¿Qué hice para merecer esto?
Débora de Rivera: ¿Puedes dar gracias cuando parece imposible hacerlo? David y Ciara Dierking tuvieron que responder a esa pregunta.
David Dierking: Nos dijeron desde muy temprano que había una gran posibilidad de que Ciara perdiera sus extremidades. Yo podía ver que las yemas de sus dedos empezaban a ponerse negras y cómo estas manchas subían por su brazo.
Ciara Dierking: Llegué a entender que yo no merezco buena salud ni una vida fácil. En realidad no merezco nada. Todo es un regalo de la gracia de Dios. Él me escogió para ser su hija, por lo tanto, Él está conmigo cada día. Él me dará las fuerzas para enfrentar lo que venga.
Débora: Estás escuchando Aviva Nuestros Corazones con Nancy DeMoss Wolgemuth, autora del libro «Escoge agradecer», en la voz de Patricia de Saladín. Hoy, 27 de noviembre de 2025.
Antes …
Débora de Rivera: ¿Puedes dar gracias cuando parece imposible hacerlo? David y Ciara Dierking tuvieron que responder a esa pregunta.
David Dierking: Nos dijeron desde muy temprano que había una gran posibilidad de que Ciara perdiera sus extremidades. Yo podía ver que las yemas de sus dedos empezaban a ponerse negras y cómo estas manchas subían por su brazo.
Ciara Dierking: Llegué a entender que yo no merezco buena salud ni una vida fácil. En realidad no merezco nada. Todo es un regalo de la gracia de Dios. Él me escogió para ser su hija, por lo tanto, Él está conmigo cada día. Él me dará las fuerzas para enfrentar lo que venga.
Débora: Estás escuchando Aviva Nuestros Corazones con Nancy DeMoss Wolgemuth, autora del libro «Escoge agradecer», en la voz de Patricia de Saladín. Hoy, 27 de noviembre de 2025.
Antes de iniciar el episodio de hoy, quiero mencionarte que este mes de noviembre nuestro recurso destacado por una donación se titula «Una bondad diferente». Este recurso digital basado en Tito 2:5 nos recuerda que el propósito de la bondad es «que la palabra de Dios no sea blasfemada». Amadas, si no vivimos una vida de bondad activa, ¡la gente se burlará de la Palabra de Dios!
Visita nuestro sitio web AvivaNuestrosCorazones.com para más información de este recurso y obtenlo este mes de noviembre por una donación.
Con nosotras, Nancy.
Nancy DeMoss Wolgemuth: Hace varios meses, la esposa de mi pastor me envió una publicación que apareció en las redes sociales que me dejó sin aliento. ¡Desde entonces no la he olvidado! Un hombre de Carolina del Sur, llamado David Dierking, fue quien hizo la publicación.
En ese momento, la esposa de David, Ciara, estaba en el hospital, en cuidados intensivos y con soporte vital. La esposa de mi pastor me escribió: «Parece que puede recuperarse, pero tendrán que amputarle parte de la mano. Dicen que sus dedos se están poniendo negros debido a la falta de circulación».
Bueno, ese texto resultó ser un eufemismo. Los médicos tuvieron que hacer mucho más que quitarle parte de la mano a Ciara. ¡Durante estos meses, ella ha sufrido pérdidas enormes que son difíciles de imaginar!
Y mientras observaba a esta familia pasar de un desafío a otro y viéndolos publicar esto en las redes sociales para compartirlo con otros, ¡a pesar de todo, siguieron mostrando un corazón lleno de asombrosa gratitud! Y hay mucho más en la historia que ha sucedido desde esa primera publicación en las redes sociales.
Así que, comenzaremos por el principio y escucharemos la historia el día de hoy y mañana. Sea lo que sea por lo que estés pasando hoy, lo creas o no, ¡puedes elegir ser agradecida! ¡Espero que dejes de lado lo que estás haciendo y prestes atención a este precioso ejemplo de dar gracias en cualquier circunstancia!
Débora: Cuando David y Ciara Dierking se casaron, tenían ciertas expectativas sobre la forma en que esperaban que se desarrollara la vida.
Ciara Dierking: Yo había planeado una vida tranquila, feliz y cómoda.
David Dierking: Cuando nos casamos, todo era emocionante. Uno se imagina que su matrimonio va a ser el matrimonio perfecto.
Ciara: ¡Y que todo estará limpio y en orden!
Me encanta que mi casa esté limpia y ordenada, y que mi familia esté sana. ¡Aborrezco la enfermedad!
Débora: David y Ciara tuvieron dos hijos, Jackson y Colton.
Ciara: ¡Lo cual fue toda una aventura! Nuestros hijos son muy divertidos, ruidosos y un poco traviesos. Así que era algo más loco de lo que yo había imaginado para mi vida. Pero realmente disfrutábamos hacer todo tipo de cosas juntos: caminatas, estar al aire libre. Así que sí, me había imaginado una vida bastante tranquila.
David: En ese momento no piensas mucho en las cosas difíciles que quizás tendrás que atravesar, y lo que esos votos matrimoniales realmente significan.
Ciara: Tuve la bendición de crecer en una familia cristiana. Estaba en la iglesia cada vez que las puertas estaban abiertas, y también asistía a la escuela bíblica durante las vacaciones, y a los campamentos de verano. Creo que, de alguna manera, tenía esa idea de pensar que merecía ser salva porque era una persona muy buena. Yo era alguien que quería agradar a todos. En cierto modo, sentía que merecía ser salva.
Probablemente, no fue hasta hace un par de años que entendí que no merecemos recibir el regalo de la salvación y lo maravilloso que es el don de la gracia de Dios, es decir, el que Dios me haya escogido para salvarme.¡No fue por nada bueno que yo hubiera hecho!
Y siento que quizás ese fue el momento en que verdaderamente recibí el regalo de la salvación y el momento en que el Señor me abrió los ojos espirituales para ver con mayor claridad. Lo que merecemos es la copa de la ira de Dios y lo que hemos recibido… aun si Él no nos hubiera dado nada más aparte de no derramar sobre nosotros esa ira, ya nos habría dado mucho.
Pero además nos dio tantas bendiciones: a Cristo, y también en nuestra vida diaria —salud, alimento, familia. El simple hecho de que ninguno de nosotros merece ser salvo fue algo que me impactó profundamente.
Débora: En 2023, los Dierking fueron a visitar a la familia de David en Pensilvania. El día después de Navidad, su hijo Colton de tres años, se enfermó.
David: Cuando Colton se enferma, se pone de mal humor. En ese momento pensé: «Él no se siente bien, y por eso está de mal humor». Se quejaba mucho.
Ciara: Le dolía el cuello y no tenía apetito. Estaba muy cansado y con mucho sueño.
David: Él estaba acostado en el sofá y cuando lo levanté, gritó como si tuviera mucho dolor. Entonces me di cuenta de que era algo más serio que un simple malestar. Ciara llevó a Colton a emergencias.
Ciara: Gracias a Dios, pudieron atendernos rápido y admitieron a Colton para luego administrarle antibióticos fuertes.
David: A los doctores les tomó un tiempo descubrir qué era lo que tenía.
Ciara: Describieron que tenía coronavirus, además de una infección por estreptococo, y tenía unos abscesos en el cuello que estaban presionando su médula espinal y esto le causaba mucho dolor.
David se quedó en el hospital con Colton porque en ese momento yo ya no me sentía bien. Decidí regresar a la casa de mis suegros para descansar esa noche, mientras David se quedaba con Colton.
David: No sabía cuánto tiempo iba a estar ahí. Pensé que serían solo un par de horas mientras averiguaban lo que tenía Colton y que luego nos enviarían de regreso a casa. Terminó siendo toda la noche hasta la mañana siguiente. Ciara y yo nos enviábamos mensajes de texto sobre la situación de Colton.
Ella mencionaba de vez en cuando que no se sentía bien, pero estábamos principalmente enfocados en la salud de nuestro hijo.
Ciara: Para ser honesta, realmente no estaba pensando mucho en mis propios síntomas. Cualquier mamá sabría que las madres no tomamos días libres por enfermedad.
David: Estuve con Colton en el hospital durante los siguientes dos días.
Ciara: Mientras tanto, repentinamente tuve una tos muy fuerte que me salió de la nada. Esa noche, supe que algo no estaba bien. Me costaba trabajo respirar profundamente, y sentía como si tuviera un elefante sentado en mi pecho.
David: Esa mañana le envié un mensaje de texto para preguntarle si iba a ir a la clínica de urgencias o directamente a la sala de emergencias, y ella me contestó: «¡Ni siquiera estoy segura de poder llegar por mí misma!». Entonces mi madre terminó llevándola a la sala de emergencias.
Ciara: Inmediatamente, me pusieron oxígeno y llamaron a David para que bajara de la habitación de Colton y supiera que yo estaba enferma.
David: Bajé para estar con ella y ya la habitación estaba completamente llena de médicos y enfermeras. Una enfermera se me acercó de inmediato y me dijo: «Quiero asegurarme de que entienda lo serio que es esto. Si tuviera que calificarlo en una escala del 1 al 10, ella estaría en un “10” de gravedad». Por su voz pude notar de que temían lo peor para Ciara, ¡pero yo no tenía ni idea de lo grave que era su situación!
Ciara: Para nosotros, éramos jóvenes y saludables. En ese momento pensé: ¿Esto significa que pasaré la noche aquí? ¿Qué significa eso? Ahí fue que me ingresaron.
David: Le diagnosticaron influenza B, estreptococo del grupo A y una neumonía muy grave.
Ciara: Se dieron cuenta de que el oxígeno no permanecía en mis pulmones, sino que se escapaba a través de unos orificios hacia mi estómago, así que tuvieron que anestesiarme para entubarme. Solo recuerdo que, antes de quedarme dormida, pedí un vaso de agua. ¡No tenía idea de que pasarían cinco meses más antes de que pudiera volver a tomar un sorbo de agua!
David: Cuando llegamos a la unidad de cuidados intensivos, un médico se me acercó para hablarme, y recuerdo que me dijo: «Confío en que ya habrás leído entre líneas». ¡Pero yo no lo había hecho hasta ese momento! Solo pensé: ¿Leer entre líneas? Miré y vi que había un sacerdote en la habitación y pensé: ¡¿Es así de serio!?
El médico me dijo: «Si tienes algún familiar que pueda venir, te recomiendo encarecidamente que empieces a hacer planes para que viajen». La familia de Ciara vino de inmediato, e incluso, algunos familiares viajaron desde Texas para estar con nosotros.
Tuvimos una reunión con uno de los médicos principales y él nos explicó todo. Él nos dijo: «Las próximas doce horas serán las más cruciales. En este momento ella está en una trayectoria descendente. Las cosas van a seguir empeorando».
Luego nos dijo: «A menos que veamos que las cosas comienzan a estabilizarse, no hay nada que podamos hacer. Desde el punto de vista médico, hemos hecho todo lo que podemos hacer. Ella está con soporte vital completo. Médicamente, no hay nada más que podamos hacer por ella».
Uno de los médicos incluso dijo: «¡En este punto, necesitan orar por un milagro!». Estábamos todos sentados alrededor de una mesa de conferencias y cuando el médico se fue, mi madre nos guio en oración. Ella simplemente comenzó a orar.
Cuando mi mamá terminó, mi hermano mayor comenzó a orar. ¡Pronunció unas tres palabras y se derrumbó! En ese momento todos mis hermanos empezaron a llorar. Toda la familia estaba llorando en aquella sala.
Yo crecí con siete hermanos. Todos somos varones, así que nunca llorábamos. Nunca había visto llorar a ninguno de mis hermanos, así que ese día es un recuerdo que se quedará conmigo para siempre. ¡Todos estábamos desconsolados porque no podíamos creer lo que estaba ocurriendo!
Me la pasaba yendo y viniendo entre la habitación de Colton y la de Ciara. Me dijeron: «Queremos transferir a Colton a otro hospital porque allí tienen una unidad de cuidados intensivos para niños», ya que en el hospital donde estaba no había un área como esa.
Me dijeron: «Con todo lo que está pasando, especialmente con tu esposa, queremos asegurarnos de que Colton esté en un lugar donde, si algo saliera realmente mal, tuviera los cuidados necesarios». Entonces lo trasladaron al hospital de niños Hershey Medical, que se encontraba a unos cuarenta minutos de donde estaba Ciara. Donde aproximadamente un mes estuve conduciendo de un lado a otro entre los dos hospitales.
Sentía que todo lo que estaba pasando con Ciara era mi máxima prioridad. Sabía que la situación de Colton no era tan grave y, gracias a Dios, había una familia de hermanos que se estaba quedando con él para cuidarlo. Pero al mismo tiempo me sentía culpable por no pasar más tiempo con él. Intenté visitarlo tanto como pude.
Pero luego, cuando estaba con él, dejaba atrás a mi esposa, sin saber cuál sería su desenlace. Cada hora las cosas podían cambiar. Cuando salía para ver a Colton y dejaba a Ciara, no sabía si ese sería el último día que la vería. Y fue así durante mucho tiempo.
Cada vez que salía, inmediatamente empezaba a pensar que pronto recibiría una llamada y me dirían: «Su esposa ha tenido un colapso pulmonar». Llegué hasta el punto de estar predispuesto a esperar lo peor, porque a cada momento recibía una llamada y tenía que correr de regreso al hospital.
¿En qué punto dejas de ver a tu hijo porque las emergencias no paran? Yo estaba dividido entre con quién estar y cuándo. Pasé la mayor parte del tiempo en el hospital con Ciara; dormía allí todas las noches.
Intentaba visitar a Colton durante el día, pero no todos los días. Finalmente decidieron operarlo. Una vez que hicieron la segunda cirugía, fue un cambio de la noche a la mañana: ¡ya él estaba saltando en la cama y corriendo!
Débora: Todo esto comenzó mientras los Dierking visitaban a la familia de David en Pensilvania. La madre de David quiso ayudar y comenzó a organizar algunas de las cosas de la familia y encontró un libro que Ciara había estado leyendo antes de ingresar al hospital, Escoge agradecer, de Nancy DeMoss Wolgemuth.
Ciara había estado tomando notas y subrayando algunos pasajes.
Nancy DeMoss Wolgemuth (porción leída):Cuando ofrecemos acción de gracias a Dios, nosotras mismas vemos a Dios bajo una luz más amplia y mostramos a los demás cuán grande es Dios.
David: Mi madre hizo una publicación sobre lo que Ciara estaba leyendo, porque estaba sorprendida por la forma en que el Señor había guiado la vida de Ciara hasta ese momento. Incluso en lo que ella estaba leyendo.
Nancy DeMoss Wolgemuth (porción leída): Dar gracias, produce la paz de Dios en nuestros corazones. Si quieres tener la paz de Dios gobernando y reinando en tu corazón, ¡necesitas cultivar una actitud de gratitud!
David: Mi madre comenzó a leer ese mismo libro y en ese momento me preguntó si podía conservarlo. Quería leerlo ella misma y conocer más a Ciara para saber más sobre cómo era ella a través de las anotaciones que había hecho en el libro.
Así que, mi madre empezó a publicar algunas de las frases que Ciara había marcado en el libro junto con lo que Nancy había escrito.
Nancy DeMoss Wolgemuth (porción leída): Podrás descansar en tu corazón, aunque se esté librando una batalla a tu alrededor. Tendrás paz, la paz de Dios, y no porque todas tus circunstancias hayan sido fáciles, ni porque Dios te haya concedido todo lo que le has pedido, sino porque la presencia de Dios vendrá en respuesta a tu acción de gracias.
David: Las publicaciones que mi madre hizo en Facebook tuvieron un gran impacto en nuestra perspectiva.
Nancy DeMoss Wolgemuth (porción leída): Cuando damos gracias a Dios, independientemente de nuestras circunstancias, ese espíritu de agradecimiento, esa actitud de gratitud, produce la paz de Dios en nuestros corazones.
David: Desde el principio nos dijeron que había muchas posibilidades de que Ciara perdiera todas sus extremidades. Lo mínimo que esperábamos era que perdiera un par de dedos, pero teníamos que esperar a ver qué pasaba. Estábamos tan enfocados en salvarle la vida, que dejamos todo eso en segundo plano. Honestamente, casi lo olvidé.
Pude ver que las yemas de sus dedos empezaban a ponerse negras y cómo el color subía por su brazo. Le preguntábamos a cada enfermera y a cada médico que entraba a la habitación: «¿Crees que ella perderá sus extremidades?». Recibimos todo tipo de respuestas, pero nadie pudo concretarlas. No querían darnos falsas esperanzas. Solo nos decían: «El tiempo lo dirá».
Llegó el momento en que hubo que operar y un especialista en brazos y piernas nos dijo rotundamente: «Estoy absolutamente seguro de que ella los va a perder todos». En ese momento me derrumbé por completo. La madre de Ciara había sido la persona más fuerte en todo este proceso. Yo estaba devastado y ella me dijo: «Ya sabíamos que esto podía pasar. Esto es justo lo que hay que hacer para salvarle la vida. Prefiero esto a perderla».
Era domingo, y uno de los médicos vino esa mañana y nos dijo: «Las piernas no se ven bien, parece que hay una infección. ¡Necesitamos intervenir ahora!».
Cuando la trajeron de regreso a la habitación, la primera vez que la vi, fue como si una parte de ella hubiera desaparecido. Fue algo muy extraño, como si estuviera incompleta. Después también desarrolló una infección en sus brazos y tuvieron que volver a operarla, para amputar ambos brazos al mismo tiempo.
Le tomó mucho tiempo recuperarse. Le daban sedantes y cuando su corazón y sus órganos comenzaron a funcionar de nuevo, nos dijeron: «Le vamos a retirar los sedantes. Puede tomar entre cuatro y seis horas o tal vez un par de días». ¡Al final le tomó al menos una semana para despertar!
Ciara: Lo primero que recuerdo es a mi cuñada leyéndome un devocional y la Biblia.
David: Estábamos realmente preocupados de que hubiera daño cerebral.
Ciara: Era muy difícil pensar con claridad. Estaba tomando muchos medicamentos, muchos analgésicos, así que la mayoría de mis pensamientos eran extraños. Me costaba entender lo que pasaba.
David: Creo que su madre fue la primera en notar el movimiento de sus pestañas. Luego yo también lo vi.
Ciara: Recuerdo que al principio una de las enfermeras se acercó y me dijo: «Estaba por tener mi devocional, ¿quieres que lo lea contigo?». Entonces se sentó, leyó su devocional, oró conmigo y luego puso música cristiana. Ese es probablemente uno de mis primeros recuerdos.
David: Apenas podía mover la boca para tratar de comunicarse. Me era casi imposible saber lo que quería decir, porque no podía mover bien los labios.
Ciara: Honestamente, todavía sentía como si tuviera mis manos y mis pies. Recuerdo el momento en que descubrí que no los tenía. Fue devastador. Fue un día realmente duro. Estaba animada y entusiasmada por haberme despertado y por la posibilidad de volver a casa… Pero luego me di cuenta de que ya no tenía mis extremidades.
Recuerdo haber intentado decirle a mi madre… bueno, en realidad no podía hablar. No podía comunicarme. Pero intenté decirle a mi mamá: «¡No puedo más!».
Y ella me contestó: «¿No puedes más por hoy?». ¡Pero lo que realmente quise decir es que ya no podía seguir viviendo así!
Estaba cansada de las cirugías, cansada de estar viva, cansada de estar en el hospital un día más. Cuando estás en el hospital, todos los días son iguales. ¡Pasé meses sin salir de la cama! Algunas habitaciones ni siquiera tenían ventanas. Estaba agotada, cansada de luchar.
Pero ya era demasiado tarde para rendirme. Dios tenía un plan diferente para mí, y ese plan no era que yo me diera por vencida.
Me preguntaba: ¿Qué hice para merecer esto? ¿No serví suficientes veces en la escuela bíblica de verano? Tenía estos pensamientos en mi mente. ¿Qué hice para merecer esto? ¿Por qué Dios permitió esto en mi vida? ¿Por qué eligió esto para mí? Fue una gran lucha para mí.
No podía entender cómo un Dios amoroso podía permitir esto en la vida de una de sus hijas. Sin embargo, también recordaba lo que había aprendido antes: que soy indigna, que no merezco buena salud ni una vida fácil y que en realidad no merezco nada. Todo es un regalo de la gracia de Dios. Él me escogió para ser su hija, por lo tanto, Él está conmigo cada día. Él me dará fuerzas para enfrentar lo que venga.
La verdad es que no había nada que yo hubiera hecho para merecer lo que Dios me ha dado. Él ha sido más que misericordioso conmigo.
Nancy: Mañana escucharemos la segunda parte de la historia de Ciara y David.
Todos sabemos lo que es experimentar pérdidas de algún tipo. Pero es difícil imaginar lo que fue para Ciara perder todas sus extremidades. Mañana escucharemos sobre los múltiples retos que ella y David atravesaron.
También escucharemos la asombrosa perspectiva de Ciara sobre la gratitud. Sus pensamientos y reflexiones te ayudarán a afrontar aquellos momentos de pérdida en tu propia vida. También espero que veas el video que hizo el equipo de Revive Our Hearts acerca de David y Ciara. ¡Es muy conmovedor!
Y sé que no solo querrás verlo tú, sino que también lo compartirás con otras personas. Dejaremos el enlace en la transcripción del episodio de hoy en AvivaNuestrosCorazones.com.
Cuando escribí el libro Escoge Agradecer, no tenía idea de que ese libro terminaría en manos de una mujer como Ciara, quien estaba a punto de pasar por tantas pruebas. Estoy muy agradecida de que el Señor hizo esa conexión y permitió que Aviva Nuestros Corazones desempeñara un pequeño papel en su historia.
Y nos encantaría que obtengas una copia del libro Escoge Agradecer. Visita AvivaNuestrosCorazones.com para obtener más información sobre cómo adquirirlo
Débora: ¡Gracias, Nancy! Sé que quizá algunas de nuestras oyentes se hayan identificado de alguna manera con la dolorosa historia que hemos escuchado el día de hoy. Los detalles de la prueba por la que estás pasando pueden ser diferentes a los de Ciara, pero al escucharlos, es posible que hayas pensado en tus propios retos.
El episodio de hoy termina justo en la mitad de la historia de David y Ciara. Pero sus desafíos aún no han terminado, y tampoco su sentido de gratitud. Descubre cómo Ciara vive la vida como madre ocupada de dos niños y qué papel sigue desempeñando el agradecimiento en su familia.
Y bueno, hablando de agradecimiento, diversas familias cristianas celebran el día de hoy el día de Acción de Gracias, y aunque esta temporada es especialmente buena para recordarnos que debemos ser agradecidas, dar gracias al Señor debe hacerse todos los días, en todas las estaciones de la vida. Pensando en esto, queremos aprovechar y mencionar una vez más el libro escrito por Nancy titulado «Escoge agradecer».
En este libro ella nos recuerda que la gratitud es una elección. Pero si no la escogemos, por defecto hemos escogido la ingratitud. Y amadas, una vez admitida en el corazón, la ingratitud no viene sola, sino que trae consigo un montón de compañeros indeseables que nos quitarán el gozo. Aprende más sobre la importancia de vivir en agradecimiento con el libro «Escoge agradecer» de Nancy DeMoss Wolgemuth.
Sin más por el episodio de hoy. ¡Te esperamos el día mañana para continuar con la historia de Ciara y David aquí, en Aviva Nuestros Corazones!
Llamándote a abrazar el plan de Dios para tu vida con una actitud de gratitud, Aviva Nuestros Corazones es un ministerio de alcance de Revive Our Hearts.
Todas las Escrituras son tomadas de la Nueva Biblia de Las Américas, a menos que se indique lo contrario.
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