividas inútil u ociosamente. Estamos llamadas a involucrarnos activamente en el plan redentor de Dios. De acuerdo a Su mandato, estamos llamadas a llenar la tierra entera de Su gloria. Logramos esto cumpliendo los grandes y santos propósitos para los cuales Él nos creó – ¡como mujeres!
¿Qué sucedería si toda mujer cristiana viviese de acuerdo a las instrucciones que encontramos en las Escrituras? ¿Cómo lucirían nuestros hogares? ¿Cómo responderían nuestros esposos e hijos a este tipo de transformación radical? ¿Se inspirarían nuestros hombres al ver el poder del Evangelio obrar en nuestras vidas? ¿Les provocaría hambre de conocer a Dios más íntimamente? ¿Empezarían a sentir la libertad y la confianza de tomar su rol de liderazgo espiritual? ¿De qué forma serían diferentes nuestras iglesias, lugares de trabajo, nuestros vecindarios si miles de mujeres vivieran como “mujeres verdaderas”, honrando a Cristo con sus pensamientos, sus palabras, sus actitudes y sus acciones? ¿Qué pensaría el mundo incrédulo que nos rodea? ¿Cómo responderían? ¿Cómo serían sus vidas impactadas por el poder del Evangelio que ha transformado nuestras vidas? ¿Ocurriría un avivamiento?
Tómate un tiempo para reflexionar
Medita en las preguntas que viste al final del devocional de hoy. Medita y ora sobre el Salmo 72. ¿De qué manera está tu vida contribuyendo a la intención última de Dios de llenar toda la tierra de Su gloria? ¿Ven aquellos que te rodean el poder transformador del Evangelio obrando en tu vida?
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Este artículo procede del Ministerio Aviva Nuestros Corazones ® www.avivanuestroscorazones.com
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