Un examen a tu orgullo

Temporada: Jóvenes en busca de Dios | Temas: Jóvenes

¿Deseas experimentar una relación auténtica con Dios? Entonces, ¡estás en buena compañía! Betsy está explorando el contenido del libro «En busca de Dios» y hoy se detiene en un punto de inspección muy importante cuando se trata de responder al llamado que Dios nos ha hecho de buscarle. Le haremos un examen a nuestros corazones para identificar si el orgullo se esconde allí. (¡Además hay un testimonio al final del episodio que no te puedes perder!)

Frases destacadas:

Nuestra generación pretende darle un nuevo significado al orgullo cuando aplaude que alguien vaya en contra de lo establecido por Dios. Hoy en día se le llama orgullo a cosas que claramente Dios llama pecado.
El diccionario de la RAE lo define como «arrogancia, vanidad, exceso de estimación propia, que suele conllevar sentimiento de superioridad».
La Biblia intercambia este término con soberbia y altivez.
El orgullo nos ciega y nos impide ver …

Frases destacadas:

Nuestra generación pretende darle un nuevo significado al orgullo cuando aplaude que alguien vaya en contra de lo establecido por Dios. Hoy en día se le llama orgullo a cosas que claramente Dios llama pecado.
El diccionario de la RAE lo define como «arrogancia, vanidad, exceso de estimación propia, que suele conllevar sentimiento de superioridad».
La Biblia intercambia este término con soberbia y altivez.
El orgullo nos ciega y nos impide ver cuál es nuestra condición real ante Dios.
Nada puede ser más fatal para el corazón que el orgullo.
¿Recuerdas la mentira que el enemigo le dijo a Eva en el Edén? «Si desobedecen… serán como Dios» (Gn. 3:5).
Este pecado nos invita a vernos más grandes de lo que realmente somos, pero hay un gran problema. ¿Cuál es el problema del orgullo?
Dios aborrece al orgulloso

«Abominación al Señor es todo el que es altivo de corazón; ciertamente no quedará sin castigo». -Proverbios 16:5
«Seis cosas hay que el Señor odia, y siete son abominación para Él: Ojos soberbios…». -Proverbios 6:16-17

«El temor del Señor es aborrecer el mal. El orgullo, la arrogancia, el mal camino y la boca perversa, yo aborrezco». -Proverbios 8:13

«Delante de la destrucción va el orgullo, y delante de la caída, la arrogancia de espíritu». -Proverbios 16:18

¡Explora estas preguntas y examina el orgullo en tu corazón!

El orgullo se esconde en nuestros corazones poniendo la atención hacia nosotras mismas.
«La humildad bíblica es reconocernos pecadores delante de un Dios santo». –Nancy DeMoss Wolgemuth
La verdad que explota la burbuja del orgullo es que Dios es santo.
¿De qué puede enorgullecerse un pecador delante de Dios? ¡De absolutamente nada!
Nuestro orgullo es una evidencia de que no tenemos claridad de la santidad de Dios ni de la magnitud del pecado que mora en nosotras.
Cuando apreciamos la grandeza y la santidad de Dios reconocemos que somos pecadoras.
Vemos la santidad de Dios de manera gigantesca y miramos nuestro pecado de manera grotesca.
Ahí es cuando vemos que no tenemos nada de qué enorgullecernos y nos humillamos para confesar y arrepentirnos de nuestro pecado.
Pero la buena noticia es que cuando el corazón orgulloso da una vuelta en «u» hacia el camino de la humildad, la gracia de Dios lo alcanza.