Mamá: aprende del agricultor y confía en el fruto

Nunca podremos enfatizar lo suficiente el pasar tiempo cada día en la Palabra de Dios. En este episodio, queremos compartir contigo un pasaje que probablemente no es tan conocido, pero que encierra una riqueza impresionante para las madres.

Frases destacadas del episodio de hoy:

Enseñanzas y reflexiones sobre Isaías 28

• En Isaías 28, el profeta está trayendo un mensaje de advertencia y esperanza al pueblo de Judá. El capítulo comienza denunciando la soberbia de los líderes de Efraín y de Jerusalén, quienes han confiado en su propia sabiduría y han despreciado la Palabra del Señor. 
• En medio de esa reprensión, Dios introduce una imagen sorprendente: la del agricultor. A partir del versículo 24, el tono cambia. Isaías usa una parábola sencilla, pero muy profunda, para mostrar que Dios actúa con propósito y con sabiduría, no de manera impulsiva o sin sentido.
• Así como el agricultor no hace todo de la misma forma, ni aplica la misma técnica a todas las semillas que planta, Dios también trata a Su pueblo, y a cada una de nosotras, con discernimiento, paciencia y conocimiento perfecto.
• Este pasaje es una joya escondida para nosotras como mamás, porque nos recuerda que el Señor no obra de manera caótica ni uniforme. Él sabe exactamente lo que cada corazón necesita. Su sabiduría es tan práctica como profunda.
• En nuestro caso como madres, esta ilustración nos da una base firme para entender que la crianza también requiere esa sabiduría divina, que trata a cada hijo como una «semilla» única, con métodos y tiempos distintos, pero siempre con el mismo amor de Dios como fuente.
• Este pasaje describe a un agricultor haciendo su trabajo con diligencia y precisión:
• No lo hizo todo igual. 
• No trató a todas las semillas de la misma forma. 
• No usó los mismos instrumentos para trillar el eneldo que para el trigo, porque él sabe lo que está haciendo y porque ha recibido entendimiento de parte de Dios.
• Mamá, ¡tú eres como ese agricultor! Dios te ha dado diferentes «semillas», a tus hijos, y te ha puesto como labradora de sus corazones. 
• El agricultor no se frustra porque el comino no puede ser trillado como el trigo. No lo ve como una falla o una falta, simplemente entiende que necesita otra herramienta, otro enfoque, otro tipo de abordaje. Y así mismo sucede con nosotras: Dios nos llama a observar, a orar, a buscar sabiduría para criar con discernimiento a cada uno de nuestros hijos.
• No es que el agricultor lo sabe todo desde el principio. ¡Es Dios quien le enseña! Y esa es tu esperanza: no estás sola, no tienes que adivinar cómo criar, ni tratar mil métodos diferentes. Puedes acudir a Dios decirle: «Señor, muéstrame cómo tratar a este hijo. Dame sabiduría para entender su corazón. Enséñame qué hacer».
• Dios no te pide que trates a todos tus hijos igual o que los entrenes de la misma forma. Él te pide que los ames y entrenes con sabiduría. Y esa sabiduría no nace de ti, sino de Él. Es Su consejo el que es «maravilloso» y Su sabiduría la que es «grande» (Isaías 28:29).
• Hay estaciones. Hay procesos. Hay tiempos. Hay etapas. A veces vas a sentir que estamos arando y arando, disciplinando, enseñando, instruyendo y corrigiendo… y no ves fruto. Pero el Señor es fiel y la semilla está cayendo en la tierra correcta cuando tú obedeces con fe.
• Mira a tu hijo, a tu hija, con nuevos ojos y pregúntate qué tipo de semilla es, qué tipo de herramienta requiere. Y más aún, pregúntale a Dios: «¿Cómo quieres que cultive este terreno hoy?». Él es tu Maestro. Él es el que te da sabiduría y Él mismo dice que se la pidas.
• Querida mamá, no estás sola. No estás improvisando, ni dando golpes al aire. No estás sin dirección. Tú tienes la Palabra de Dios y el Espíritu de Dios que te instruye. Tienes un Padre celestial que te ama, que conoce a cada uno de tus hijos, y que está comprometido contigo en este hermoso, pero desafiante, llamado de criar. 
• Confía en Él, camina con Él diariamente, mantente en Su Palabra, y sigue sembrando con paciencia, con amor, con sabiduría que viene de lo alto. No te canses, porque a Su tiempo vas a segar.

Pasajes bíblicos para ser alentada:

«¿Acaso el agricultor siempre ara pero nunca siembra? ¿Está continuamente labrando la tierra y nunca plantando?¿No siembra finalmente sus semillas —comino negro, comino, trigo, cebada y trigo espelta— cada uno en la forma correcta, y cada uno en el lugar que le corresponde?El agricultor sabe exactamente qué hacer porque Dios le ha dado entendimiento.Nunca se usa un mazo pesado para trillar el comino negro, sino que se golpea con varas livianas. Nunca se pasa una rueda de trillar sobre el comino, al contrario, se golpea suavemente con un mayal.El grano para el pan se muele con facilidad, por eso no lo tritura demasiado. Lo trilla bajo las ruedas de una carreta, pero no lo pulveriza.El Señor de los Ejércitos Celestiales es un maestro maravilloso, y le da gran sabiduría al agricultor». —Isaías 28:24-29 (NTV).

«Y si a alguno de ustedes le falta sabiduría, pídala a Dios… y le será dada». —Santiago 1:5

Recursos recomendados:

Episodio, Toma este niño y cuídamelo

Blog, La crianza es una misión

Episodio, Conociendo el corazón de tus hijos

¡Te invitamos a unirte al canal oficial de QAASH en Instagram aquí!

*Ofertas disponibles solo durante la emisión de la series de podcast.