El evangelio en tu ADN

Nuestra sociedad insiste que podemos lograr todo por nuestra propia voluntad, que somos el centro de nuestras vidas y que la feminidad bíblica o tradicional equivale a debilidad. Pero esto no puede estar más lejos de la verdad. Acompáñanos hoy y descubre la bendición de vivir nuestro diseño para la gloria de Dios.

Aquí te compartimos algunas frases y versículos del episodio de hoy:

Cita del manifiesto:

Como pecadoras redimidas, no podemos vivir a plenitud la belleza de nuestra feminidad bíblica, separadas de la obra santificadora del evangelio y el poder del Espíritu Santo que mora en nosotras.

¿Cómo se define «nuestro diseño» y que tiene que ver con nuestro propósito personal, nuestros talentos o nuestra identidad?

«Porque de Él, y por Él, y para Él, son todas las cosas. A Él sea la gloria por los siglos. Amén». —Romanos 11:36 

• Como mujeres, no nos pertenecemos a nosotras mismas, fuimos compradas a precio de sangre.

«Pero vosotros sois linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido para posesión de Dios, a fin de que anunciéis las virtudes de aquel que os llamó de las tinieblas a su luz admirable…».

• Somos hijas de Dios, ciudadanas del cielo, es ahí donde está nuestra identidad, donde debe estar nuestro corazón.
• Dentro de nuestros roles nuestro objetivo debería ser perseguir las cosas que durarán para siempre y buscar poner a Cristo en el centro.
• Esta renovación de nuestro interior se ve manifestado en muchas áreas de nuestras vidas incluyendo en cómo vivimos nuestro rol cómo mujeres. 
• Dios nos creó varón y hembra y no lo hizo al azar, sino que lo hizo con un propósito. Nuestro género revela aspectos del carácter de Dios (Génesis 1:27).

Ejemplos de cómo nuestro diseño está entrelazado con nuestra identidad en Cristo

• Como mujeres, somos dadoras de vida, tal y como Dios es dador de vida. 

• Como mujeres, somos llamadas a ser serviciales, tal y como Cristo lo fue al dar Su vida por nosotras. 

• Como mujeres, somos llamadas a ser ayudadoras, tal y como Dios ayudó a Su pueblo una y otra vez. 

¿Por qué el evangelio es clave para entender tu diseño?

• Vivir a plenitud la belleza de nuestra feminidad bíblica, separadas de la obra santificadora del evangelio, es algo que por nuestros esfuerzos o buenas intenciones nunca será posible. 
• La obra redentora de Jesús no solo nos salva del pecado, sino que también nos lleva en este camino que la Biblia llama santificación, somos transformadas en nuestra mente y corazón día con día al estar expuestas a la Palabra.
• No podemos pretender ser mujeres sabias, piadosas y moderadas si no experimentamos la transformación del evangelio primero, si no amamos hacer la voluntad de nuestro Dios y sujetarnos a ella, no solo como conocimiento teórico sino como los frutos de un nuevo corazón. 

«En Tu presencia hay plenitud de gozo, delicias a Tu diestra para siempre». —Salmo 16:11

• Cuando vivimos como mujeres redimidas, el Señor nos llena de Su gozo.
• El Señor nos hizo libres, libres del pecado, libres de la muerte, del mundo y de sus placeres y así poder ser libres para vivir de acuerdo a Su plan.

Verdades bíblicas para enfrentar los desafíos de una sociedad enfocada en lo superficial y material y que nos impide vivir nuestro diseño

• «Que el adorno de ustedes no sea el externo: peinados ostentosos, joyas de oro o vestidos lujosos,sino que sea lo que procede de lo íntimo del corazón, con el adorno incorruptible de un espíritu tierno y sereno, lo cual es precioso delante de Dios». —1 Pedro 3:3-5

• «Fuerza y honor son su vestidura; y se ríe de lo por venir». —Proverbios 31:25 (RVR60)

• «El encanto es engañoso, y la belleza no perdura, pero la mujer que teme al Señor será sumamente alabada». —Proverbios 31:20

Para reflexionar:

• ¿Qué mentiras del mundo has creído que te impiden vivir tu diseño para la gloria de Dios?
• ¿Has abrazado los estándares del mundo en lugar de apropiarte de las verdades de Dios para ti como mujer?
• Solo las cosas que son eternas van a permanecer. Las cosas que anhelamos y que son buenas son temporales, y si nosotras vivimos para estas cosas, al final solo nos sentiremos vacías, habremos desperdiciado nuestras vidas.
• «Nos hiciste para Ti y nuestro corazón está inquieto hasta que descanse en ti». –Agustín de Hipona
• La belleza del evangelio es vigente todos los días. La misma gracia que nos salvó, nos capacita para vivir de manera digna de nuestro llamado.
• Mira a Cristo, cuando venga la tentación o la presión del mundo, pídele al Señor un amor más profundo por Él, valora Su palabra, vive en ella, hazla tu tesoro. 
• El mundo está siempre peleando por nuestra atención y a veces la vendemos a un precio muy barato, pidámosle a Dios que abra nuestros ojos para valorarlo más, amarlo más, para no dejarnos deslumbrar antes las cosas que éste nos ofrece. No estamos solas en este camino, el Espíritu Santo nos capacita para toda buena obra. No dejes que las presiones te desvíen; fuimos hechas para Su gloria.

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