Escapando del lazo del temor al hombre

En el episodio de hoy tenemos como invitada a Nicole Tejera, ella compartirá con nosotras cómo creció teniendo temor al hombre y nos mostrará lo que la Palabra de Dios enseña al respecto. ¡Acompáñanos!

Aquí te compartimos algunas frases y versículos del episodio de hoy:

• El temor al hombre es el miedo a la desaprobación de otros. Estar consciente o inconscientemente preocupados por el qué dirán.
• Vivir para lo que otros digan o piensen puede ser muy agotador, además, es algo que la Biblia condena.

«Así dice el Señor: “Maldito el hombre que en el hombre confía, y hace de la carne su fortaleza, y del Señor se aparta su corazón. Será como arbusto en lugar desolado y no verá cuando venga el bien; habitará en pedregales en el desierto, una tierra salada y sin habitantes”». –Jeremías 17:5-6

«Cuando caemos en el temor al hombre, cualquier corrección o crítica se vuelve amenazante, hostil y condenadora; y cualquier falta de afirmación se siente como crítica. La debilidad que debe llevarnos a la humildad y fe se convierte en terroristas que nos acechan. Las relaciones son meticulosamente medidas, cautivadas y curadas, basadas en lo que dicen de nosotros y cada una inevitablemente nos expone o nos desanima de una manera u otra. Oscilamos entre atiborrarnos de autoconfianza o revolcarnos en la autocompasión; todo esto nos hace inquietos, nerviosos, sospechando siempre, desesperadamente sedientos por paz». –Marshall Segal

• La aprobación de Cristo es todo lo que un corazón quebrantado y pecador necesita.
• Nuestra identidad está en Él y no en lo que otros puedan pensar.
• Vivir con temor al hombre no solo te hiere a ti, también afecta a otros en tu vida (1 Samuel 15:24-26).
• Como la mayoría de los pecados, el temor al hombre es un problema de adoración.

¿Cómo puedes identificar el temor al hombre en tu vida?

• Se puede ver disfrazado de amor hacia otros. Hacer cosas por otras personas; no por amor a ellos, sino para ganar su aprobación.
• Se esconde en el perfeccionismo; en querer hacer las cosas perfectas pero no exactamente para Dios, sino por pensar que la gente no espera menos de ti. 
• Se manifiesta con parálisis; es decir, temor a hacer algo por pensar en lo que otros piensen de eso y entonces decidir no hacer nada.
• Se puede ver con una actitud de rebeldía; desear tanto la aprobación que, al no obtenerla, hay rebeldía.

• El temor al hombre se cura quitando la mirada de nosotras y mirando hacia arriba, abrazando y conociendo profundamente el carácter de Dios.

«Toda experiencia del temor al hombre tiene algo en común: la gente es grande. Han crecido en proporciones idólatras en nuestras vidas. Nos controlan. Como no hay lugar en nuestros corazones para adorar a Dios y a las personas, cuando las personas son grandes, Dios lo deja de ser. Entonces, la primera tarea para escapar del lazo del temor al hombre es conocer que Dios es maravilloso y glorioso, no los demás». –Ed Welch