Sus últimas palabras: «¡Consumado es!»

Se ha escrito mucho sobre los últimos momentos de Jesús en la cruz: una serie de acontecimientos históricos que fueron planeados por Dios desde antes de la fundación del mundo. Las profecías sobre Su muerte se cumplieron hasta en el más mínimo detalle (Sal. 22:18; 34:20; 69:21).

Repasando todos los acontecimientos que tuvieron lugar durante la crucifixión de nuestro Señor Jesucristo, podemos ver que todo el Antiguo Testamento explicaba con gran detalle los sacrificios y ceremonias necesarios para la expiación de los pecados, y ellos apuntaban a este único gran sacrificio que iba a tener lugar en el Gólgota. El sacrificio culminó en dos palabras: «Consumado es» (Jn. 19:30). Habiendo vivido una vida de perfección, cuando Jesús entregó Su espíritu en los momentos que siguieron, modeló para nosotras la obediencia perfecta, incluso hasta la muerte.

Al considerar las palabras «consumado es», tetelestai en griego, podemos notar algo extraordinario: cuando todo lo que era necesario había ocurrido, cuando cada elemento del plan de Dios estaba en su lugar, llegó la plenitud de los tiempos (Gal. 4:4).

Fue un momento de contrastes entre lo antiguo y lo nuevo. En el Antiguo Testamento, el pueblo preparaba lugares, objetos y elementos para ofrecer sus sacrificios: el altar, el tabernáculo, los utensilios y demás. En el Nuevo Testamento, solo eran necesarias dos cosas: la cruz y el Cordero. En el Antiguo Testamento, una nube cubrió de repente el tabernáculo, haciendo imposible que la gente entrara porque estaba lleno de la gloria de Yahvé (Ex. 40:34-35) . . . Pero aquel viernes, el escenario era distinto: en lugar de llenarse con el resplandor de la gloria de Dios, las tinieblas llenaron la tierra, provocando un gran temor en todos los que allí se encontraban y en ese momento, nuestro Señor entregó Su alma; Su obra había sido completada con perfección.

Antes y después

La crucifixión estipuló el antes y después en la historia del mundo. En el momento exacto en que cada elemento del plan de Dios estaba en su lugar, cuando el sacrificio había sido hecho sobre el altar, cuando una gran oscuridad cubría la tierra, Jesús pronunció las palabras «Consumado es». El velo descrito en Éxodo 26:33 se rasgó de arriba abajo, marcando una nueva alianza entre Dios y el hombre. Cuando Jesús murió en la cruz, se convirtió en el sacrificio único que cubriría tu pecado y el mío, dándonos vida eterna y entrada permanente a ese trono de gracia, a ese lugar santísimo.

¿Tu corazón se estremece como el mío al comprender lo que estaba sucediendo? Puede que los apóstoles y los que estaban presentes no comprendieran del todo lo que ocurría, pero hoy tenemos la revelación completa de la Palabra de Dios. A través de ella, podemos ver la fidelidad y el amor de Dios por Su pueblo y por todos los que creen. Su santidad fue satisfecha de una vez por todas, y solo el perfecto Dios-hombre podía lograrlo.

Pero lo más claro de todo es que vemos un modelo asombroso de obediencia perfecta, una obediencia que llegó hasta la muerte de cruz. Aunque no se puede negar el dolor que Cristo experimentó en la cruz, siempre mantuvo los ojos puestos en el resultado, ejerciendo una obediencia que confiaba en Aquel que le envió y que es digno de Su confianza, y de la nuestra.

Estudiantes de la cruz

Andrew Murray dijo en su libro «Humildad»: 

«Jesucristo ocupó el lugar y cumplió el destino del hombre, como criatura, por Su vida de perfecta humildad. Su humildad es nuestra salvación. Su salvación es nuestra humildad. . . . ¡Creyente! Estudia la humildad de Jesús. Este es el secreto; la raíz oculta de tu redención».

Seamos estudiantes de la humildad de Jesús, siguiendo Su ejemplo de obediencia a lo que Dios nos muestra en Su Palabra.

Ayúdanos a llegar a otras

Como ministerio nos esforzamos por hacer publicaciones de calidad que te ayuden a caminar con Cristo. Si hoy la autora te ha ayudado o motivado, ¿considerarías hacer una donación para apoyar nuestro blog de Mujer Verdadera?

Donar $3

Sobre el autor

Yamell de Jaramillo

Yamell es originaria de la República Dominicana. Ama la Palabra de Dios, es firme en sus convicciones y vive apasionadamente la vida cristiana teniendo el deseo genuino en su corazón de poder vivir el señorío de Cristo.  Tiene un especial … leer más …


Únete a la conversación