Tiempo a solas: la clave para llegar al corazón de tus hijos

Temas: Crianza, Familia, Maternidad

Este episodio es una invitación a algo muy sencillo, pero profundamente transformador: el hábito de pasar tiempo individual con cada uno de tus hijos. Aunque suena simple, no es común, especialmente cuando en casa hay varios hijos.

Frases destacadas del episodio de hoy:

Cuando tenemos un solo hijo, las conversaciones individuales ocurren casi sin planearlas. Pero cuando hay tres, cuatro o más, o cuando trabajamos fuera de casa, o incluso si estamos todo el día ocupadas con el hogar, se vuelve difícil detenernos para conectar con cada hijo.
Este tipo de conexión uno a uno es vital porque necesitas tener el corazón de tus hijos a la vista, ya que eso es lo que necesitas trabajar: sus actitudes y la forma en la que piensan. Esto no ocurre por accidente, sino que se cultiva desde que son pequeños.

Ese cultivo se da mejor en …

Frases destacadas del episodio de hoy:

Cuando tenemos un solo hijo, las conversaciones individuales ocurren casi sin planearlas. Pero cuando hay tres, cuatro o más, o cuando trabajamos fuera de casa, o incluso si estamos todo el día ocupadas con el hogar, se vuelve difícil detenernos para conectar con cada hijo.
Este tipo de conexión uno a uno es vital porque necesitas tener el corazón de tus hijos a la vista, ya que eso es lo que necesitas trabajar: sus actitudes y la forma en la que piensan. Esto no ocurre por accidente, sino que se cultiva desde que son pequeños.

Ese cultivo se da mejor en el terreno de un tiempo exclusivo con cada uno. Ese es un tiempo para:

Escuchar.
Conectar.
Conversar.
Conocer lo que tus hijos piensan
Reírse juntos y conversar sobre diversos temas del momento de acuerdo a su edad.
Dejar que el momento fluya.
Hablar de sus amigos, sus sueños y anhelos.

Lo que importa no es lo que hacen, sino el enfoque: solo tú y él, o tú y ella. Sin competencia por atención, sin interrupciones y sin que sea un momento de corregir, sino de conectar.
Cuando tienes problemas con tus hijos, cuando hay distancia emocional, lo que más baja las defensas es tu humildad y vulnerabilidad. Cuando esto ocurre, sobre todo los adolescentes, dejan de defenderse y ahora comienzan a escuchar y a conectarse contigo.
Nuestros hijos tienen aguas profundas en su corazón, y muchas veces ellos mismos no saben procesar las cosas solos. Y tú, mamá, con sabiduría, puedes aprender a sacar esas aguas. Pero eso no pasa corriendo, ni solo con instrucciones, ni en medio del caos diario; eso pasa en el espacio íntimo de una conversación. Ese es el regalo del tiempo individual.
Haz espacio para pasar tiempo individual con cada uno de tus hijos. No tiene que ser caro, ni complicado, ni largo, ni perfecto, pero sí tiene que ser intencional. Debe ser regular. Apártalo en tu calendario. Escríbelo. Propóntelo.
Ese simple gesto puede ser el inicio de una relación más profunda, más abierta, más cercana. Y verás cómo ese tiempo, aunque sea breve, Dios lo puede usar para acercar sus corazones, para sanar heridas, para fortalecer la confianza.
Si necesitas pedir perdón, ¡hazlo! La gracia de Dios está contigo y es poderosa para unir corazones. Él es experto en restaurar. Él es experto en usar madres imperfectas como nosotras para reflejar el amor de Cristo en la vida de nuestros hijos.