El poder de una palabra amable
Nancy DeMoss Wolgemuth: ¿Sabías que tus palabras pueden afectar la forma en que los demás ven a Cristo? Dannah Gresh te lo explica.
Dannah: No es solo tu relación con esa persona con la que estás en contacto lo que está en juego cuando escoges palabras duras que cortan y dividen y causan dolor. Si eres hija de Cristo, si tu vida está rendida a Él, cada interacción es una representación de nuestro Salvador.
Nancy: Hoy, Dannah nos ayudará a ver el asombroso poder de nuestras palabras.
Dannah: Estás escuchando Aviva Nuestros Corazones con Nancy DeMoss Wolgemuth, en la voz de Patricia de Saladín. Hoy, 18 de noviembre de 2024.
El 2024 está por terminarse, el Señor nos ha permitido probar Su fidelidad y cuidado. Antes de que termine el año, queremos animarte a considerar qué plan de lectura bíblica anual harás este próximo 2025. Creemos que la Palabra de …
Nancy DeMoss Wolgemuth: ¿Sabías que tus palabras pueden afectar la forma en que los demás ven a Cristo? Dannah Gresh te lo explica.
Dannah: No es solo tu relación con esa persona con la que estás en contacto lo que está en juego cuando escoges palabras duras que cortan y dividen y causan dolor. Si eres hija de Cristo, si tu vida está rendida a Él, cada interacción es una representación de nuestro Salvador.
Nancy: Hoy, Dannah nos ayudará a ver el asombroso poder de nuestras palabras.
Dannah: Estás escuchando Aviva Nuestros Corazones con Nancy DeMoss Wolgemuth, en la voz de Patricia de Saladín. Hoy, 18 de noviembre de 2024.
El 2024 está por terminarse, el Señor nos ha permitido probar Su fidelidad y cuidado. Antes de que termine el año, queremos animarte a considerar qué plan de lectura bíblica anual harás este próximo 2025. Creemos que la Palabra de Dios es luz que ilumina nuestro camino y nos guía hacia Cristo. Ser intencionales en conocer a nuestro Señor a través de Su Palabra este próximo año es una de las mejores cosas en las que nos podemos invertir.
Aviva Nuestros Corazones cuenta con 2 planes de lectura de la Biblia en un año, «Mujer Verdadera 365 canónico» el cual consiste en leer toda la Biblia en el orden en que está escrito el canon y «Mujer Verdadera 365 cronológico» el cual consiste en leer toda la Biblia según el orden en el que se dieron los hechos históricamente. Y queremos compartir contigo que el plan de lectura MV365 cronológico tendrá una serie de nuevos recursos gratuitos que no te puedes perder.
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Nancy: Si te desplazas por tu página de inicio de Facebook o Instagram, o por la red social que más utilices, te darás cuenta de algo rápidamente. Algunas de las palabras que lees son edificantes, amables y alentadoras. Pero otras palabras, lamentablemente muchas, resultan arrogantes, destructivas o duras. Y podemos decir lo mismo de las palabras que salen de nuestra propia boca, ¿no es cierto?
En esta corta serie queremos centrarnos en cómo podemos desarrollar habilidades de bondad. Hace un tiempo, mi copresentadora, Dannah Gresh, compartió un mensaje alentador del capítulo 15 de Proverbios durante nuestra capilla semanal para el personal. Después, le pregunté si estaba dispuesta a compartirlo con toda la audiencia de Aviva Nuestros Corazones, y ella accedió amablemente.
Estás a punto de disfrutar un verdadero manjar, pero primero, permítanme orar por nosotras. Oh Señor, necesito este mensaje, y todos necesitamos este mensaje. Nuestras palabras tienen tanto poder para dar vida o muerte, para curar o herir. Así que te pido que nos des oídos para escuchar y corazones para recibir lo que tienes que decirnos hoy. Te lo ruego en el nombre de Jesús, amén.
Escuchemos ahora a Dannah Gresh.
Dannah: Permíteme preguntarte: ¿Hay alguien en tu casa que hable alto durante una llamada en Zoom? Antes de la oleada de uso de Zoom en 2020, creo que las mujeres no estaban advertidas de la realidad de que muchos hombres parecen ser incapaces de hablar en un tono normal cuando están en una llamada de Zoom.
Sí, te estoy diciendo que hay una persona en la casa Gresh que habla alto en Zoom… y no soy yo. Mhm. Estoy poniendo a Bob Gresh en una situación incómoda hoy, amigas.
Por supuesto, no es solo un problema de hombres. Algunos esposos se me han acercado y me han dicho: «¡Oye!, en mi casa son las mujeres las que hablan alto en Zoom».
Pero esto es lo que quiero compartir contigo hoy: cuando Bob hablaba en voz alta en una llamada de Zoom, todos hablábamos en voz alta después de una llamada de Zoom. Si soy honesta, lo que realmente estoy tratando de decirte es esto: yo no respondí bien. Y Bob lo hizo. Realmente lo hizo. Cuando yo expresaba mi frustración, él levantaba sus manos y las agitaba como si me estuviera haciendo una señal porque estaba conduciendo demasiado rápido o corriendo demasiado rápido, y me decía simplemente y con delicadeza: «Vamos a bajar un poco el volumen, cariño. Vamos a bajar el volumen».
Cuanto más lo hacía (y tenía que hacerlo bastante a menudo), menos me gustaba mi reacción fuerte y ruidosa. Cada vez me sentía más incómoda. Era una respuesta tan reactiva a un problema tan pequeño e insignificante. Así que empecé a orar al respecto. Y el versículo que Dios me trajo a la mente es uno que memoricé hace muchos, muchos años, se encuentra en Proverbios 15, versículo 1: «La respuesta suave calma la ira».
Sentí el suave tirón del Espíritu para que empezara a aprender a expresar mi frustración con dulzura. Así que intenté decir este versículo en voz baja cada vez que Bob empezaba a hablar en voz alta en Zoom. ¿Y adivina qué? No sirvió de nada. Mi corazón no cambió, ni tampoco mi tono cuando le pregunté en voz alta acerca de la conversación en Zoom.
¿Por qué? Porque creía de alguna manera en lo profundo de mi espíritu que mi dura respuesta era útil para mí. Estaba creyendo la mentira de que la dureza me serviría.Podía protegerme, abogar por mí, defenderme.Verás, amiga, era mi creencia, no solo mi comportamiento lo que necesitaba cambiar en la forma en que respondía a Bob cuando la vida no iba como yo quería. Mi mente requería una transformación interna del Espíritu Santo, una reforma total de cómo pensaba acerca de cómo abordaba las interacciones molestas y los conflictos.
Todos experimentamos esto en nuestras vidas, ¿verdad? Y a menudo, terminamos tanto en el extremo receptor como en el extremo emisor de los golpes verbales. Pero aquí está el asunto: como creyentes, no deberíamos estar en ninguno de los dos extremos. La Palabra de Dios nos enseña que el poder de una respuesta amable puede cambiar la trayectoria de un conflicto e incluso de una relación.
- ¿Necesitas ayuda con una relación muy conflictiva?
- ¿Hay tensión en tu matrimonio o con una compañera de cuarto?
- ¿Te cuesta controlar la lengua cuando respondes a tu mamá o tal vez a tu hija?
- ¿Experimentas interacciones de alto conflicto con algunos compañeros de trabajo o tal vez con alguien en tu iglesia?
Quiero invitarte durante los próximos tres días a sumergirte conmigo en los primeros cuatro versículos de Proverbios 15. Vamos a descubrir lo que la Palabra de Dios dice sobre el poder de una respuesta amable, la sabiduría de una respuesta amable y la recompensa de una respuesta amable. De hecho, permíteme animarte a que tomes tu Biblia ahora mismo, si la tienes cerca. Yo tengo la mía aquí conmigo. Creo que si miras este pasaje con tus propios ojos, vas a aprender mucho más del Espíritu de Dios que de mí.
Permíteme leer Proverbios 15:1-4:
«La suave respuesta aparta el furor,
pero la palabra hiriente hace subir la ira».
Y aquí comenzamos a ver el poder de una respuesta amable. Y luego llegamos al versículo 2, la sabiduría de una respuesta amable. Dice:
«La lengua del sabio hace grato el conocimiento,
Pero la boca de los necios habla necedades.
En todo lugar están los ojos del Señor,
Observando a los malos y a los buenos».
Y por último, en el versículo 4, he aquí la buena recompensa de una respuesta amable:
«La lengua apacible es árbol de vida,
Pero la perversidad en ella quebranta el espíritu».
Ahora, antes de empezar a analizar estos primeros versículos de Proverbios 15, consideremos quién los escribió.
Por supuesto, este capítulo está escrito por Salomón. Es el tercer rey de Israel y el hijo del rey David.
Ahora, David peleó guerras para construir la nación, pero Dios le dijo en 1º Crónicas 22:9 que su hijo, Salomón, sería un hombre de paz. Y varios comentarios a los que me referí mientras estudiaba Proverbios 15 afirmaban que Salomón escribió estos versículos como el «conservador de la paz». Ahora bien, un conservador es alguien que repara o preserva algo de valor. ¿Quién no estaría de acuerdo en que vale la pena preservar la paz, en nuestro mundo en general y en nuestras relaciones interpersonales?
Salomón escribió Proverbios 15 como. . . Supongo que podría llamarse una guía táctica para aplacar la ira y reparar la paz cuando surge un conflicto en las relaciones. Quiero recordarte que, como rey, en esa posición política, con muchos otros reyes que estaban en oposición a la nación de Israel, eso me llevaría a creer que probablemente sabía algo sobre cómo resolver conflictos. Tenía experiencia en ello.
Entonces, ¿por dónde empieza este hombre a guiar a sus lectores, a sus alumnos a través del conflicto? Empieza con el poder de una palabra gentil, o como dice la versión que estoy leyendo, «una respuesta suave». Así que, hablemos de eso: el poder de una respuesta suave.
El versículo 1 dice: «La suave respuesta calma la ira, pero la palabra hiriente hace subir la ira». En otras palabras, si respondes a tus frustraciones con una respuesta suave, disiparás la ira.Pero si respondes a tus conflictos con palabras afiladas y cortantes, empeorarás las cosas. Piénsalo. Ese es el poder de las palabras.
Las palabras amables tienen el poder de apagar la ira, y las palabras ásperas tienen el poder de despertar una ira mayor. No es poca cosa.
He estado investigando sobre esto, y la ira estimula más reacciones involuntarias en nuestro cuerpo que cualquier otra emoción. Es decir, el sistema nervioso simpático toma el control. El cerebro cierra el flujo sanguíneo al intestino y lo empuja hacia los músculos para que reaccionen. Y eso, por supuesto, forma parte de nuestra respuesta de lucha o huida.
El ritmo cardíaco, la presión arterial, la respiración, todos aumentan. La temperatura corporal aumenta. Aumenta la transpiración. Quizá por eso se refieren a una persona enojada como alguien que tiene la «cabeza caliente». Un individuo enojado, de muchas maneras, no es un individuo controlado.
Pero Dios dice que una palabra gentil puede cambiar todo eso. Bueno, ¿qué tan poderosa es una respuesta suave?
Vayan conmigo al capítulo 8 de Jueces. Espero que escuches pasar las páginas de mi Biblia, porque voy a ir ahí contigo. Veamos un ejemplo de una palabra poderosa y gentil. Permíteme darte una visión general de lo que sucede en el pasaje que estoy a punto de leerte.
Gedeón condujo a los israelitas a una batalla contra los madianitas, y Dios les dio una resonante victoria. Pero no todos en Israel estaban contentos con esa victoria. De hecho, cuando Gedeón y el ejército israelita volvieron a casa después de la batalla, Gedeón descubrió que tenía en sus manos unas tropas muy enojadas.
¿Por qué? Porque no les había informado de antemano sobre la batalla. En medio de la batalla, cuando el resultado parecía sombrío, los llamó para que lo ayudaran. Así que se unieron a la lucha, y se obtuvo la victoria. Ganaron. Entonces, ¿por qué estaban enojados?
Bueno, tal vez se sintieron excluidos. No lo sé. Pero estaban, para decirlo en términos modernos, «molestos». Y vemos esto en el primer versículo de Jueces 8. Lee conmigo.
«Entonces los hombres de Efraín le dijeron: “¿Qué es esto que nos has hecho, al no llamarnos cuando fuiste a pelear contra Madián?”». Y lo criticaron duramente (v. 1).
¿Puedes imaginarte la escena? ¿Sientes la tensión? ¿Los ánimos caldeados? Bien, aprendamos juntas cómo respondió Gedeón a estas duras palabras. Dice que los hombres de Efraín lo criticaron duramente. Otras versiones dicen «severamente». Creo que tenía algunas cabezas calientes en sus manos, ¿no? En otras palabras, los sistemas nerviosos simpáticos estaban a toda marcha.
Ahora en este punto, Gedeón tenía una opción sobre cómo responder, ¿no es cierto? Trata de ponerte en sus zapatos. Si te hubieran desafiado y confrontado como a él, ¿cómo te habrías sentido tentada a responder? Bueno, puedo decirte como yo me hubiera sentido tentada a responder.
Ahora bien, nunca he sido un líder militar. Nunca he tenido un soldado a mis órdenes. Así que tengo que poner esto en un escenario diferente y práctico. Tristemente, eso es fácil para mí. Verás, hoy tengo el corazón bastante apesadumbrado. Estoy triste por cómo fue la interacción entre otra mujer y yo la semana pasada.
Ambas nos preocupamos mucho por una amiga en común, y esta amiga está en un matrimonio muy, muy difícil. Pero no estábamos de acuerdo en cómo ayudarla. Ese día nos dijimos palabras muy duras. Ella reaccionó mal a mis pensamientos, y yo me mordí la lengua todo lo que pude. Y entonces… bueno…, digamos que no me gustó cómo me presenté. Un matrimonio está en guerra, y tenemos la oportunidad de luchar por y con esta pareja, pero esta mujer y yo usamos palabras duras.
Mantén tus dedos en Jueces 8, y mira hacia atrás en Proverbios 15:1. «La suave respuesta aparta el furor, pero la palabra hiriente hace subir la ira». Eso es lo que hicimos ese día. La despertamos. Despertamos la ira entre nosotras.
Tengo que confesar que a veces me siento tentada a usar palabras duras cuando me siento confrontada. ¿Y qué significa la palabra «hiriente»? Significa «desagradablemente áspero o que sacude los sentidos». Ese día me sacudieron. Lloré después de esa reunión.
¿Y qué tan discordantes pueden ser las palabras? Bueno, la palabra hebrea usada aquí en este versículo tiene una raíz primitiva que significa «tallar». En otras palabras, las palabras ásperas cortan.Causan dolor.Esa es su intención.
Y esa era la intención de estos soldados en ese campo de batalla del Antiguo Testamento. Ahora, Gedeón en ese campo tiene una elección. ¿Responderá a la frustración de sus soldados con una respuesta suave y gentil y así disipará la ira?
¿O responderá a este conflicto con palabras afiladas y cortantes y echará leña al fuego que ellos han provocado?
En una situación tensa como esta, las palabras marcan la diferencia. Veamos cómo respondió Gedeón. Veamos el versículo 2. Dice así:
«Pero él les dijo: “¿Qué he hecho yo ahora en comparación con ustedes? ¿No es mejor el rebusco de Efraín que la vendimia de Abiezer? Dios ha entregado en manos de ustedes a los jefes de Madián, Oreb y Zeeb; ¿y qué pude hacer yo en comparación con ustedes?”».
Quiero que notes dos cosas: primero, Gedeón respondió con palabras gentiles. Los felicita. «¿No son sus uvas sobrantes mejores que mi mejor cosecha? Dios les ha dado a ustedes, no a mí, esta victoria. No podría haberlo hecho sin ustedes».
En lugar de ser reactivo y hablarles con la misma dureza con la que ellos se enfrentaron a él, algo tan fácil de hacer, tomó el camino de la humildad. Afirmó lo que habían hecho bien. Dejó que se llevaran el mérito de la victoria, que sintieran que lo que habían hecho era mucho más importante que lo que él había hecho. No respondió con palabras duras.
No respondió con palabras que seguramente habrían subido la temperatura de sus cuerpos y alimentando su ira. ¿Es eso lo que te gustaría hacer cuando tu compañero de trabajo te molesta? No, en serio, ¿es eso lo que te gustaría hacer cuando tu esposo habla fuerte en Zoom o alguien en el comité de tu iglesia está presentando un plan opuesto al tuyo? ¿Te gustaría hacerles un cumplido y animarles?
El otro día Nancy y yo tuvimos, lo que podría haber sido una conversación realmente difícil que podría haberme dejado en desacuerdo con ella. Ella me estaba orientando y sugiriendo algunas formas en las que podría mejorar como maestra de la Biblia. En realidad estaba evaluando esta enseñanza. Tenía cosas difíciles que decirme.
Algunas personas podrían hacer lo que ella hizo con dureza, después de todo, es nuestra inclinación natural. Pero Nancy habló suave y gentilmente, y me hizo uno de los cumplidos más dulces de mi vida. Me dijo: «Dannah, eres digna de mi tiempo». ¡Qué gran diferencia puede hacer un cumplido!Cualquier cosa en mi corazón que se sintiera ofendida o molesta en ese momento, se desvaneció bajo la dulzura de ese cumplido.
Y las palabras de elogio para Gedeón con sus soldados, también. En el versículo 3 dice:
«Entonces se aplacó la ira de ellos contra él cuando dijo esto».
¿Qué dijo? Un cumplido.
Tengo que volver a ese versículo en Proverbios 15:1: «La suave respuesta aparta el furor».
No estoy sugiriendo que mientas. No estoy sugiriendo que inventes cumplidos huecos, sino que profundices en tu corazón, más allá de tus emociones turbadas o agitadas. Ve a esa persona como alguien que Dios valora y ama, y encuentra una manera sincera de hacerle un cumplido. Escoge la palabra amable. Un cumplido genuino, un estímulo honesto, es solo una de las maneras en que podemos infundir gentileza en un conflicto, y es una de las maneras en que podemos apagar la ira.
Volvamos a la conversación que tuve con una mujer la semana pasada sobre una amiga cuyo matrimonio nos preocupa. ¿Sabes lo que hice antes de venir hoy al estudio? Le escribí un correo electrónico a esa mujer, y la felicité. ¿Y sabes qué? Fue fácil porque ella ha puesto mucho en la vida de nuestra amiga en común. Y me disculpé.
Está bien disculparse, arrepentirse, admitir cuando tus palabras no son gentiles, sino duras. Usé palabras gentiles en ese correo electrónico, esperando que algún día muy pronto podamos tener palabras gentiles cara a cara.
Sé que a menudo es muy difícil. En el calor del momento, pueden ser nuestros propios sistemas nerviosos simpáticos los que se activan. Eso es lo que nos pasó ese día.
Déjame compartir contigo algo que he descubierto al estudiar este pasaje (lo encontré muy fascinante). Ahora, esta es una advertencia: a Dannah Gresh le encanta la ciencia de la creación, los animales, nuestros cuerpos, todo eso. Y cuando huelo una referencia a algo así en las Escrituras, me pongo en sintonía e investigo.
Un comentario sobre Proverbios 15 que leí, decía… déjame leer esto:
«El Antiguo Testamento relacionaba conscientemente estados emocionales y cambios corporales muchos siglos antes de que los estudios científicos documentaran el mismo fenómeno. La disposición alegre, ya sea herencia natural [¡Oh, que el Señor me la hubiera dado así!] o resultado de la disciplina personal, [Ese es el camino que el Señor me ha asignado: la disposición alegre a través de la disciplina personal. Dice:] la disposición alegre promueve y sostiene sentimientos positivos en ti mismo y en los demás en tu compañía».
Cuando leí eso, necesité indagar un poco más. Necesitaba saber: «¿Qué veía este comentarista que yo no veía?». Ciertamente no vi nada sobre nuestros cuerpos en la versión de mi Biblia, en mi traducción. Solo veía algo sobre nuestras emociones.
Así que indagué en el hebreo, y sí mencionaba algo sobre nuestros cuerpos: la nariz. Bien, quédate conmigo, quédate conmigo.
La segunda línea dice: «Pero la palabra hiriente hace subir la ira». Ahora, la palabra «ira» en ese versículo, en el hebreo, era una palabra común que significaba: «respirar con las fosas nasales». ¿Puedes imaginártelo? Echando humo. Respirando con las fosas nasales. Piensa en un caballo en batalla listo para luchar con las fosas nasales abiertas, solo queriendo entrar en esa batalla. Nosotros podemos ser así, ¿no? Y las palabras duras salen disparadas.
Aquí es donde algo hizo clic en mí. Hago pilates tres veces por semana, y requiere una respiración profunda, lenta y metódica para facilitar todos los beneficios que puedes obtener para tus músculos. Y después de cada entrenamiento, no solo me siento más fuerte en mi cuerpo, también me siento muy relajada. Verás, todo ese ejercicio y esa respiración cambian mis emociones.
Así que empecé a contrastar esa sensación de la respiración con las fosas nasales, con la ira, en este versículo. Investigué un poco. Descubrí algo realmente interesante: Los Navy Seals están entrenados para usar lo que se llama «respiración de caja» para desescalar las situaciones de alto conflicto. Esencialmente, cuando surge un conflicto, cuentan mentalmente mientras respiran. Así es como funciona:
Imagina una caja en tu mente con cuatro lados iguales. Y con cada uno cuenta hasta cuatro, estos Navy Seals siguen mentalmente un lado de la caja en su cabeza hasta que han dibujado mentalmente una caja con su respiración: «Dentro, dos, tres, cuatro. Aguanta, dos, tres, cuatro. Fuera, dos, tres, cuatro. Aguanta, dos, tres, cuatro».
La respiración les ayuda a controlar su sistema nervioso parasimpático. Y la visión de esa caja les ayuda a centrarse en algo que no sean las feas palabras que les acaban de lanzar. A los Navy Seals se les enseña a no responder en caso de conflicto hasta que se hayan tomado el tiempo de «respirar en caja».
¿Lo has escuchado? En el ejército, me refiero a los Navy Seals. Búscalo en Google. Los soldados entrenados respiran para contener el conflicto. La presión arterial se desacelera. Los sistemas nerviosos autónomos se relajan. Las respuestas se vuelven más suaves, más amables. Los problemas disminuyen.
Y aquí es donde realmente empezamos a ver el poder de una palabra suave: Verás, cuando empecé a aplicar este versículo: «La suave respuesta aparta el furor, pero la palabra hiriente hace subir la ira», bueno, mi mente lo procesó como si yo fuera la estoica respuesta suave, y la persona en el otro lado del conflicto como la que necesitaba mi ayuda para desescalar. Ellos necesitaban cambiar, no yo.
Pero lo que he aprendido sobre el verdadero poder de una palabra amable es que me cambia a mí.
Tomemos por ejemplo a mi dulce esposo Bob Gresh y su ruidosa forma de hablar en Zoom. Empecé a aplicar este versículo una y otra vez. Cada vez que sentía que mis emociones se encendían, respiraba. En esa respiración, pedía al Espíritu de Dios que me controlara, que controlara mi respuesta. Y así fue: mi ira se calmó. Las palabras que salían eran suaves porque lo que había dentro de mí se había calmado.
Cuando busco una respuesta más suave, mi propia ira se calma. Piensa en ello. La búsqueda de una respuesta suave me cambia. Te cambia a ti.
Y permíteme que te lo recuerde: No es solo tu relación con esa persona con la que estás en contacto lo que está en juego cuando escoges palabras duras que cortan y dividen y causan dolor. Si eres una hija de Cristo, si tu vida está rendida a Él, cada interacción es una representación de nuestro Salvador. Así que pones en juego su relación con Cristo, si no lo representas con fidelidad. ¿Lo estás haciendo?
Cristo se describe a Sí mismo una sola vez en las Escrituras, en Mateo 11:29: «Tomen Mi yugo sobre ustedes y aprendan de Mí, que Yo soy manso y humilde de corazón, y hallarán descanso para sus almas». Cristo era y es manso.
Piensa en el trasfondo sobre el que se escribió esto. La expectativa era que cuando el Mesías apareciera, se desharía de la tiranía del dominio romano. Se esperaba que el conflicto se intensificara. En lugar de eso, Cristo monta un humilde asno, no un caballo de guerra con las fosas nasales abiertas. Es manso. Es humilde. Y Su presencia trae descanso a las almas que lo encuentran.
¿Reflejas eso con tus palabras? ¿Representas bien a Cristo?
¿Puedo pedirte que pienses en tus interacciones de la última semana? ¿Fueron tus respuestas suaves? Especialmente cuando estabas en conflicto, ¿buscaste una respuesta suave? ¿O tendrías que confesar que has estado respirando con las fosas nasales y resoplando palabras duras con ira? ¿O tal vez escribiendo airadamente esas palabras en respuesta a algo en las redes sociales?
Olvídate de contar hasta diez cuando sientas furia, prueba un poco de «respiración de caja» y cuenta hasta cuatro, cuatro veces.Y en esos dieciséis segundos, tómate tu tiempo para hablar con el Espíritu de Dios.Pídele que te ayude a encontrar una respuesta suave, autocontrolada y amable.Te invito a que esta semana experimentes el poder de una palabra amable.
Nancy: ¡Vaya! Ese es un recordatorio muy convincente de Dannah Gresh, analizando el capítulo 15 de Proverbios.
Las palabras son realmente poderosas. Pueden animar y fortalecer a otros. Pueden sanar corazones heridos. Pueden honrar a Dios. Pueden traer deleite a Él y a los demás. Pero, como todos sabemos, las palabras también pueden ser destructivas.
Por eso quiero compartir contigo un estudio devocional de cuatro semanas de Aviva Nuestros Corazones titulado: El poder de las palabras. Está basado en la enseñanza que he hecho del libro de Proverbios sobre la lengua. Te ayudará a descubrir la conexión entre tu corazón y tus palabras, como Dannah hablaba hoy. Puedes obtenerlo visitando AvivaNuestrosCorazones.com
Bueno, mañana en Aviva Nuestros Corazones, Dannah nos mostrará que las palabras amables son algo que debemos practicar. Ella nos mostrará la sabiduría y el valor de una palabra gentil. Asegúrate de regresar con nosotras aquí, a Aviva Nuestros Corazones.
Dannah: Ayudándote a descubrir y abrazar las verdades de la Palabra de Dios, Aviva Nuestros Corazones es un ministerio de alcance de Revive Our Hearts.
Todas las Escrituras son tomadas de la Nueva Biblia de Las Américas, a menos que se indique lo contrario.
*Ofertas disponibles solo durante la emisión de la temporada de podcast.
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