Vivimos en tiempos muy materialistas, y si no tenemos cuidado, nuestros hijos aprenderán a dar por sentado las muchas bendiciones y beneficios que tienen. Sin darnos cuenta podemos criar niños con un cierto sentido de «derecho» a satisfacer sus deseos y tener las cosas que quieran. La gratitud es una cualidad que se está perdiendo en esta generación que vive para reclamar sus derechos. Estamos cultivando la ingratitud.
Como madres debemos buscar criar hijos que aprendan a apreciar lo que tienen y estar agradecidos por las pequeñas cosas de la vida. ¡Aprende ideas prácticas para hacer esto en el episodio de hoy!
Frases destacadas del episodio de hoy:
- No hay nada que sea más beneficioso para cultivar el contentamiento y que beneficie la «salud mental» que la gratitud.
- El aprender a ver a Dios en cada detalle, el aprender a verlo como la fuente de toda bendición, el proveedor de …
Vivimos en tiempos muy materialistas, y si no tenemos cuidado, nuestros hijos aprenderán a dar por sentado las muchas bendiciones y beneficios que tienen. Sin darnos cuenta podemos criar niños con un cierto sentido de «derecho» a satisfacer sus deseos y tener las cosas que quieran. La gratitud es una cualidad que se está perdiendo en esta generación que vive para reclamar sus derechos. Estamos cultivando la ingratitud.
Como madres debemos buscar criar hijos que aprendan a apreciar lo que tienen y estar agradecidos por las pequeñas cosas de la vida. ¡Aprende ideas prácticas para hacer esto en el episodio de hoy!
Frases destacadas del episodio de hoy:
- No hay nada que sea más beneficioso para cultivar el contentamiento y que beneficie la «salud mental» que la gratitud.
- El aprender a ver a Dios en cada detalle, el aprender a verlo como la fuente de toda bendición, el proveedor de todo bien y el dador de todas las cosas es muy importante.
- No puedes enseñar a tus hijos a ser agradecidos si tú no lo eres primero. El ser agradecida va a implicar que tú estés continuamente renovando tu mente y tu perspectiva de las cosas y filtrarlas por la Palabra de Dios.
- El cultivar un corazón agradecido es lo que te ayudará a no convertirte en una persona agria, amargada. La gratitud te ayudará a ser una persona que siempre ve a Dios detrás de cada cosa, considerando Su providencia buena y perfecta, manifestándose en tu vida.
- La gratitud no solo va a impactar tu bienestar emocional y espiritual sino que te ayudará en tus relaciones con los demás, con tu esposo y con tus hijos. La gratitud crea un ambiente agradable en el hogar; un ambiente propicio para la paz y el bienestar.
Ideas prácticas para enseñar a tus hijos a cultivar el agradecimiento:
- Sé tú misma un ejemplo de un corazón agradecido.
- Motívalos a ellos a dar gracias por todo.
- Enséñales a ver a Dios en todo.
- Diariamente anima a tus hijos a compartir algo por lo que están agradecidos durante las comidas, en los viajes de auto o a la hora de dormir.
- Provee para tus hijos, pero evita darles demasiadas cosas. Enséñales a disfrutar de las cosas pequeñas.
- Provee a tus hijos oportunidades de servir a otros. El servir a otros da propósito y trae gozo. Cuando hacemos esto les enseñamos que es mejor dar que recibir.
- Enséñales a ser generosos, motivados por la gratitud, a no ser «acaparadores» o «acumuladores», a ser más bien desprendidos.
- Si puedes, expón a tus hijos a otras familias, culturas.
- No toleres la queja o la victimización.
- Celebren juntos como familia los pequeños logros (académicos o de cualquier otra índole) y den gracias, juntos.
- Tengan tradiciones o momentos del año en los cuales celebren la fidelidad de Dios.
Versículos clave:
«Que la paz de Cristo reine en sus corazones, a la cual en verdad fueron llamados en un solo cuerpo; y sean agradecidos». —Colosenses 3:15
Recursos recomendados:
- Blog, «Una actitud de agradecimiento».
- Serie, «Practica la gratitud, con Sam Crabtree».
*Ofertas disponibles solo durante la emisión de la temporada de podcast.
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