Día 289 | Marcos 12 – 13
«Pero ustedes, estén alerta; vean que se lo he dicho todo de antemano». –Marcos 13:23
Las parábolas y las señales del fin son, quizá, los pasajes más difíciles de interpretar; sin embargo, Marcos lo hace de manera sencilla y afirmando lo que el Antiguo Testamento había dicho sobre Jesús y Su obra. Empecemos con el capítulo 12.
Capítulo 12
Como dijo el Señor en el versículo 10: «Ni aun esta Escritura han leído: “La piedra que desecharon los constructores, esa, en piedra angular se ha convertido». Las obras de los hombres, las obras de las tinieblas, nunca, nunca impedirán el cumplimiento de la Palabra de Dios, de Sus promesas, de Sus propósitos; Dios gobierna, solo Él es soberano.
- ¿Se llena tu corazón de temor al ver cómo prosperan los malos en su maldad, en contra de ti, en contra de tu familia, de …
«Pero ustedes, estén alerta; vean que se lo he dicho todo de antemano». –Marcos 13:23
Las parábolas y las señales del fin son, quizá, los pasajes más difíciles de interpretar; sin embargo, Marcos lo hace de manera sencilla y afirmando lo que el Antiguo Testamento había dicho sobre Jesús y Su obra. Empecemos con el capítulo 12.
Capítulo 12
Como dijo el Señor en el versículo 10: «Ni aun esta Escritura han leído: “La piedra que desecharon los constructores, esa, en piedra angular se ha convertido». Las obras de los hombres, las obras de las tinieblas, nunca, nunca impedirán el cumplimiento de la Palabra de Dios, de Sus promesas, de Sus propósitos; Dios gobierna, solo Él es soberano.
- ¿Se llena tu corazón de temor al ver cómo prosperan los malos en su maldad, en contra de ti, en contra de tu familia, de tu iglesia o confías, en que el único Dios fiel, verdadero, Rey soberano tiene el control y cumplirá sus propósitos?
Dios no violenta el orden que Él mismo creó; de la misma manera llama a Su pueblo a respetar y honrar Su diseño, Su orden y Su estructura de autoridad, siempre y cuando no constituya una ofensa a Su carácter, una desobediencia a Su palabra.
La razón por la que muchas de nosotras continuamos con las mismas dudas y preguntas es porque no conocemos las Escrituras, ni el poder de Dios a través de ellas, sino que las leemos rápida y superficialmente. Oremos a Dios para que abra nuestros ojos y verdaderamente podamos «conocer».
Dios ciertamente desea que le amemos más que a todas las cosas y a nuestro prójimo como a nosotras mismas, pero más que obras externas, Él quiere que verdaderamente lo hagamos de corazón.
- ¿Son tus expresiones externas a Dios y a tu prójimo producto del amor puro y sincero?
A veces el Padre responde a nuestras peticiones o nos enseña a través de preguntas, pero esto lo hace con el objetivo de disponer nuestras mentes y corazones para revelarse, para revelar Su palabra, Su carácter. No te molestes con Sus preguntas.
Lo que realmente dice qué somos, no es como vestimos o lo que decimos, sino lo que hacemos; más que cuidar nuestra apariencia exterior, atesoremos en nuestro corazón Su Palabra, ella nos guardará en integridad.
El dar, más que un acto físico o material, es una actitud del corazón, y una y otra vez Jesús señala que lo que verdaderamente Dios aprecia es el corazón con el que hacemos las cosas.
Capítulo 13
Jesús es nuestro Pastor y, como buen Pastor que es, siempre está cuidando de Sus ovejas, guiándolas, preparándolas, alertándolas y animándolas a través de Su cayado y Su Palabra. Es por esto que siempre debemos poner especial atención a ella y guardarla celosamente en nuestros corazones.
«Pero ustedes, estén alerta; vean que se lo he dicho todo de antemano». –Marcos 13:23
Cuando el fin de algo se aproxima, las condiciones se agravan; de la misma manera, cuando se esté aproximando el fin de los tiempos, las obras de las tinieblas se intensificarán, pero recordemos que la luz resplandece en las tinieblas, y mayor es el que está con nosotras. Dios mismo completará Su plan de redención y restauración de todas las cosas y lo veremos «en las nubes con gran poder y gloria».
El Señor nos llama a mantenernos en guardia, en total atención, esperándolo a Él, no distraídos o entretenidos en los placeres de este mundo, sino haciendo las obras que Él nos entregó para que anduviéramos en ellas.
¿Mantienes tus ojos puestos en la promesa de Su segunda venida o dejas que el miedo te agobie viendo las señales de los últimos tiempos?
¿Vives tu vida esperando y recordando Su segunda venida o estás adormecida con los placeres de este mundo?
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