Ánimo, mamá, tu fe va más allá de tus hijos
En las primeras etapas de la crianza, muchas madres se cansan de repetir las mismas cosas y no ven el fruto de lo que les enseñan a sus hijos día tras día. Al final del día, pueden verse como una maquinita que simplemente recoge, disciplina o dice lo mismo. Hoy queremos animarte a que recuerdes que, aunque pasen meses, días o años sin que veas los frutos, ¡estás sembrando en el corazón de tus hijos!
Frases destacadas del episodio de hoy:
- Cuando tus hijos son pequeños, el terreno de su corazón es uno que debe irse preparando poco a poco. Dios es el encargado de que esa semilla de fe sea plantada ahí y de ir creando la obediencia con tu obediencia. Mientras enseñas, ellos también aprenden.
- No es vano lo que haces. Tu fe no termina en tus hijos. En la Palabra, Dios se presenta …
En las primeras etapas de la crianza, muchas madres se cansan de repetir las mismas cosas y no ven el fruto de lo que les enseñan a sus hijos día tras día. Al final del día, pueden verse como una maquinita que simplemente recoge, disciplina o dice lo mismo. Hoy queremos animarte a que recuerdes que, aunque pasen meses, días o años sin que veas los frutos, ¡estás sembrando en el corazón de tus hijos!
Frases destacadas del episodio de hoy:
- Cuando tus hijos son pequeños, el terreno de su corazón es uno que debe irse preparando poco a poco. Dios es el encargado de que esa semilla de fe sea plantada ahí y de ir creando la obediencia con tu obediencia. Mientras enseñas, ellos también aprenden.
- No es vano lo que haces. Tu fe no termina en tus hijos. En la Palabra, Dios se presenta como el Dios de Abraham, de Isaac y de Jacob. Él nos salva de manera individual, pero Él es un Dios de familias, un Dios de generaciones que está interesado en que nuestras familias le conozcan a Él.
- Tu trabajo no termina solo con tu hijo pequeño al que estás disciplinando. Ese hijo puede ser luego el instrumento para sembrar la fe en sus hijos, y en los hijos de sus hijos. ¡Y qué bueno es poder tener el legado de una abuela que fue modelando la fe en la familia!
- Dios nos habla de que Él es un Dios de pactos y generaciones. Tu fe nunca va a terminar contigo, ella no va a morir contigo. Tus oraciones siempre van a estar delante del trono del Señor.
- Muchas de nosotras quizás podemos orar incesantemente por la conversión de un hijo y tal vez no verlos abrazar al Señor en este lado de la tierra o de la eternidad. Pero eso no significa que Dios no haya escuchado esas oraciones. Recuerda que delante del Señor están las oraciones de Sus santos y tenemos el privilegio enorme de pasar el conocimiento de Dios a nuestra descendencia.
- Dios va tejiendo una herencia espiritual y tus oraciones viajan mucho más lejos de lo que tú imaginas. ¡Qué maravilla ver cómo Dios nos anima a que invirtamos nuestra vida, nuestras oraciones en esos tesoros que Él nos ha dado!
- Tal vez algunas de nosotras no conozcamos a nuestros nietos o bisnietos, ni veamos este fruto luego en nuestros hijos. Pero está la promesa del Señor de que un pueblo por nacer alabará al Señor también. Y tu clamor, mamá, es una llave con la oración, para que Dios toque a esos pequeños que están por venir. ¡No te canses de sembrar!
- Lo que hacemos ahora tiene un impacto eterno que no queda en lo que estamos haciendo en el día a día; Dios no deja sin fruto la semilla que se planta con fe. Aunque hoy siempre es entre lágrimas, un día cosecharás con alegría. Tu fidelidad hoy es la bendición para mañana.
- Levanta tus ojos al cielo cada noche cuando quizás el día va terminando y te sientas agobiada y cansada de estar repitiendo las mismas cosas. Pero un día volverás con tus gavillas dando gritos de alegría como el sembrador.
- Así como los reyes de la antigüedad mandaban a construir catedrales que no estarían finalizadas hasta muchos años después, como un proyecto de fe para guardar en la mente de las personas que Dios estaba obrando, de la misma manera tú estás poniendo piedra sobre piedra que van levantando un altar al Señor en el corazón de tu hijo.
- Pídele al Señor que te permita ver con los ojos de la fe todas estas cosas. Ora por tus hijos todo el tiempo, ora por corazones suaves a Su Palabra, corazones sensibles que obedezcan al Señor, que quieran agradar al Señor, que Dios resplandezca sobre ellos tempranamente, y ora por aquellos que serán los esposos y las esposas de tus hijos, los cuales Dios ya tiene para ellos.
Pasajes bíblicos para ser alentada:
«Conoce, pues, que Jehová tu Dios es Dios, Dios fiel, que guarda el pacto y la misericordia a los que le aman y guardan sus mandamientos, hasta mil generaciones…». —Deuteronomio 7:9 (RV 60)
«…trayendo a la memoria la fe no fingida que hay en ti, la cual habitó primero en tu abuela Loida, y en tu madre Eunice, y estoy seguro que en ti también». —2 Timoteo 5:6 (RV 60)
«Se escribirá esto para la generación venidera; Y el pueblo que está por nacer alabará a JAH». —Salmo 108:2 (RV 60)
«El que con lágrimas anda, llevando la semilla de la siembra, en verdad volverá con gritos de alegría, trayendo sus gavillas». —Salmo 126:6
Recursos recomendados:
Episodio, Lanzando flechas hacia el mundo
Episodio, Planta semillas en la vida de hijo
Episodio, ¿Desmaya tu corazón?
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