¿Calidad o cantidad?

«Es mejor calidad de tiempo que cantidad de tiempo». ¿Has escuchado esa frase? Muchas frases pueden sonar bonitas o lógicas, pero no necesariamente son bíblicas. Sus efectos en la práctica pueden desviarnos de obedecer a Dios. ¡Escucha más en el episodio de hoy!

Frases destacadas del episodio de hoy:

• La frase de darle a tu hijo calidad de tiempo y no cantidad puede ser una forma de justificarnos cuando no pasamos tiempo con nuestros hijos. 
• Muchas frases pueden sonar bonitas o lógicas, pero no necesariamente son bíblicas. Sus efectos en la práctica pueden desviarnos de obedecer a Dios.

¿Calidad o cantidad?

• Algunas madres pueden encontrarse pasando mucho tiempo con sus hijos, pero no realmente estar con ellos debido a las distracciones u otras prioridades.
• Otras madres puede que no estén pasando suficiente tiempo con sus hijos y quieran tratar de compensar ese escaso tiempo para que sea de calidad.
• Lo que nuestros hijos más necesitan es nuestra atención, nuestro cuidado, nuestro ejemplo, nuestro amor y nuestras enseñanzas para dirigirlos en esta vida en todo momento. Esto es algo que no se puede debatir entre calidad y cantidad.
• Cristo estuvo tres años con sus discípulos y fue suficiente, no porque les dio calidad necesariamente, sino porque estuvo en todo tiempo con ellos dándoles calidad: Él vivió, comió, lloró, rió, oró, trabajó, descansó y enseñó junto a ellos.
• Cuando incluyes a tus hijos en todo lo haces, desde ir al supermercado hasta la labora ministerial que hagas, le estás enseñando a vivo color lo que es vivir para otros, qué es vivir para Cristo. Le estás enseñando cómo se ve la vida cristiana.
• Puede que te encuentres en una situación que te lleve a ausentarte fuera de casa, pero no regreses a tu casa pensando que debes darle tiempo de calidad a tus hijos como si fuera algo para cumplir, sino piensa en cómo hacerlos parte de todo lo que haces: conversa con ellos, oren juntos.
• La crianza requiere toda tu mente y corazón porque Dios te ha entregado vidas a dirigir, criar, amar y enseñar. Debes hacer un esfuerzo no solo por invertir tiempo de calidad, sino tu tiempo y tu vida.
• El propósito que tenemos como padres es que nuestros hijos conozcan a Cristo. No hay mayor regalo que podamos darles que ese. 
• En todo lo que hagas, siempre ten la intención primaria de que tus hijos conozcan a Cristo y que ellos sepan que estás siendo intencional en formarlos para ese tiempo, que estás presente en sus vidas, aun si estás en casa todo el tiempo.
• Nada de lo que hagas para la gloria de Dios es un desperdicio, todo lo que haces para el Señor es tomado en cuenta y prosperado según Su voluntad.
• Hoy en día se dice mucho que necesitamos tiempo para nosotras mismas porque la maternidad es agotadora, Cristo nos enseña que solamente dependiendo de Dios es que podemos llevar a cabo nuestra maternidad.
• Al final no se trata de nosotras o de nuestros hijos, sino de Cristo y de que sigamos Sus pisadas.
• ¿Cantidad o calidad de tiempo? Lo que la Biblia dice es mejor: ama, aconseja y enseña en todo tiempo.
• La calidad puede resultar en compensación por cargo de conciencia, pero perseverar cada día en amar, aconsejar y enseñar a nuestros hijos en todo tiempo, nos permite dejar un legado de todo lo que hacemos y no hacemos por ellos.

Pasajes bíblicos para ser alentada:

«No se turbe su corazón; crean en Dios, crean también en Mí». –Juan 14:1

«Estas cosas les he hablado para que en Mí tengan paz. En el mundo tienen tribulación; pero confíen, Yo he vencido al mundo». –Juan 16:33

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