Cómo el Evangelio debe moldear nuestra identidad

Todos los días te evalúas a ti misma. Puedes mirarte en el espejo y concluir: «No soy hermosa», porque crees que no te pareces a las mujeres de las revistas y las redes sociales. 

O miras tu lista de tareas del día y te sientes eufórica por haber hecho todo y piensas: «Soy una persona productiva». También te puedes sentir triste porque te distrajiste tanto y solo terminaste una tarea y piensas: «Soy tan floja».

Por otra parte, es posible que todos los días haya alguien que te juzgue. Te dicen cosas buenas y te animan o te dicen cosas malas y te derriban. Tal vez obtuviste otra calificación baja en tu examen nuevamente y tu profesor te dice: «No estás hecha para esto. Nunca te vas a graduar». O tal vez un familiar te dice de una forma u otra que «eres un gran fracaso». 

Hermana, todos los días nos estamos evaluando a nosotras mismas o escuchamos los juicios de otras personas y tomamos esas declaraciones colocando erróneamente nuestra identidad en ellas. Nos decimos o escuchamos a la gente decirnos: «Tú eres ___», y llenamos el espacio en blanco con algo positivo o negativo colocando nuestro valor en esas declaraciones.

Pero hermanas, la opinión que tú o cualquier otra persona tenga de ti no debería moldear tu identidad. Solo hay una persona cuyo juicio sobre ti importa: el de Cristo.

Si has puesto tu fe en Cristo, entonces es en Cristo donde encontramos nuestra identidad. Ahora, es posible que hayas escuchado esto en círculos cristianos y no estés segura de lo que realmente significa. 

Vayamos a 1 Corintios 4:3-4 para entender lo que significa tener nuestra identidad en Cristo:

«En cuanto a mí, es de poca importancia que yo sea juzgado por ustedes o por cualquier tribunal humano. De hecho, ni aun yo me juzgo a mí mismo...pues el que me juzga es el Señor». 

Pablo le está diciendo a la iglesia de los Corintios: «No me importa lo que piensen de mí y no me importa lo que yo piense de mí mismo. Solo me importa lo que Cristo piensa de mí».

En esencia, Pablo está afirmando que su valor no proviene de la evaluación de otros o de su propia evaluación de sí mismo. Indica que lo único que importa es la evaluación que Cristo hace de él.

Entonces, ¿qué es lo que Jesús dice sobre Pablo y sobre todos sus hijos? Si has puesto tu fe en Jesús como tu Señor y Salvador, encontrarás que tu identidad está en el evangelio.

Primero, debido a que Jesús murió en la cruz por tus pecados y resucitó de entre los muertos, lo siguiente es cierto acerca de ti si has puesto tu fe en Cristo:

«Por tanto, ahora no hay condenación para los que están en Cristo Jesús» (Romanos 8:1).

Esto significa que, debido a la obra de Cristo en la cruz, ningún pecado que hayas cometido o que vayas a cometer puede ser tomado en tu contra porque Cristo recibió el castigo que mereces. Y no solo tus pecados no se cuentan en tu contra, sino que se te ha dado el registro impecable de Cristo: ante los ojos de Dios eres perfecta como Su Hijo.

En segundo lugar, a causa del evangelio, tal como el Padre le dijo al Hijo: «Este es Mi Hijo amado en quien me he complacido» (Mateo 3:17), el Padre te dice: «Tú eres mi hija amada en quien me he complacido». 

Toma esta verdad y deja que eche raíces en tu corazón. Si has puesto tu fe en Cristo, entonces no hay condenación para ti y eres una hija amada por Dios. 

Por lo tanto, no importa lo que pienses de ti o lo que otros piensen de ti; Dios dice la verdad sobre ti y eso es lo más importante.

Ahora, eso no significa que dejemos de examinar nuestras vidas y simplemente hagamos lo que queramos. No, más bien deberíamos recibir comentarios de los demás y crecer en semejanza a Cristo porque ninguna de nosotras es realmente perfecta de este lado del reino. Pero en lugar de aceptar los comentarios de las personas sobre nosotras, y permitirles que den forma a quienes pensamos que somos, podemos eliminar nuestra identidad de sus opiniones, determinar en oración cómo podemos crecer y continuar caminando en la identidad que se nos ha dado por Dios y no por lo que otras personas definan de nosotras.

Nota del autor: las ideas principales de este blog provienen del pequeño, pero poderoso libro escrito por Timothy Keller, The Freedom of Self-Forgetfulness (La respuesta del espejo). Si puedes encontrar una copia en español, te recomiendo que te tomes la hora que se necesita para leerla.

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Sobre el autor

Alejandra Minton

Alejandra Minton

Salvada por gracia, hija del Rey de reyes, recién casada con Kyle y apasionada por estudiar y enseñar la Palabra de Dios.

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