Las emociones (Parte 1)

Las emociones suelen tener un rol muy relevante en la maternidad. El cansancio, las demandas diarias, los logros de nuestros hijos, la interminable lista de pendientes suele producir en nosotros todo tipo de emociones y lamentablemente muchas veces no sabemos filtrarlas por la Palabra de Dios, lo que nos causa frustración y falta de paciencia con los que nos rodean.

En el episodio de hoy junto a Margarita de Michelén, aprenderemos de 2 mujeres en la Biblia que experimentaron circunstancias similares y ambas respondieron de formas diferentes.

Frases destacadas:

• Una emoción es la alteración, agitación o reacción del ánimo, la cual puede ser intensa o pasajera, alegre o triste, agradable o desagradable, que va acompañada de cierta conmoción corporal. Las mismas son espontáneas y automáticas.
• Las emociones las experimentamos en el alma y las manifestamos corporalmente.
• Es importante diferenciar las emociones de los sentimientos. 
• Un sentimiento se define como el estado afectivo del ánimo que es provocado por una emoción, una persona, un objeto y es de más larga duración.
• Para experimentar un sentimiento primero hay que experimentar una emoción.
• Los sentimientos son las consecuencias/interpretaciones de las emociones.
• Vivir por emociones y sentimientos sin detenernos a pensar, puede distorsionar la percepción de la realidad y eso es justo lo que el enemigo desea, por lo cual es muy importante llenar nuestras mentes de la Palabra, la cual es nuestra guía de fe y práctica.

«Pero viendo Raquel que ella no daba hijos a Jacob, tuvo celos de su hermana, y dijo a Jacob: “Dame hijos, o si no, me muero”». Génesis 30:1

• En este pasaje vemos a Raquel con su alma alterada y agitada por la envidia, la cual la condujo a un gran resentimiento, amargura y aversión hacia su hermana Lea. Igualmente ella perdió de vista la realidad, puesto que le pidió a Jacob algo que solo Dios puede dar: hijos.

«a Ana le daba una doble porción, pues él amaba a Ana, aunque el Señor no le había dado hijos… ella, muy angustiada, oraba al Señor y lloraba amargamente. Entonces hizo voto y dijo: “Oh Señor de los ejércitos, si te dignas mirar la aflicción de Tu sierva, te acuerdas de mí y no te olvidas de Tu sierva, sino que das un hijoa Tu sierva, yo lo dedicaré al Señor por todos los días de su vida y nunca pasará navaja sobre su cabeza”... Y a su debido tiempo, después de haber concebido, Ana dio a luz un hijo, y le puso por nombre Samuel, diciendo: “Porque se lo he pedido al Señor”». – 1 Samuel 1:5, 10–11, 20

• Ambas mujeres estaban en circunstancias similares, en donde afloraron diversas emociones que dieron paso a varios sentimientos, sin embargo cada una tomó un curso de acción diferente.
• El asunto no es si experimentamos o no nuestras emociones, sino que debes preguntarte, ¿qué estoy haciendo con ello?
• Por llevar la imagen de Dios, todo ser humano experimenta sentimientos, el Dios inmutable los tiene y los expresa a la perfección, mas el ser humano a causa del pecado los tiene y expresa de forma incorrecta y muchas veces desmedidamente.
• A medida que nuestras emociones se conforman a las de Cristo, más crecemos en madurez y estabilidad espiritual.
• Nuestras emociones influyen nuestra vida espiritual para bien o para mal, por ello es trascendental vivir por la fe en los principios divinos y no por las emociones o los sentimientos.

Versículo para ser animada:

«Porque para este propósito han sido llamados, pues también Cristo sufrió por ustedes, dejándoles ejemplo para que sigan Sus pasos». –1 Pedro 2:21

Recursos recomendados:

• Audioblog, «¿Qué hago con mis emociones?»
• Audioblog, «Manejando las emociones a través del lente bíblico»
• Videocast, «Aconsejadas por Su Palabra: las emociones»
• Videocast, «La verdadera fortaleza: Domine sus emociones»

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