Jacob entiende que el asesinato de los hombres de Siquem los ha convertido en enemigos en aquella región, y, por lo tanto, emprende camino hacia Betel. Allí Dios le da un nuevo nombre, Israel, y confirma sobre él Sus promesas.
La descendencia de Jacob (Israel) continúa aumentando; Raquel da a luz a Benjamín. Sin embargo, Israel muestra favoritismo hacia José, lo amaba más que a todos sus hijos, y esto era aparente para los demás hermanos. De nuevo vemos cómo el favoritismo de los padres provoca conflictos y celos entre hermanos.
Añadido a estos celos, la inmadurez de José al compartir ingenuamente sus visiones de grandeza con sus hermanos, provoca más aborrecimiento hacia él por parte de ellos hasta el punto de conspirar para matarlo.
José es un «tipo» de Cristo; fue del sufrimiento a la gloria, eventualmente convirtiéndose en el salvador de sus hermanos que lo habían rechazado y dado por muerto.
Para meditar:
- Si tienes hijos, ¿muestras favoritismo de alguna manera? ¿Qué te enseña la porción de hoy?
- ¿Alguna vez has sentido envidia hacia las personas que tienen llamados aparentemente más grandes que el tuyo o que se destacan en la vida?
- ¿Cómo has manejado esos sentimientos?
«Y Dios le dijo: “Tu nombre es Jacob; no te llamarás más Jacob,
sino que tu nombre será Israel”». -Génesis 35:10
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