Más que palabras: alabanza, gratitud y confesión
Esta semana seguimos explorando uno de los llamados a la obediencia del Manifiesto Mujer Verdadera: la oración, un tema tan amplio como necesario. Hoy queremos hacer una pausa para enfocarnos en los distintos aspectos que forman parte de una vida de oración. ¡No te lo pierdas!
Aquí te compartimos algunas frases y versículos del episodio de hoy:
Llamado a la obediencia
Oraremos por un movimiento de avivamiento y reforma entre el pueblo de Dios que resultará el avance del reino y del evangelio de Cristo entre todas las naciones.
¿Por qué es tan importante comenzar nuestras oraciones con alabanza o gratitud, y cómo podemos hacerlo de manera sincera y no simplemente «porque toca hacerlo»?
- Al orar estamos hablando con una Persona, su nombre es Cristo. Él es nuestro Salvador, nuestro mejor Amigo, nuestro Creador, y quien conoce lo más …
Esta semana seguimos explorando uno de los llamados a la obediencia del Manifiesto Mujer Verdadera: la oración, un tema tan amplio como necesario. Hoy queremos hacer una pausa para enfocarnos en los distintos aspectos que forman parte de una vida de oración. ¡No te lo pierdas!
Aquí te compartimos algunas frases y versículos del episodio de hoy:
Llamado a la obediencia
Oraremos por un movimiento de avivamiento y reforma entre el pueblo de Dios que resultará el avance del reino y del evangelio de Cristo entre todas las naciones.
¿Por qué es tan importante comenzar nuestras oraciones con alabanza o gratitud, y cómo podemos hacerlo de manera sincera y no simplemente «porque toca hacerlo»?
- Al orar estamos hablando con una Persona, su nombre es Cristo. Él es nuestro Salvador, nuestro mejor Amigo, nuestro Creador, y quien conoce lo más profundo de nosotras, incluso lo más superficial.
- Se nos dificulta acercarnos a Dios en oración de manera sincera porque pensamos que debemosasumir un personaje para estar con Él. Debemos borrar de nuestra mente la idea de que «toca hacerlo», y darle la bienvenida a la idea de que «podemos hacerlo».
- Podemos acercarnos a Dios por lo que Cristo hizo en la cruz por nosotras. ¡Ya no tenemos que vivir la vida cristiana solas! Tenemos, a través de la oración, a Cristo y a Su Espíritu Santo.
- Iniciar nuestras oraciones a Dios con gratitud, dispone nuestro corazón pecaminoso a mirar por encima de las circunstancias, más allá de lo que nuestros ojos físicos pueden ver; y nos enfoca en la obra de Dios: lo que hizo, lo que está haciendo y lo que hará.
¿Cómo podemos realmente alabar a Dios incluso cuando no sentimos hacerlo?
- Esta es una lucha real porque los sentimientos son reales. El libro de los Salmos está lleno de todos esos sentimientos que los salmistas tuvieron en momentos difíciles, y cómo ellos elevaron su mirada al cielo, miraron alrededor, y escogieron ser intencionales en alabar a Dios.
- Podemos elegir seguir nuestras emociones, o hacer todo lo contrario de lo que nuestras emociones nos indican. Por ejemplo, David, en el salmo 103, invitó a su alma, a su propio cuerpo y sus propias emociones, a que alabaran al Señor.
- Podemos hacer una lista de las cosas más «sencillas» y más «asombrosas» que Dios ha hecho en nuestras vidas o en un momento particular, para impulsar nuestro a alabar al Señor.
¿Cómo aprendemos a ser honestas con Dios sin miedo, culpa o vergüenza de pensar que Dios está cansado de escuchar lo mismo?
«Porque estoy convencido de que ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni lo presente, ni lo por venir, ni los poderes, ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar del amor de Dios que es en Cristo Jesús Señor nuestro». —Romanos 8:38-39
- La culpa es un sentimiento importante, y en ocasiones es bueno sentir un poco de peso por el pecado que hemos cometido. Pero lo bueno de la culpa en la vida del cristiano es que tiene solución, ¡nos lleva a la cruz! Nos humilla, nos hace dependientes del Señor, y nos hace saber que ya Cristo pagó por esa culpa.
¿Cómo podemos ser realmente agradecidas y qué nos ayuda a cultivar un corazón agradecido aunque todo en nuestro día haya ido mal?
- Necesitamos entender que Dios está en control. En ocasiones, cuando nuestro día no va como lo hemos planificado, es porque el Señor nos está invitando a entender que ¡el mundo no gira alrededor de nosotras, ni de nuestras agendas o planes! Él tiene planes mayores y mejores. Los percances del día son una invitación a depender de Él.
Personaje en la Biblia que nos inspira a orar con alabanza, acción de gracias y confesión.
María (Lucas 1):
- Alabanza: «Mi alma engrandece al Señor, y mi espíritu se regocija en Dios mi Salvador» (Lc. 1:46-47).
- Confesión: «Porque ha mirado la humilde condición de esta su sierva; pues he aquí, desde ahora en adelante todas las generaciones me tendrán por bienaventurada» (Lc. 1:48).
- Gratitud: «Porque grandes cosas me ha hecho el Poderoso; y santo es su nombre. Y de generación en generación es su misericordia para los que le temen» (Lc. 1:49-50).
María, siendo muy joven, mostró que la oración era parte esencial de su vida:
- Conocía a Dios, tenía una relación con Dios.
- Conocía su condición delante de Dios.
- Conocía la Palabra de Dios.
- Expresó gratitud a Dios por Sus obras.
Palabras de ánimo para ti que quieres tener una vida más profunda y real de oración, pero que no sabes por dónde empezar.
- ¡Despierta! Como cristiana, la oración es oxígeno para ti y debe ser una prioridad en tu vida. ¡No la descuides!
- Habla con Dios de manera honesta y cotidiana. Mientras más lo haces, más cómoda te sientes en relación con Dios.
- Utiliza la oración modelo «Padre Nuestro» como una guía para orar.
- Recuerda que la oración no es solo un momento, es una actitud de dependencia y reverencia a Dios. Es una invitación para conocer más a Cristo, para hablar con Él, para escucharle, para recibir de Él.
- Abre la Biblia y ora acompañada de la Palabra de Dios.
- Haz un listado de oración, incluye versículos bíblicos al lado de tus peticiones.
Para reflexionar:
- «Bendice, alma mía, al Señor, y bendiga todo mi ser Su santo nombre». —Salmo 103:1
- «Oren sin cesar. Den gracias en todo, porque esta es la voluntad de Dios para ustedes en Cristo Jesús». —1 Tesalonicenses 5:17-18
- La oración no es solo pedir cosas a Dios, sino una forma de relacionarnos con Él desde lo más profundo del corazón.
- Alabanza, acción de gracias y confesión no son solo «partes» que hay que cumplir para que la oración sea «correcta», sino expresiones sinceras que nacen cuando entendemos quién es Dios, lo que ha hecho por nosotras y lo mucho que lo necesitamos.
- La alabanza nos recuerda Su grandeza cuando todo en nosotras quiere enfocarse en el problema, y la gratitud reorienta nuestro corazón hacia lo eterno, incluso cuando el día ha sido difícil.
Recursos recomendados:
Episodio, Tus oraciones y el poder de Dios
Serie, El Padre Nuestro
Episodio, La gratitud como disciplina espiritual
Blog, La mejor forma de llamar la atención
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