Más allá de las influencers: admira a mujeres que reflejen a Cristo

¿Admiras a alguna mujer? Seguramente tendrás una respuesta rápida y dirás: «Sí, ¡y cómo quisiera ser como ella!». Ahora bien, ¿lo que admiras de esa mujer son sus cualidades bíblicas que te invitan a crecer en santidad? ¿Es ella una mujer que busca crecer en piedad? Por qué te pregunto esto, bueno, porque es muy fácil dejarse llevar por la corriente de la cultura que te lleva a admirar a las personas que tienes cerca, o tal vez anhelar ser como las ahora llamadas influencers; pero más allá de admirar a una persona y anhelar ser como ella, ¡qué necesario es poder admirar las cualidades bíblicas en las mujeres piadosas! 

¿Por qué? Porque invariablemente, si son mujeres que buscan crecer en piedad, nos llevarán a ver más allá, es decir, nos llevarán a ver a quien ellas imitan, a quien siguen cada día: a Cristo. Estas son las mujeres que sin duda pueden inspirarnos a crecer en santidad, porque han creído que amar al Señor, su Dios, y serle fiel, es lo que realmente importa de este lado de la gloria.

Así que, quiero compartir contigo algunas de las cualidades bíblicas que he encontrado admirables en algunas mujeres piadosas que Dios me ha permitido conocer.

• Devoción, temor a Dios y amor por la verdad de Su Palabra.

Una de las mujeres que más ha impactado mi vida es mi madre. Si me preguntas qué es lo primero que viene a mi mente cuando pienso en su vida espiritual, lo primero que te describiría es la imagen de mi madre hincada cada día al lado de su cama por tiempos largos orando al Señor o sentada en su cama leyendo su Biblia. Tanto en momentos de alegría, tranquilidad y gozo; como en tiempos de dificultad, enfermedad, dolor, pérdida, tristeza y desesperanza, era muy raro el día que yo no la viera pasando tiempo con su Dios. 

A medida que fui creciendo, me di cuenta que su devoción a Dios le daba la fortaleza que ella necesitaba día a día; comprendí que su insistencia en enseñarnos el temor a Dios y el amor por Su Palabra venía de su propia experiencia con Cristo. Y eso era algo que definitivamente trabajaría de manera ardua para enseñarme, y a mis hermanos también.

Contra viento y marea, contra toda presión familiar, ella siempre sostenía que la verdad de la Palabra de Dios era la que regiría su vida y la de su familia también. No importaban las burlas, las expresiones de desaprobación de otros… «Debemos obedecer a Dios en vez de obedecer a los hombres» (Hch. 5:29), era siempre su respuesta cuando nos explicaba por qué hacíamos lo que hacíamos. 

Y ¡qué decir del temor a Dios! «El Señor te está viendo… a mí me puedes engañar, pero a Dios no. Él no puede ser burlado». Cómo me pesaban y me incomodaban estas palabras cada vez que me las decía. No podía simplemente ignorar esa verdad, mi madre se encargó de que no quedara ninguna duda en mi corazón de que lo que me decía era cierto cada segundo de mi vida, y puedo decir que me libró de tantas caídas. Al principio lo hacía por miedo a Dios, pero cuando el Señor me alcanzó y me mostró mi pecaminosidad para darme salvación, entonces pude empezar a temer ofender la santidad de mi Padre celestial.

Uno de los pasajes que más me repetía, y nos pidió a mí y mis hermanos aprendernos de memoria es Proverbios 3:1-7, y ¡cómo ha sido un verdadero sostén para mi vida! Vamos a leer juntas estos versículos:

«Hijo mío, no te olvides de mi enseñanza,

Y tu corazón guarde mis mandamientos,

Porque largura de días y años de vida

Y paz te añadirán.

La misericordia y la verdad nunca se aparten de ti;

Átalas a tu cuello,

Escríbelas en la tabla de tu corazón.

Así hallarás favor y buena estimación

Ante los ojos de Dios y de los hombres.

Confía en el Señor con todo tu corazón,

Y no te apoyes en tu propio entendimiento.

Reconócelo en todos tus caminos,

Y Él enderezará tus sendas.

No seas sabio a tus propios ojos;

Teme al Señor y apártate del mal».

No puedo dejar de agradecer a Dios por Su Palabra y por la obra maravillosa que hace en nuestros corazones a través de ella. 

• Creer y abrazar el diseño divino para la mujer y el amor por la siguiente generación.

La sabiduría de Dios no tiene límites, y somos recipientes de una gracia inmerecida al poder entender, aunque con mentes muy limitadas, cómo piensa Dios y qué es lo que tiene a bien que como hijas hagamos para obedecer y traerle gloria. Y hay mujeres que Dios me ha permitido conocer que se han vuelto mis mentoras, y me han enseñado no solo con palabras, sino con el ejemplo, lo que significa amar el rol que el Señor me ha dado como mujer, y preocuparme y ocuparme para que las mujeres y jóvenes que vienen detrás de mí, puedan entenderlo y abrazarlo también. Ellas han entendido palabra por palabra lo que Pablo le dijo a Tito que le enseñara a las mujeres, puedes leerlo en Tito 2:2-5.

En los años que Dios me dio el regalo de la soltería, estas mujeres sabias me enseñaron que una mujer soltera…

• Se ocupa de los asuntos del Padre celestial, dedicando tiempo a la lectura y la oración.
• Se somete a Dios y a sus padres en una actitud de obediencia con gozo.
• Sirve a su familia con amor y gozo.
• Se involucra en su iglesia local para servir a su familia en la fe.
• Se interesa por las jóvenes que tienen las mismas luchas y a quienes se les puede guiar con la Palabra.
• Está atenta a las necesidades de otros para servirles.

Y desde hace un par de años que el Señor me dio el regalo del matrimonio, me han enseñado que, una mujer casada…

• Se ocupa de los asuntos del Padre celestial, dedicando tiempo a la lectura y la oración.
• Se somete a Dios y a su esposo en una actitud de obediencia con gozo, entendiendo que ese es el orden establecido por el sabio Dios. 
• Instruye a sus hijos en el camino del Señor, hablándoles palabras de verdad todo el tiempo.
• Sirve a su familia con amor y gozo.
• Se involucra en su iglesia local para servir a su familia en la fe.
• Se interesa por la siguiente generación de mujeres y les enseña a amar a sus maridos, a sus hijos, a cuidar de su hogar, y honrar al Señor con todo ello.
• Está atenta a las necesidades de otros para servirles.

A la cultura de este mundo, seguramente esto le puede parecer bastante aburrido e intrascendente, pero para quienes hemos entendido que la sabiduría de Dios está por encima de la sabiduría del mundo, la Palabra de Dios y su instrucción es nuestra vida. 

Amada hermana, no te dejes llevar por la influencia de este mundo y los placeres temporales y terrenales; ahí no hay piedad, no hay santidad. Mira el regalo que Dios te da a través de mujeres que aman al Señor para aprender lo que Él realmente quiere que seamos y hagamos como Sus hijas. Acércate a ellas, aprende de ellas, conversa, haz preguntas; ¡encuentra la gran bendición que hay en tener una anciana piadosa en tu vida!