
Diseñadas para servir: Cómo usar los dones que Dios te dio
¿Sabías que no necesitas un título para comenzar a servir en tu iglesia local? Si Dios te dio dones, ¡es para usarlos! En este episodio estaremos conversando acerca de cómo identificar lo que Dios ha puesto en ti y por qué servir no se trata de nosotras, sino de Cristo. 🙌✨
Aquí te compartimos algunas frases y versículos del episodio de hoy:
Llamado de obediencia:
Estaremos comprometidas fielmente en nuestra iglesia local, sometiéndonos a nuestros líderes espirituales, creciendo en el contexto de la comunidad de fe, usando los dones que Dios nos ha dado para servir a otros, edificando el cuerpo de Cristo y cumpliendo con Sus propósitos redentores en el mundo.
¿Cómo se diferencian los dones de nuestras habilidades naturales o talentos, y por qué es importante usarlos en comunidad?
- Los talentos son habilidades que se desarrollan a través de la práctica …
¿Sabías que no necesitas un título para comenzar a servir en tu iglesia local? Si Dios te dio dones, ¡es para usarlos! En este episodio estaremos conversando acerca de cómo identificar lo que Dios ha puesto en ti y por qué servir no se trata de nosotras, sino de Cristo. 🙌✨
Aquí te compartimos algunas frases y versículos del episodio de hoy:
Llamado de obediencia:
Estaremos comprometidas fielmente en nuestra iglesia local, sometiéndonos a nuestros líderes espirituales, creciendo en el contexto de la comunidad de fe, usando los dones que Dios nos ha dado para servir a otros, edificando el cuerpo de Cristo y cumpliendo con Sus propósitos redentores en el mundo.
¿Cómo se diferencian los dones de nuestras habilidades naturales o talentos, y por qué es importante usarlos en comunidad?
- Los talentos son habilidades que se desarrollan a través de la práctica y la experiencia, según nuestros intereses. Si a una persona a medida que crece le empieza a gustar la lectura y luego la escritura, le será más fácil desarrollar ese talento.
- Los dones espirituales son dados por el Espíritu Santo que distribuye individualmente a cada uno según Su voluntad. Además, tienen un propósito claro: «para la edificación de la iglesia».
Reminder🔔
- Ya sean dones, habilidades o talentos, toda nuestra vida la vivimos para la gloria de Dios.
¿Qué señales prácticas podemos observar en nuestras vidas (pasiones, afirmación de otros, oportunidades) que nos ayuden a identificarlos?
Lee y medita sobre estos pasajes:1 Corintios 12:8-11; Romanos 12:6-7; 1 Pedro 4:10-11.
- Ora y pídele a tu pastor o a una anciana que te conocen qué don ven en ti. Esto es parte de vivir en comunidad.
- Medita sobre qué es lo que más te entusiasma hacer (dar, exhortar, administrar, enseñar, hacer obras de misericordia, etc.,) y dónde has recibido buena retroalimentación, de que lo que hiciste o dijiste les ayudó. O cuando te siguen llamando y buscando por esas habilidades o dones.
- Pon al servicio tus dones y cultiva un amor por tus hermanos y hermanas en la fe: porque esa es la mejor manera en la que vas a poder reconocer cuáles son los dones que te han sido dados.
Reminder🔔
1. De nada nos sirve, ni nos aprovecha: mostrar nuestros dones o talentos para nuestra propia gloria, o para que vean qué buenas somos en esto aquello.
2. Todo lo que hacemos debe ser hecho con amor: pero no con el tipo de amor que el mundo nos vende ni por obtener aplausos, sino por amor a Dios que nos bendijo con ese don o talento, y luego a nuestros hermanos y hermanas en la fe, a quienes podemos bendecir con las capacidades con las que Dios nos ha bendecido.
¿Tiene sentido servir desde ya, aunque no tengamos un título o mucha experiencia?
- ¡Por supuesto que tiene sentido! No servimos por títulos, servimos por amor y porque reconocemos que Cristo nos ha servido a nosotras.
- No siempre se necesita que nos llamen a un puesto específico, ni que estemos calificando para ese puesto específico. Si Dios nos ha dado dones, es para que los usemos, con o sin un título. Lo importante es que lo platiques con tu pastor o tus líderes.
- No sirvamos esperando un título o esperando tener toda la experiencia del mundo. Sirvamos porque el Señor nos ha capacitado para hacerlo, y porque lo hacemos para Su gloria, y el bien de nuestra comunidad.
Reminder🔔
- Al final, no se trata del título, porque esa no es nuestra identidad, sino de por qué y para quién servimos: servimos a la iglesia, a nuestras familias, por amor al Dios que nos bendijo con habilidades y talentos.
¿Es el miedo al qué dirán, la comparación, el cansancio o la duda lo que te impide servir? ¿Cómo podemos rendir eso delante de Dios?
«Qué dirán»:
«Y el ojo no puede decirle a la mano: “no te necesito”» (1 Cor. 12:21).
- Todas somos necesarias en el Cuerpo de Cristo. Debes saber esto porque Dios lo dice en Su Palabra. Pide perdón por lo que te impide servir, y tráelo a Él.
Comparación:
«El temor al hombre es un lazo, pero el que confía en el Señor estará seguro» (Prov. 29:25).
- Revisa tu corazón. Pide ayuda a una hermana mayor para rendir cuentas sobre cómo te sientes con respecto a desear la aprobación o la aceptación de otros y por qué. Si sirves por otros, terminarás decepcionada. Todos fallamos, pero Dios no nos falla.
- Cuando estás buscando reconocimiento, afirmación de tu arduo servicio, de tus habilidades, de tu sabiduría o tus contribuciones, o de tu puntualidad y eficacia, no puede haber ninguna recompensa que te llene lo suficiente.
- No quieras tener más de lo que tu buen Dios Padre ha decidido darte. Él sabe por qué y para qué. Tu identidad no se basa en lo que haces y cómo lo haces, se basa en Cristo que te ayuda a crecer, en los dones que te ha dado y en transformar tu corazón para aplaudir y ayudar a otras en vez de compararte con ellas.
Cansancio y duda:
«…para que anden como es digno del Señor, haciendo en todo, lo que le agrada, dando fruto en toda buena obra…» (Colosenses 1:10).
- Si dudas en dónde servir, empieza con reconocer tus dones, hablar con tus pastores, con tu grupo pequeño, con tu comunidad donde te conocen y saben en qué eres buena.
- Ora al Señor para que guíe tus pasos.
- Si hay cansancio, pregúntate si estás diciendo «sí» a todo y no estás escudriñando bien con tu corazón acerca de por qué dices «sí» a todo. Y si hay duda en tu corazón, entonces conversar. Vivir en comunidad nos permite llevar nuestras dudas a otras hermanas.
Reminder🔔
- No se trata de nosotras, siempre se trata de Cristo y Su gloria. Los dones, los talentos, las habilidades que Él nos ha dado nos las dio con el único propósito de que le traigamos gloria a Él, que es el dador de toda cosa buena que pueda haber en nosotras.
¿Podemos tener momentos en los que, cuando servimos, terminamos recibiendo más de lo que imaginábamos?
- Es mejor dar que recibir, y es verdad. Porque cuando das, también recibes. En la economía del Señor, todos salen ganando cuando el propósito es glorificarlo.
- Y servir, desarrollar tus habilidades y talentos, reconocer tus dones que van unidos a cómo Dios te configuró, es parte de la vida cristiana.
- No te afanes por hacerlo todo, no temas y por eso no hagas nada. Empieza pequeño. Los dones que te han sido dados por gracia, compártelos por gracia a otros. Eso es ser fiel a Dios.
Reminder🔔
- Nuestro propósito es ser fieles a Dios en todo, y eso incluye usar las habilidades y dones que Él nos ha dado para la edificación de Su iglesia.
- No vivimos para nosotras mismas, vivimos, desde que nacemos hasta que morimos para Aquel que nos dejó el mejor ejemplo del servicio a otros: Cristo.
- Cualquier capacidad, don, habilidad o talento que tengas, es Dios quien te lo ha dado. Recuerda que no vives para ti misma, ni para tu propia gloria, o para que se hable bien de ti.
- Los dones y talentos que tienes son para mostrar la gloria de Cristo y exaltarlo a Él a través de tu servicio a otros, poniendo tus dones y talentos en operación para Su honra y la edificación de Su iglesia.
Para reflexionar:
«Así también ustedes, puesto que anhelan dones espirituales, procuren abundar en ellos para la edificación de la iglesia». —1 Corintios 14:12
«Que te alabe el extraño, y no tu boca…». — Proverbios 27:2
«Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos ha bendecido con toda bendición espiritual en los lugares celestiales en Cristo». —Efesios 1:3
«Toda buena dádiva y todo don perfecto viene de lo alto, desciende del Padre de las luces…». —Santiago 1:17
Recursos recomendados:
Blog, Abrazando una vida de servicio
Blog, Mentira: Tengo que servir en todos los ministerios de la iglesia
Blog, El privilegio de servir
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