Día 166 | Salmos 45 – 50
Los salmistas nos invitan a alabar al Rey prometido y revelado, ya sea en gozo o aflicción, anticipando las promesas de Dios y la consumación de Su reino con fe. Los salmos que veremos en los próximos días son de adoración, lamento y súplica que pertenecen al segundo libro, son salmos enfocados principalmente en la vida de David y el reino.
Te comparto los tips que me han ayudado a estudiarlos:
- Lee varias veces cada salmo.
- Observa las ideas o palabras, contrastes e imágenes que se relacionan dentro del mismo salmo.
- Haz uso de las referencias cruzadas (similitudes con otros salmos, imágenes del Antiguo Testamento y míralo a la luz de toda la Escritura).
- Toma en cuenta el contexto histórico y literario del salmo.
- ¿Qué aspecto de Cristo y el evangelio puedes ver?
Salmo 45: Una boda gloriosa
Al leer …
Los salmistas nos invitan a alabar al Rey prometido y revelado, ya sea en gozo o aflicción, anticipando las promesas de Dios y la consumación de Su reino con fe. Los salmos que veremos en los próximos días son de adoración, lamento y súplica que pertenecen al segundo libro, son salmos enfocados principalmente en la vida de David y el reino.
Te comparto los tips que me han ayudado a estudiarlos:
- Lee varias veces cada salmo.
- Observa las ideas o palabras, contrastes e imágenes que se relacionan dentro del mismo salmo.
- Haz uso de las referencias cruzadas (similitudes con otros salmos, imágenes del Antiguo Testamento y míralo a la luz de toda la Escritura).
- Toma en cuenta el contexto histórico y literario del salmo.
- ¿Qué aspecto de Cristo y el evangelio puedes ver?
Salmo 45: Una boda gloriosa
Al leer este salmo, me viene a la mente Apocalipsis 19:7: «¡Alegrémonos y regocijémonos y démosle gloria!, porque las bodas del Cordero han llegado, y su Esposa se ha preparado», y Apocalipsis 21:2: «Vi que descendía del cielo, de Dios, la ciudad santa: una nueva Jerusalén, dispuesta como una esposa ataviada para su esposo».
Lo que el salmista contempla es tan glorioso (un Rey y una novia gloriosos) que no puede contener su alabanza. Dirige su canto al Rey y hace que la memoria de Su Nombre «sea recordada en todas las generaciones».
- ¿Has visto la gloria de Dios revelada en Jesucristo (hermoso, lleno de gracia, valiente) y anhelas darle a conocer? Lucas 4:22 dice: «Todos hablaban bien de Él y se maravillaban de las palabras llenas de gracia que salían de Su boca, y decían: “¿No es este el hijo de José?”».
Ahora tomemos para nosotras los consejos que el salmista, como un padre, le da a una hija:
- Mira a Cristo tu Rey eterno.
- Escucha atentamente su voz («Lee la Biblia»).
- Olvida tu pueblo y la casa de tu padre (¿recuerdas la historia de Rut?).
- Inclínate ante Él, porque Él es tu Señor.
Salmo 46: Un refugio incomparable
Tres cosas primordiales que podemos aprender son:
- El reino de los hombres se desvanecerá, el reino de Dios permanecerá para siempre y Su pueblo habitará seguro con Él.
- No importa cuál sea la tempestad, Dios es soberano sobre toda la creación y si Él está con nosotros no hay que vivir en temor.
- En medio de la bravura de las aguas de la tribulación podemos hallar las corrientes de la presencia de Dios. Su Espíritu mora en sus hijos en todo tiempo y los sustenta.
- No hay nada más donde encontremos un verdadero refugio aparte de Él (podemos acudir a otros lugares o personas, pero Refugio solo hay Uno).
Entonces, reflexionemos:
- ¿Conoces a Dios como «YHVH-Sebaot» que se menciona en los versículos 7 y 11? El Señor de los ejércitos gobierna sobre la tierra y sobre los cielos (es decir, gobierna sobre todo, incluyendo el ejército celestial que no vemos).
- ¿Conoces a Dios como «El-Elyón»? El Dios Altísimo, poseedor de cielos y tierra, quien tiene y ejerce autoridad sobre ambas esferas. No hay nada más alto o por encima de Dios, y a Él le pertenecen todas las cosas visibles e invisibles.
- ¿Hay alguna situación en tu vida que has creído que está fuera de las manos de nuestro Ayudador y Consolador? Él te invita a venir, aquietar tu alma y contemplarlo a Él y Sus maravillosas obras. ¡Oh que nos dé ojos para verle!
Salmo 47: La victoria segura del Rey
¿Alguna vez has pensado en describir a Dios como «temible» o «sublime en gran manera»? ¡Él no tiene igual! Es el Dios de pacto, Altísimo y Rey sobre toda la tierra, sentado en un trono inigualable, santo. Dios escogió a Abraham, Isaac y Jacob para ser objetos de Su amor y darles promesas de las que nosotros somos partícipes por la fe en Cristo. ¡Qué asombroso es esto!
«¡Elohim reina sobre las naciones! ¡Elohim se sienta en su santo trono!». Jesucristo murió y resucitó y se sentó a la diestra del Padre. ¡Él es muy exaltado! Y por eso somos llamadas a alabarle y cantarle entendiendo Sus obras y quien Él es.
- ¿Le cantas a tu Rey? ¿Le cantas con alegría?
- ¿Vives como si el reinado de Dios fuera aislado de Su creación o entiendes que todo lo que eres, tienes, ves y existe le pertenece y está bajo Su dominio?
- ¿Vives a la luz de la victoria de Cristo en la cruz y anticipas la consumación del reino de Cristo?
Salmo 48: Una ciudad hermosa e inconmovible
Las cosas que vemos pueden ser destruidas. De hecho, Jerusalén, aunque tuvo tiempo de gloria, fue conquistada y el templo destruido. Pero hay cosas que no vemos, que jamás pasarán, ¡y cuya gloria es mayor que la de Jerusalén en su esplendor! Serán afirmadas para siempre, y ni todos los reyes ni las acechanzas del enemigo podrán destruirlas. La ciudad del gran Rey permanecerá para siempre, gloriosa porque Dios mora en ella, segura porque Él es su protección. Un día, tú y yo moraremos allí para siempre. Mientras tanto...
- ¿Reflexionas en la misericordia, el amor de pacto de tu gran Dios?
- ¿Te trae gozo pensar en la morada eterna de los hijos de Dios, aquellos que sirven al Rey de reyes y Señor de señores? ¿Contemplas con los ojos de la fe la Jerusalem Celestial?
Salmo 49: Gloria perecedera versus gloria eterna.
Este salmo nos revela algo maravilloso: solo Dios tiene la capacidad y el poder para redimir un alma de la muerte eterna. No entender esto, según el salmista, nos hace «semejante a las bestias que perecen». Todos moriremos, pero no todos viviremos. Todos los habitantes en este mundo están llamados a reflexionar en esto, pues las riquezas (por más que sean) no pueden hacer nada por una persona cuando su vida termina.
- ¿Confías en algo de esta tierra como suficiente para asegurar tu redención?
- ¿Vives en temor ante aquellos que se glorían en sus fortunas?
Salmo 50: Jehová convoca a toda la tierra para juicio.
El gran Juez sobre toda la tierra nos convoca a todos. Testifica contra Su pueblo por la obediencia superficial y los rituales religiosos, llamándolos a la alabanza y fidelidad. También testifica contra el malvado, aquellos que no pertenecen al pueblo de Dios, y concluye que la gratitud y la obediencia le honran.
Estamos llamadas a conocer y seguir a Dios, porque le pertenecemos y estamos en una relación de pacto con Él; un pacto sellado con la sangre del sacrificio de Su Hijo. Él no nos necesita, pero ha provisto el medio para que podamos relacionarnos con Él. ¿Entiendes lo sublime que es esto? Nosotras sí lo necesitamos, y la puerta está abierta para que clamemos y anticipemos Su liberación.
- ¿Actúas como si la obediencia que Dios te pide es porque la necesita, porque suple alguna necesidad Suya? ¡Dios quiere tu corazón!
- ¿Le has dado la espalda a la Palabra de Dios pensando que Él se «hará de la vista gorda»? O, ¿te dejas corregir y ordenas tu camino?
Nada está oculto de Sus ojos. La liberación que Él provee para Su pueblo es tan grande que necesitamos clamar: «¡Señor, no permitas que te olvide!».
¿Te sientes hoy sin esperanza? ¿Está tu alma tan angustiada que no puedes ver más allá de tu dolor? Clama a Él y Él te restaurará. ¡Alaba al Señor!
Cuéntanos qué has aprendido del carácter de Dios en estos salmos.
«Dios es nuestro refugio y fortaleza, nuestro pronto auxilio en las tribulaciones». -Salmo 46:1
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