Día 287 | Marcos 8 – 9
«Si alguien desea ser el primero, será el último de todos y el servidor de todos». -Marcos 9:35
Continuamos con nuestra lectura del evangelio de Marcos, empecemos en el capítulo 8.
Para mostrar compasión no tenemos que disponer de muchos recursos, sino de un corazón transformado y confiado en el amor y la providencia de Dios. Dios nos está llamando a rendir no solamente lo poco que tenemos, sino también nuestra inseguridad, incredulidad, egoísmo y orgullo.
- ¿Son tus finanzas un pretexto para poder ayudar a otros?
Una y otra vez Jesús nos llama a no preocuparnos por lo que habremos de comer o de beber, pues nuestro Padre celestial conoce bien nuestras necesidades y fielmente suplirá cada una de ellas como hasta ahora lo ha hecho. En cambio, sí nos llama a prestar atención al cuidado de nuestros corazones.
- ¿Te …
«Si alguien desea ser el primero, será el último de todos y el servidor de todos». -Marcos 9:35
Continuamos con nuestra lectura del evangelio de Marcos, empecemos en el capítulo 8.
Para mostrar compasión no tenemos que disponer de muchos recursos, sino de un corazón transformado y confiado en el amor y la providencia de Dios. Dios nos está llamando a rendir no solamente lo poco que tenemos, sino también nuestra inseguridad, incredulidad, egoísmo y orgullo.
- ¿Son tus finanzas un pretexto para poder ayudar a otros?
Una y otra vez Jesús nos llama a no preocuparnos por lo que habremos de comer o de beber, pues nuestro Padre celestial conoce bien nuestras necesidades y fielmente suplirá cada una de ellas como hasta ahora lo ha hecho. En cambio, sí nos llama a prestar atención al cuidado de nuestros corazones.
- ¿Te estás preocupando e invirtiendo más tiempo en lo material que en el cuidado de tu corazón?
Aunque Jesús se movía y enseñaba entre las multitudes, lo que realmente le interesaba era un encuentro y relación con esa persona que se acercaba a Él. Nuestro Dios es un Dios personal que nos conoce y nos llama por nuestro nombre, para que le conozcamos, creamos y seamos Sus testigos.
Jesús sabía lo que Sus discípulos creían acerca de Él, pero al preguntarles, les puntualizó la importancia de lo que cada persona cree acerca de Él; pues de esto dependerá su vida, su salvación, su llamado, su santificación.
- Y para ti, ¿quién es Jesús?
Recordemos que el reino de Dios no se rige por nuestros valores, formas de pensar u objetivos terrenales y temporales, el reino de Dios se rige por Dios, por Su voluntad y Sus propósitos que son mucho más altos que los nuestros, y para estar alineadas debemos de guardar Su Palabra en nuestra mente y corazón.
El que quiere conocer y seguir a Jesús verdaderamente... debe vaciarse de sí mismo, de su orgullo, de su egoísmo, de sus prejuicios, de sus dudas y darle ese espacio al Señor. No hay forma de que Jesús ocupe Su lugar en nuestros corazones si están llenos de nosotras mismas. El conocer a Jesús, la salvación de nuestras almas, es incomparablemente más valioso que cualquier otra cosa. Esto me recuerda a aquella frase de Jim Elliot: «No es un tonto el que da lo que no puede conservar, para ganar lo que no puede perder».
Capítulo 9
En cada una de las revelaciones que Dios hace de Sí mismo y de Su carácter a nuestras vidas, es con el objetivo de que le conozcamos, de prepararnos para las pruebas y diferentes etapas de la vida, de santificarnos. Disfrutemos la revelación, pero vayamos más allá de las emociones y valoremos estas verdades caminando en ellas por fe y por amor a nuestro Dios.
- ¿Cómo te están llevando a la acción esas hermosas y poderosas revelaciones que Dios ha dado a tu vida a través de Su palabra?
¡Qué hermoso es nuestro Dios, sensible a nuestra condición y verdaderamente interesado en relacionarse y enseñar a Sus hijos! En estos versículos puedo apreciar que:
- Jesús valora las preguntas y se deleita en responder, en enseñar.
- Jesús valora la sinceridad y la transparencia de nuestros corazones, y se deleita en ayudar.
- Él pudo haber rechazado la solicitud de ayuda al padre del endemoniado, pero no lo hizo; en cambio, le motivó a creer, mostrándole que nada es imposible para Dios, que nada ni nadie puede limitar Su obrar.
¿Tratas de aparentar delante de tu Dios o te presentas delante de Él con todas tus dudas y debilidades?
Parte de la misión de Jesús en Su primera venida era mostrar el carácter de Dios y los valores de Su reino, los cuales son totalmente opuestos con los de este mundo, el cual es un reino caído y corrompido por el pecado.
En el reino de Dios:
- El primero es el último y el servidor de todos.
- Los niños son de alta estima para Dios; «el que reciba a un niño como este en mi nombre, a mí me recibe».
- Las obras del Reino no son exclusivas de una determinada denominación, sino de todo aquel que cree, confía y vive bajo el Señorío de Cristo y Su Palabra.
- Lo eterno, el guardar tu alma, es lo realmente valioso, es lo que realmente importa.
¿Están tus acciones verdaderamente valorando a los más inocentes e indefensos, y priorizando la humildad y el servicio a los demás?
¿Qué atributos de Dios pudiste observar?
¿Cómo habla a tu vida hoy lo que conoces de tu Creador?
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